La Ruta de la Seda, por la que transcurrían mercancías y todo un legado de pensamiento desde otras culturas, atravesaba la provincia de Gansu a través de un corredor por la meseta tibetana, entre el desierto de Gobi y el oasis budista de Dunhuang.
Reportaje de Clara Serer Martínez 克莱拉
Publicado originalmente en la web Revista Instituto Confucio - ConfucioMag
El origen etimológico de la provincia de Gansu (甘肃, Gānsù) se remonta a la antigüedad, haciendo referencia al nombre de dos prefecturas que hubo en esta provincia durante las dinastías Sui (隋朝, 581-618) y Tang (唐朝, 618-807): Gan (en torno a Zhangye) y Su (en torno a Jiuquan), respectivamente. El nombre deriva del uighur kang (amplio) y su (agua), que se puede traducir literalmente como “lugar de recursos hidráulicos”.
Lanzhou (兰州, Lánzhōu –lanchow según la transcripción antigua–, literalmente “prefectura orquídea”), es hoy en día la capital de la provincia de Gansu, cuya población total ronda los 26 millones. Con una superficie de 454.000 km2, es una de las pocas provincias bañadas por el río Amarillo. Gansu limita con las provincias de Qinghai (青海, Qīnghǎi) y Sinkiang (新疆, Xīnjiāng) por el oeste, con Mongolia Interior por el norte, así como con la provincia de Ningxia (宁夏, Níngxià). Por el sur linda con Sichuan (四川, Sìchuān) y, por el este, con la provincia de Shaanxi (陕西, Shǎnxī).
La capital de la provincia está situada en la parte alta del río Amarillo (黃河, Huánghé), a 1.600 metros sobre el nivel del mar. Enmarcada por montañas tanto al norte como al sur de la ciudad, está ubicada en lo que se conoce como el corazón de la República Popular China. Al sur del desierto de Gobi1 (戈壁, gē bì) y al norte de la meseta tibetana o la meseta tibetana-Qinghai se encuentra el Corredor de Hexi (河西走廊, Héxī zǒuláng), también conocido como el Corredor de Gansu. Antiguamente Lanzhou, “la ciudad dorada”, disfrutaba de una ubicación estratégica, ya que fue un punto neurálgico en la Ruta de la Seda y que, todavía hoy, sigue siendo un lugar clave para comerciantes.
El 92% de la población de Gansu pertenece a la etnia Han, mientras que el 8% restante incluye una gran variedad de minorías como los hui, tibetanos, tu, manchúes, dongxiang, uighures, mongoles, bonan, salar y kazajos.
La principal fuente de recursos de Gansu se basa en la producción agrícola (algodón, maíz, aceite, mijo y melones) y en la minería y extracción de minerales. La riqueza de estas tierras no sólo se ve reflejada en la extracción de minerales como el cromo, cobalto, carbón, hierro, plomo, mercurio o platino, sino también en el crecimiento de un sinfín de hierbas silvestres que se suministran para múltiples tratamientos en la medicina china. Las reservas de níquel que posee la provincia de Gansu suponen un 90% del total de reservas de China. Asimismo, en la ciudad de Yumen (玉门, Yùmén) se encuentra un importante campo de petróleo. El turismo ha sido uno de los aspectos clave en el florecimiento de la economía general de la provincia. Debido a su historia, Gansu guarda un gran atractivo no sólo como destino nacional, sino también internacional.
Fue durante la dinastía Yuan (元, 1271-1368) cuando Gansu fue establecida como provincia. Los innumerables hallazgos arqueológicos revelan que Gansu fue el origen de diversas culturas neolíticas, entre ellas la cultura Dadiwan2 (大地湾文化, Dàdìwān Wénhuà) en la prefectura de Tianshui (天水市, Tiānshuǐ), la cultura Majiaoyao3 (马家窑文化, Mǎjiāyáo Wénhuà) y parte de la cultura sedentaria de Qijia (齐家文化, Qí jiā wénhuà), perteneciente a la Edad de Bronce temprana, que se extendió a lo largo del cauce del río Amarillo. Tras el tratado de Qingshui, que tuvo lugar entre el Imperio Tibetano y la dinastía Tang (唐, 618-807), la actual provincia de Gansu perdió durante mucho tiempo gran parte de sus tierras. Con la caída del Imperio Uighur, uno de los estados se estableció en Gansu y muchos de sus habitantes se convirtieron al islam.
En la época imperial, la Ruta de la Seda empezaba en Chang’an y discurría hasta Constantinopla. Durante el camino, los comerciantes pasaban por Dunhuang –que significaba “magnífico y glorioso” en chino antiguo– donde refrescaban y alimentaban a sus camellos antes de seguir la ruta por el desierto de Taklamakan (塔克拉玛干沙漠, Tǎkèlāmǎgān Shāmò). El recorrido de la Ruta de la Seda por la actual provincia conectaba Asia central y China, y, por ello, se beneficiaba de un constante flujo bilateral de mercancías e información de sus tradiciones culturales y costumbres. Por su situación, la provincia de Gansu tuvo un importante impacto económico, así como cultural, porque se conformó como un canal por el cual transcurría no sólo la mercancía, sino todo un legado de pensamiento que confluía con otras corrientes y culturas. De este modo, el budismo, que había penetrado en China desde la India allá por el siglo III a.C., se extendió gracias a los mercaderes que recorrían estos caminos y que dejaron una indeleble huella tras de sí. Cerca de la población de Dunhuang, también conocida como Shazhóu o Shachou (沙州, Shā zhōu) se construyeron las Grutas de Mogao4 (莫高窟, Mògāo Kū), declaradas hoy en día Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde el año 1987, y las cuevas de Maijishan5 (麦积山, Mài jī shān).
