En mis viajes a China suelo llenar mi tiempo libre en los aeropuertos comprando algunos libros sobre economía y empresa en China que raramente llegan a España y Europa. Uno de mis mejores hallazgos fue sin duda esta publicación de Winter Nie y Katherine Xin titulada Made in China: Secrets of China’s dynamic Entrepreneurs, Singapur: John Wiley & Sons, 2009, ISBN: 978-0470-82436-8.
Tradicionalmente se ha presentado el desarrollo económico chino desde la perspectiva del estado, haciendo hincapié en la reforma y apertura iniciada por Deng Xiaoping en 1978 y siguiendo con las privatizaciones y liberalizaciones de los años noventa para acabar con el ingreso de China en la Organización Mundial del Comercio (OMC) en 2000. Sin duda, el origen del sistema económico chino, como una economía planificada y socialista, conlleva a centrar el foco sobre las políticas públicas. Sin embargo, con excesiva frecuencia se olvida la fundamental contribución del sector privado en una sociedad con una arraigada tradición emprendedora.
El libro de Nie y Xin es un excelente análisis de los muchos casos de empresa privadas chinas que han surgido desde mediados de los noventa y han contribuido al espectacular crecimiento del país. La obra presenta varios casos y los compara con sus competidores extranjeros en diversos sectores, como por ejemplo Baidu/Google, Sanyi/Putzmeister, Haier/Siemens, Wahaha/Danone, etc. Posteriormente se estudian algunas tendencias comunes en cuanto al origen de los emprendedores y sus estrategias de desarrollo.
En todos los casos se demuestra como los dinámicos emprendedores chinos ganaron la partida a sus homólogos occidentales luchando desde las bases, es decir lanzando productos de gama media-baja que fueron ganando adeptos y creando imagen de marca a medida que crecía el país, mientras los occidentales “cuidaban” su imagen vendiendo sólo en el segmento más alto. La entrada en la OMC y su fuerza liberalizadora no hizo más que consolidar a estos emprendedores, mucho más rápidos y flexibles que sus competidores.
El ejemplo más claro del éxito de estos emprendedores es la empresa china Sanyi de maquinaria para la construcción. En 1995 apenas existía y la alemana Putzmeister detentaba el 90% del mercado chino. En 2006, la cuota de Sanyi era ya del 55% y la de la alemana había descendido al10%. En 2012, Sanyi adquirió el 90% de Putzmeister por 360 millones €.
**Este artículo se público dentro de la sección EL EXPERTO RECOMIENDA de Yuanfang Magazine
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