Mad Men y China

Una de mis series de televisión favoritas es “Mad Men” que recrea la sociedad norteamericana de los años sesenta de manera magistral. En ella se puede ver como en un plazo de cuarenta años, que en términos históricos no parece demasiado, los usos sociales del mundo occidental han evolucionado mucho.  La trama muestra como las mujeres son relegadas a un segundo plano, mayoritariamente dueñas de casa confinadas a su ámbito doméstico, y cuando trabajan son miradas como objetos sexuales de sus jefes. Se toma alcohol en la oficina y en cantidades. El cigarro es un commodity total masivamente extendido en espacios públicos y privados sin ninguna conciencia del daño que provocaba, se fuma en espacios insólitos como la consulta de los médicos o la escuela, etc. La conciencia ecológica aun ni se asoma. La protección de los niños y sus derechos están “en verde”, el mal trato hacia ellos a través de violencia más evidente o soterrada es común y muchos otros aspectos que muestran un mundo mucho más brutal y tosco.

Todo lleva a pensar algo que  para muchos puede ser un poco obvio,  hay un factor de maduración en los usos sociales  y el comportamiento humano. Es como una marcha del ritmo civilizatorio que toma y tiene su tiempo.  Lo digo porque esto se ve con gran claridad en China, a pesar de su cartel de potencia mundial  es una sociedad que viene saliendo de la extrema pobreza desde hace no más de veinte años. Y ese “gap” que proviene de la precariedad y también la ruralidad se nota en la mentalidad de la gente y sus acciones.
La estructura social- familiar sigue siendo muy jerarquizada y machista. El hombre es siempre el jefe de la familia, el que tiene prioridad para estudiar, el que puede escalar más alto en una empresa y el que siguen prefiriendo la mayor parte de las parejas cuando van a tener un niño. Tener un hijo es un seguro de posible prosperidad.
En China a pesar de que hay una ley anti-tabaco nadie la acata.  En los restaurant, bares, estadios y discotecas se fuma libremente. En lo doméstico  los hombres lo hacen mientras pasean a los bebes y hasta con el pequeño en brazos. Se reparte humo Con cero consideraciones de si hay niños presentes, mujeres embarazadas o lo que sea. En las oficinas está plagado de ceniceros,  no existe reunión sin cigarros. Un vendedor no puede sino fumar porque para hacer vínculo con un comprador o contacto el asunto parte con compartir unos cigarrillos. Este país es el  súper paraíso del tabaco.
La conciencia de protección del medio ambiente esta recién empezando a asomarse pero en forma vertical con políticas públicas de promoción de energías renovables. Sin embargo, muchísima gente bota basura copiosamente y sin vergüenza en las calles, el ahorro energético a pocos les importa, las luces y aparatos electrónicos quedan prendidos inútilmente en cualquier lugar. Los animales son considerados objetos circenses. De hecho la mayoría de los zoológicos tiene un trato cruel con ellos con circos  para que elefantes, leones y demases hagan su show y la gente ría

y se divierta.

Es común que tanto en la casa o en el colegio se golpee a los niños. A pesar que el tema va cambiando,  los profesores aún llegan reprender a golpes o ridiculizar a los niños. El mundo escolar está aún lejos de poner el énfasis en la psicología infantil. A nivel familiar  me ha tocado ver unas cuantas veces a padres castigar a golpes a niños pequeños en plena calle. Es muy chocante estar en presencia de esto que en nuestros países puede costarle hasta la cárcel a una persona.

Pero lo interesante es que esta realidad se parece mucho al Chile de antes y sobre todo de mi infancia o sea de hace diez, veinte o treinta años.  La gente fumaba en todas partes, a los niños se les pegaba, no había conciencia ecológica, se tiraba basura en la calle, se escupía, el machismo estaba mucho más instalado. No es que en Chile esas cosas estén superadas y seamos  de lo mejor pero es inevitable la comparación ya que es el otro mundo que conozco. Y también seguramente hay un asunto de clases sociales, no me cabe duda que en sectores más precarios el tema evoluciona más lento. Lo mismo en China la gente es mucho más simple en el campo o en las zonas industriales que en los centros de las grandes ciudades.

Es una tendencia  equivocada, creo, atribuir esta situación a factores de relativismo cultural, o sea quedarse en el hecho que somos culturas diferentes. Al respecto es  interesante comparar a China con Hong Kong o Taiwán que es la misma población del mismo origen pero con grados de bienestar y desarrollo muy diferentes. Y en estos  casos se puede ver que los chinos de esos territorios son mucho más sofisticados y sus entornos parecen planetas distintos. Lo mismo las clases medias  jóvenes de la propia China ya vienen con otro switch propio de su contacto más globalizado y de una vida más cómoda. Todo lo cual demuestra que es una cuestión de tiempo y de ajuste. El desarrollo económico y la urbanización  van a una velocidad mucho más rápida que la mentalidad y las costumbres que se mueven muchísimo más lentas y con otra dinámica

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