Las Grutas de Mogao, también conocidas como las “Cuevas de Dunhuang” fueron un importante punto de encuentro, ya que se encuentran entre las fronteras de Xinjiang, Tíbet y Qinghai, lugar hasta el que fue extendida la Gran Muralla durante la dinastía Han. El crecimiento de la ciudad de Dunhuang fue paralelo al del budismo puesto que los peregrinos y los monjes se desplazaban hasta las Grutas de Mogao para rezar por un viaje seguro. Poco antes de abandonar China a través de la Ruta de la Seda, topaban los peregrinos con estas grutas que albergan estatuas y murales budistas milenarios. Cuenta la leyenda que el monje budista Le Zun comenzó a cincelar la primera gruta en el año 366, una obra que se prolongó durante diez dinastías y que culminó en la edad de oro china, de la mano de la dinastía Tang. En esa época se alcanzó la cifra de casi mil grutas, un número por el cual serían también conocidas como “Las cuevas de los mil Budas”. Debido a la ubicación de las mismas y al constante fluyo de peregrinos, las estatuas y los murales tienen un estilo ecléctico con características no sólo chinas, sino también de la India o de Asia Central. Estas grutas son y han sido testimonio de la tradición a lo largo de los años, así como de la evolución y los acontecimientos que se han visto refugiados en los murales.
Un encanto peculiar
Gansu destaca principalmente por formar parte de la Ruta de la Seda, puesto que se erigieron un sinfín de monumentos histórico-culturales a lo largo de la ruta que forman parte del testimonio de los miles de peregrinos y comerciantes que transitaron la zona.
Una de las primeras paradas de la Ruta de la Seda, al entrar en esta provincia, se encuentra en la ciudad de Tianshui (天水市, Tiānshuǐ), situada a la orilla del río Wei (渭, Wèi), que es donde se encuentra el Templo Fuxi cuya edificación se remonta a la dinastía Ming (明, 1368-1644). En esta ciudad prefectura de Gansu se encuentran también las cuevas Maiji, cuyas paredes albergan más de 7.200 estatuas tanto de arcilla como de piedra distribuidas en las 194 oquedades.
Aparte de las Grutas de Mogao y las puertas de Yangguan y Yumen, Dunhuang acoge magníficos lugares y monumentos como “la Pagoda del Caballo Blanco”, la duna Mingsha Shan (también conocida como “la duna de los susurros”), el parque Geológico de Yadan al suroeste del desierto de Gobi o el Lago de la Media Luna en Dunhuang, un oasis en medio del desierto.
Gastronomía árabe
Notas:
1. El desierto de Gobi es uno de los más grandes e importantes del mundo. Se extiende por las provincias de Xinjiang, Gansu y por el sur de Mongolia. Uno de los grandes atractivos de este desierto, es su división en cinco “eco-regiones” distintas. En el Desierto de Gobi se localizaron varias ciudades importantes en la travesía de la Ruda de la Seda.
2. La cultura neolítica Dadiwan se desarrolló hacia el año 6000 a.C. Se han encontrado restos en la provincia de Gansu y Shaanxi. El lugar de Dadiwan fue descubierto en el condado de Qin’an (秦安县, Qín ānxiàn) en la prefectura de Tianshui (天水, tianshuéi).
3. La cultura Majiayao (chino simplificado: 马家窑文化; chino tradicional: 馬家窰文化, pinyin: Mǎjiāyáo Wenhua) es el nombre por el que se conoce a un grupo de comunidades neolíticas ubicadas en las orillas del río Amarillo, al este de Gansu, la parte oriental de Qinghai y el norte de Sichuan. Los primeros indicios de esta cultura, se remontan hacia el año 3000 a.C.
4. Las Grutas de Mogao fueron llamadas así en honor al monje Lezun. “Mogao” significa literalmente “las espectaculares hazañas del monje Lezun”. Fue en el año 366 antes de emprender una larga travesía, cuando el monje se detuvo y comenzó a cavar en las rocas la primera gruta ya que le había parecido un sitio ideal para construir un monasterio.
5. La montaña Maiji se encuentra cerca de la ciudad de Tianshui. Los primeros indicios artísticos hallados en estas cuevas se remontan a la dinastía Qin (秦, 221 a.C.-206 a.C.). Está compuesta por 194 cuevas o nichos budistas que albergan cerca de 7.200 estatuas. A esto, hay que añadir los murales pintados que cubren más de 1.300 m2 en las paredes de las cuevas.
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