Los temores de las inversiones chinas ante la Reforma Tributaria Chilena

Chile es uno de los países de América en los cuales China está muy interesada en realizar inversiones, existen varios acercamientos a nivel privado y estatal para lograr concretar acuerdos y alianzas que puedan ayudar a ambos países. Sin embargo, nuestro país está teniendo reformas estructurales, especialmente en el ámbito tributario, y ese es un tema que preocupa tanto a los inversores estatales chinos como a nivel mundial.

El país asiático ha preguntado para qué hacer cambios cuando las cosas estaban bien y no entiende todavía cuál es la finalidad de estos cambios, situación que tampoco se entiende en Chile, pero está sucediendo y debemos evaluar cuáles serán los efectos en las inversiones extranjeras.

Si buscamos las explicaciones que se han dado para justificar la derogación del Estatuto de Inversión Extranjera, también conocido como “DL 600” de 1974, la única respuesta hasta el momento sería, de acuerdo al gobierno, “que la estabilidad institucional permite tomar esta decisión, ya que este decreto no se utiliza y la última vez que se hizo fue en 1991”.

El inversionista extranjero sabía que con el DL 600, mientras mantenga con el Estado el contrato vinculante, no le alterarán las reglas básicas de su juego, reglas que consideró para decidir invertir en Chile a largo plazo, lo cual le garantiza repatriar capital y utilidades, tener acceso al mercado cambiario formal para efectos de adquirir las divisas que permitan repatriar capital y utilidades; acceder a un recurso especial antidiscriminación y gozar de invariabilidad tributaria, entre otros.

Con este cambio en la reglas del juego, se producen dudas en los inversionistas al no saber en forma clara qué pasará con sus inversiones, cuáles serán sus costos reales, retorno y ganancias reales. El gobierno debe mejorar la comunicación de cómo funcionara la reforma para los extranjeros, lo que ayudará a disipar las dudas y generar confianza.

Debemos considerar que China está dispuesta a invertir en nuestro país en diversas áreas, tales como minería, energía tradicional, energías renovables y menos contaminantes, infraestructuras, servicios y otros, situación que debemos aprovechar al máximo, especialmente cuando nuestro crecimiento es menor a lo esperado.

Saber a ciencia cierta las consecuencias de la reforma sobre las inversiones extranjeras, según mi punto de vista, es aventurar conclusiones inciertas y sin asidero, ya que las consecuencias no son inmediatas, lo que sí se puede hacer es darse el tiempo para explicar cómo funciona la reforma y bajar de esta forma la ansiedad que esto ha provocado en el país y en el extranjero.


Carlos Salazar A.

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