Una expatriada en Asia

Al vivir en China y realizar diferentes estancias en el Sud Este Asiático, este enigmático continente, Asia, tiene un lugar especial en mi corazón. La gente es maravillosa, la comida es buenísima y sana, sus economías están en crecimiento y las culturas son muy diferentes a la nuestra. Es un lugar asombroso dónde vivir, trabajar y hacer negocios. Sin embargo, como extranjero, esto no significa que no haya dificultades en esta región.

Voy a enumerar algunas de las dificultades que encontré, al lanzar la marca Simon en Indonesia y Vietnam y haciendo Desarrollo de Negocios después. Mi perspectiva viene de haber trabajado en marketing y negocios internacionales, pero seguro que hay también temas generales que se pueden aplicar en cualquier trabajo, negocio o industria.

Si significa a veces no y no significa a veces si

En nuestra cultura, estamos orgullosos de ser abiertos, honestos y transparentes. A veces esto se mal interpreta por ser demasiado intransigente, pero en general la gente aprecia la claridad en las palabras. Uno de los aprendizajes más grandes que hice en Asia fue comprender que las cosas a veces no son tan claras en este parte del mundo, ¿Y por qué?  Son demasiado amables para preocuparte diciendo no. Prepárate para realizar reuniones con resultados positivos donde no haya seguimiento. Te pertenece a ti la tarea de hacer preguntas extras que te llevaran a visualizar cual es la situación real.

No asumas y siempre clarifica con preguntas abiertas como: ¿en qué áreas de la propuesta tienes dudas? ¿Cuál crees que será la respuesta del mercado después de escuchar la decisión que hemos tomado? ¿Quién más está involucrado en el proceso de decisión? Sé que has dicho que te parece bien la propuesta, pero, ¿qué es lo que realmente te preocupa en referencia a la decisión?

La toma de decisiones no es individual

En nuestra cultura, los líderes decididos que influencian directamente los resultados de la empresa con su fuerte personalidad (Amancio Ortega por ejemplo) son admirados por su habilidad para tomar decisiones acertadas rápidamente. En una cultura colaborativa, basada en el trabajo en equipo y en los valores de la familia, esto no se ve del mismo modo. Conseguir el consenso, respetar la jerarquía y el concepto de 丢脸 diulian, en sentido literal seria “perder la cara”, algo así como perder la credibilidad, son algunos de los factores que llevan a involucrar más personas y alargar el proceso de decisión.

Entonces, no esperes que las decisiones se tomen inmediatamente ya que hay un mayor número de personas influyentes. Si estás buscando nuevos proyectos, esta situación es más evidente, aunque estén interesados en el producto o servicio, hay más gente involucrada en el proceso de decisión, a parte de los jefes y otros departamentos, a veces, puede hasta influenciar el entorno personal. Entonces, ya sabes que hacer: pregunta quienes son las personas clave para tomar la decisión.

El optimismo abunda

Seamos sinceros, ¿porque no deberíamos ser optimistas en países como Indonesia? Hace más sol que lluvia, tienen paisajes muy bonitos, playas, una historia y tradiciones milenarias, diversidad, crecimiento económico sostenible, recursos naturales y la gente camina con una sonrisa en la cara. Está claro que el dólar esta fuerte y los tipos de interés son altos que hacen que conseguir una vivienda sea más difícil pero la tasa de empleo es alta así que la mayoría de profesionales tienen trabajo e ingresos estables.

Como resultado de este optimismo, la gente siempre piensa que la hierba es más verde. Si deseas contratar a alguien para tu oficina, el candidato pensará que puede que haya un trabajo mejor en otra parte. Además, en Indonesia, cuando cambias de trabajo, se produce un incremento salarial que puede llegar al 25%.

Sin embargo, la hierba no es siempre más verde. Las MNCs están sufriendo dado que los sueldos mínimos suben, pero las economías locales no lo están haciendo a los niveles de los años anteriores.

Entonces, es importante conseguir un equilibrio entre las necesidades del empleado y de la empresa, y hacer que se sientan involucrados a través de las posibilidades de desarrollo profesional, las oportunidades y el aprendizaje.

En definitiva, algunas sugerencias…

Hay 1000 situaciones o anécdotas que podría compartir con vosotros y lo que encuentro maravilloso es que la mayoría de experiencias que tuve fueron genuinamente positivas. La gente es encantadora, trabajan mucho y también disfrutan de los pequeños placeres de la vida: una conversación interesante, compartir hobbies, pasar tiempo con la familia y los amigos, etc.

Cuando te encuentras en algún país de Asia, la clave está en conseguir un buen equilibro entre ser respetuoso y ser honesto. Y teniendo en cuenta que eres amable y considerado, no hay ningún motivo por el cual no se pueda tener éxito. Os dejo algunas recomendaciones muy simples y lógicas que todo el mundo es capaz de realizar:

·        ¡Involúcrate! No vayas siempre a comer con los compañeros del trabajo extranjeros. Relaciónate con la gente, disfruta de la hora de comida de una forma diferente. En vez de estar constantemente pensando en los beneficios laborales de estar en el país, invierte en las relaciones así entenderás más bien dónde vives y, además, ¡vas a pasarlo bien haciéndolo!

·        Escucha. A lo mejor estas en una posición donde debes tomar decisiones. Escuchar al equipo, a tus compañeros, no te cuesta nada (aparte de tiempo) y los beneficios serán inmensurables. Y sin ir más lejos, te proporcionaran la razón por la cual has tomado una decisión u otra. Y quién sabe, ¡puede que hasta aprendas cosas nuevas por el camino!

·        No juzgues. Puedes pensar que es ridículo que los proveedores pidan, por ejemplo, aumentar el precio de los servicios significativamente (Admito que algunas conversaciones serán más lógicas que las otras), nunca sabes donde hay potencial para negociar algunas de sus demandas. Y esto se puede aplicar a todo, ¡no solo en el dinero!

·        No compares. Es posible que este punto sea seguramente el más importante. Trabajamos con personas que, como tú, están muy orgullosos de su país, su identidad, su cultura y sus orígenes. Independientemente de dónde has vivido y cuáles sean tus preferencias personales, es posible que no puedas comparar públicamente dos países diferentes en según qué aspectos. Es poco respetuoso y nunca sienta bien a la gente. Debes ser lo suficiente maduro para sacar provecho de las cosas que están delante de ti en vez de mirar el pasado.

Y lo más importante: ¡Disfruta del viaje! Aprenderás, crecerás, te desarrollarás tanto que darás gracias por haberte lanzado en el reto de sumergirte en la cultura.

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