Bicing VS U-Bike y otras diferencias entre el transporte de Taipei y Barcelona.

Cuando nos vamos a vivir fuera es habitual comparar lo que tenías en casa con lo que te ofrece tu nuevo destino. De ese modo te das cuenta de las ventajas y desventajas que presentan los servicios de tu ciudad respecto a lo que será tu nuevo hogar, siendo el transporte uno de los aspectos más frecuentes a tener en cuenta. En este sentido, la verdad es que Taipei y Barcelona son bastante parejas, pues ambas disponen de autobús, metro, tren de corta y larga distancia, taxi e incluso el servicio de bicicletas públicas. Sin embargo, la diferencia de precios que hay entre ambas ciudades es muy grande. Mientras en Barcelona te cuesta el billete sencillo de metro o de autobús 2,15 euros, en Taipei no llega a los 40 céntimos en el caso del metro (aunque va en función de si recorres más o menos paradas, a mayor número de paradas, mayor es el coste) y aún más barato si te desplazas en autobús. Incluso en algunas ciudades como Taichung, los primeros 8km en autobús son gratuitos. En cuanto a los taxis, también son mucho más baratos en Taipei, y en todo Taiwan en general. Sin embargo no conozco demasiado las tarifas de ninguna de las dos ciudades ya que es un servicio por el que no siento demasiada simpatía y siempre que puedo lo evito, pero su bajo coste es un comentario habitual entre los extranjeros que lo utilizan.

En lo que a mi respecta, mi medio de transporte favorito es la bicicleta, por eso le voy a dedicar una mayor atención al mismo. Por suerte, tanto en Barcelona como en Taipei ofrecen un sistema público de bicicletas, con el que poder coger una bicicleta en un punto de la ciudad y dejarla en otro, sin preocupaciones de mantenimiento ni de que te la vayan a robar o no, algo especialmente preocupante cuando hablamos de Barcelona. Así pues, además de tener tu bici propia para aquellos desplazamientos en los que no vas a tener que dejarla aparcada un rato en la calle, no está de más poder disponer de este útil servicio. En Taipei se llama U-Bike y en Barcelona es el Bicing, sin embargo, tal y cómo explicaré a continuación, no es la única diferencia entre ambos.

Dejando de lado algunas diferencias sin demasiada importancia (como pueda ser el tamaño más cómodo de las bicis de Taipei, así como la cestita que llevan instaladas en su parte delantera, o la cadena y llave que llevan incorporadas para poder aparcarlas en cualquier parte durante un rato), una muy a tener en cuenta es quién puede hacer uso del servicio. Así pues, mientras que en Taipei el U-Bike lo puede utilizar cualquier persona que tenga una tarjeta de crédito (o una Easy Card, de venta en tiendas de conveniencia), en el caso de Barcelona, ya no sólo se requiere disponer de un domicilio al que te envíen la tarjeta para utilizarlo, además de tener que esperar 10 días desde que te das de alta, sino que a su vez, tal y como dicen en su página web, «para abonarse al Bicing se requiere el DNI o NIE, dado que este es un servicio destinado únicamente a residentes en España», con lo que los turistas que vengan a la ciudad han de recurrir a otros medios de transporte más convencionales y contaminantes, mientras que por otro lado te venden la ciudad como una ciudad sostenible y de cara al turismo. Otra diferencia importante es la del horario de uso, mientras el U-Bike está disponible las 24h, en el caso del Bicing sólo es así durante los fines de semana.

Sin embargo, la diferencia más a tener en cuenta, como no podía ser de otra manera, es la del precio de su uso. Mientras en Taipei darse de alta es totalmente gratuito, en Barcelona es cada año más caro y actualmente ya te cuesta casi 50 €. Eso sí, en ambos casos, la primera media hora es gratuita, y sólo pagas a partir de la media hora de uso, sin embargo el coste de cada media hora adicional es diferente en ambas ciudades. Además, en el caso del Bicing, si la utilizas más de 2 horas has de pagar una penalización por cada media hora adicional. En la siguiente imagen que he preparado se pueden ver claramente estas diferencias entre un servicio y el otro.

* Imagino que algún límite de horas sí que existe, ya que un compañero de clase se olvidó de devolver la bicicleta, y pasadas unos días le llamaron por teléfono preguntando por ella. Sin embargo, yo algún día que he salido por ahí de excursión con la bicicleta, la he utilizado más de 8 horas y no he tenido ningún problema.

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