Asignatura pendiente

Después de casi cuatro años de blog creo que va siendo hora de tratar un tema que afecta considerablemente a la vida de un extranjero en China y a las ganas que el mismo tenga de continuar residiendo aquí. Me refiero a las relaciones sentimentales con alguien local, en concreto con chicas chinas, algo que puedo analizar desde mi experiencia personal y vivencias. No voy a comentar aquí los posibles rollos de una noche y amoríos pasajeros, sino las relaciones llamémoslas serías, con cierto grado de compromiso y perspectiva de futuro. Esas que se suponen que son para toda la vida, en la salud y en la enfermedad.
Ya sea por simple curiosidad, el morbo, las ganas de practicar idiomas o una estereotipada concepción del extranjero como alguien que tiene dinero a espuertas, lo cierto es que no es nada difícil que un laowai consiga captar la atención y el interés de una chica china. Lo que sí resulta complicado es cuando uno se plantea una relación más formal, más allá de esporádicas noche de sexo y cuatro risitas. Hay ciertos factores asociados a la cultura y sociedad china que pueden dificultar el día a día de la pareja y acabar hartando mucho.
Por ejemplo, el sempiterno tema de los padres. La mayoría de progenitores chinos se oponen, al menos de entrada, a que su hija salga con un extranjero por diversas razones. Por un lado, no perciben a alguien de fuera como estable, con capacidad de mantener a la familia, y temen que en cualquier momento se puede largar a su país (este temor también lo transmiten a su hija). Además, piensan que el idioma puede ser un obstáculo demasiado fuerte en las relaciones familiares aunque el chico domine el chino a la perfección (muchas familias solo usan el dialecto local en sus conversaciones).
Laowai tras conocer a sus futuros suegros
Otro posible motivo de choque cultural tiene que ver con la manera de expresar los sentimientos y emociones. Los chinos suelen ser muy reservados y las muestras de cariño suelen ser bastante limitadas, sobre todo en público. A veces he hablado con mis estudiantes sobre el tema del afecto entre padres e hijos, y casi todos relatan que nunca han dado un beso a sus padres en la mejilla, ni han visto que estos últimos lo hagan entre ellos. Creo que esta sociedad, en general, muestra una carencia de inteligencia emocional y empatía enorme, fruto de la educación que reciben. Esto dificulta seriamente las relaciones sentimentales, especialmente si el otro miembro de la pareja procede de una cultura como la latina.
Por lo que a mí se refiere, en estos años he tenido dos intentos frustrados de relación, finalizados por diferentes motivos. El primer caso era una muchacha ya en sus 30, edad en la que las chicas en este país se estresan si no se han casado ya. Nuestro principal obstáculo aparte del idioma (su inglés era casi inexistente y casi todo el tiempo hablábamos chino), era el tema emocional. Apenas veía en ella detalles cariñosos, era todo como una buena amistad pero con sexo; faltaba algo de chispa. Aun así, no dudó en empezar a hablar de planes de boda al poco tiempo de comenzar a salir. Y es que parece que aquí, va antes el cumplir con los objetivos impuestos por la sociedad (en este caso, casarse y tener un hijo) y después, si encarta, vendrá el amor. Al tiempo me di cuenta de que la cosa no tenía mucho futuro (los padres nunca llegaron a enterarse, pero tampoco lo hubieran aceptado por lo que me dijo), y decidí dejarla.
La segunda relación parecía que iba a salir mejor, al menos a priori: chica de mentalidad abierta, independiente, opuesta a los esquemas tradicionales y, además, hablaba español perfectamente. ¿Qué más podía pedir? Su principal defecto era que estaba completamente absorbida por su trabajo, y cada vez nos veíamos menos. El día que me dijo que se trasladaba a vivir y trabajar en otra ciudad a más de 2000 kilómetros de Shaoxing, mi ánimo estaba ya tan apagado que prácticamente me dio igual. A partir de entonces no lo he vuelto a intentar.
A pesar del tono de desazón de esta entrada, no es mi intención desmotivar a los que se propongan intentar una relación con una nativa china. Conozco casos personales de parejas mixtas en China, algunas de las cuales han terminado casándose y teniendo hijos, a los que las cosas le van de maravilla. Yo siempre he abogado por el mestizaje y me parece algo con más ventajas que inconvenientes, pero de un tiempo a esta parte he notado que mi nivel de interés por las chinas ha decaído muchísimo, en comparación con los dos primeros años. Claro que se me siguen yendo los ojos detrás de una chica atractiva cuando voy por la calle, pero de ahí a que me vuelva a apetecer una relación seria con alguien de este país va un buen trecho.
“Una vida con amor es algo feliz; una vida por amor es algo estúpido.”
 
Algo de léxico
relación amorosa: 浪漫关系 (làngmàn guānxi)
choque cultural: 文化冲击 (wén huà chōng jī)
cortar con alguien: 分手 (fēnshǒu)

婚恋 (hūnliàn): Esta palabra significa “enamorarse y casarse”, aunque en realidad el caracter que indica “boda” (婚) precede al de amor.

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