Dos clásicos confucianos por primera vez en español

CRÓNICAS DE PRIMAVERA Y OTOÑO

El Zuozhuan es considerado en sí mismo no sólo como un valiosísimo registro histórico de proporciones épicas  – equiparándose a los Nueve Libros de la Historia del autor griego Heródoto – sino como una obra maestra desde el punto de vista puramente literario. En sus páginas Zuo Qiuming recogió, además de vívidas descripciones de las batallas y las alianzas entre los señores feudales, los discursos de muchos grandes generales y ministros – incluyendo los discursos de los llamados Cuatro Grandes Eruditos -, así como el detalle de las intenciones secretas y las intrigas constantes dentro de las cortes.

Este texto, escrito hace más de 2400 años, es sin embargo de una asombrosa actualidad.  A lo largo de más de 150 años de luchas por el poder, podemos ver desfilar ante nuestros ojos personajes tan vívidos y tan válidos como si fuesen nuestros contemporáneos. En ese afán de conquista y expansión que llevó la guerra a todos los rincones del imperio, podemos ver no sólo el desarrollo de las batallas y las estrategias militares, sino que observamos también los ideales políticos y éticos ya aceptados y formulados en la antiguedad por boca de los ministros fieles; vemos cómo la diplomacia es usada para manipular estos ideales por medio de consejeros y emisarios ambiciosos; apreciamos los efectos de las pasiones y las rencillas personales, del honor y de la lealtad, del valor y de la codicia. Es en suma, una obra no sólo profundamente didáctica sino a la vez intensamente humana: una exposición de los altos ideales así como de las humanas inclinaciones y flaquezas.

A lo largo de sus capítulos admiramos el ingenio y el valor de los generales, la lealtad de los soldados y los ministros, las bajas pasiones y la codicia desenfrenada de los soberanos y de sus cortesanos. Teoría política, diplomacia, códigos legales y códigos de honor, ética militar y de gobierno, estructura social y educación, religión y tradiciones: todas estas cosas están aquí representadas en un lenguaje asombrosamente actual por su atemporalidad y trascendencia en cuanto a la naturaleza humana.

Es por estas razones que el Zuozhuan fue más tarde clasificado como uno de los Trece Clásicos, al lado de las Analectas de Confucio, el Libro de Mencio, el Libro de las Odas, el Libro de los Ritos y el Libro de las Mutaciones.  Estos libros constituyeron por más de 15 siglos lectura obligada para todo aquél que aspirara a una posición oficial en el gobierno, y en especial el Zuozhuan era tenido en gran estima por su enciclopédica exposición de la ciencia política, militar  y humana por medio de la crónica histórica y no de meros enunciados morales. Junto con el Libro de las Odas, el  Libro de las Mutaciones y el Libro de la Historia, constituye los más antiguos clásicos de la escuela confuciana, y su vasta influencia en obras posteriores permite constatar la preeminencia que llegó a tener en la modelación del pensamiento ético-social chino. Literalmente docenas de sus anécdotas y de sus héroes son bien conocidos en el folclor y la tradición chinos, y muchas expresiones idiomáticas comunes han tenido como origen a este texto. Es imposible minimizar su importancia, no sólo para el estudio de la antigua cultura china, sino también como referencia y exposición de los principios universales que han regido al ejercicio del poder a lo largo de la historia de la humanidad.

EL LIBRO DE LOS RITOS

El Libro de los Ritos (Li Ji), junto con el Libro de las Odas, Las Analectas de Confucio, Mencio, El Libro de la Historia y Los Anales de Primavera y Otoño, forma parte de los clásicos del confucianismo, que eran la educación obligada para todo aspirante a ocupar un puesto oficial o de mandarín en China, siendo más tarde la base para los Exámenes Imperiales. La formación de un erudito dependía así en gran medida de su conocimiento de la ciencia histórica ejemplar y de las ciencias de la política, la ética y las relaciones humanas. Así como la cultura de la India a lo largo de la historia ha sido fuertemente matizada por la religiosidad, en China el acento se ha puesto siempre en el humanismo, en los problemas de las relaciones sociales y en las formas apropiadas de conducirse. Dentro de estos temas, los conceptos de Honorabilidad, Propiedad y Cortesía, expresados en el Libro de los Ritos, siempre han formado un papel preponderante, llevando a China a desarrollar una cultura impregnada de simbolismo y corrección protocolaria en cada una de sus partes, desde el estilo de vestir hasta la arquitectura.

La evolución histórica de este libro fue un proceso largo. En la dinastía Han Occidental (206 a.C. – 24 d.C.) existía ya un gran número de registros y comentarios acerca de los ritos, que eran en su mayoría ensayos de los maestros confucianos elaborados desde el periodo de los Estados Combatientes hasta los comienzos de la dinastía Han. Pero fue durante el reinado de Xuan Di (73-49 a.C.) que el erudito confuciano Dai De y su hermano Dai Sheng se dieron a la tarea de compilar y editar dos libros acerca de los ritos, basándose en esa gran cantidad de material disperso. El libro editado por Dai De se llegó a conocer como Libro de los Ritos del Viejo Dai, mientras que el libro de su sobrino se conoció como Libro de los Ritos del Joven Dai.  Se supone que esta última versión fue más tarde enmendada por el erudito Ma Rong y otros colaboradores, durante los últimos años de la dinastía Han Occidental. Después de estas enmiendas, fue anotado y comentado por Zheng Xuan (127-200), y es esta versión la que ha sido mayormente difundida y que ha sido llamada el Libro de los Ritos.

Sin embargo, este pensamiento, que es taoísta en esencia, encontró también expresión en la practicidad social y ética del confucianismo, en donde la forma externa debe ser equivalente al estado interno. Así, leemos en la sección  La verdadera función de los ritos y la música:

 La música viene del interior, los ritos vienen del exterior.

 La música del interior es tranquila, los ritos externos son ordenados.

 Una música excelsa es sencilla, y un rito excelso es simple.

El espíritu del hombre busca los ideales en todas las culturas, y ¿no es cierto que, mientras los ideales de honorabilidad y de lealtad representan la Confianza como norma aceptada, el Contrato es una declaración de nuestra desconfianza? Abundando aún un poco sobre este tema, podemos ver las palabras del filósofo español José Ortega y Gasset, en su ensayo Ideas de los Castillos: “Hay que comparar los hechos de una época con los de otra, y por separado, los ideales o normas vigentes en ambas. De un lado el haber; del otro, el deber. Es condición de todo ideal no ser posible realizarlo. Su propósito consiste más bien en erguirse más allá de la realidad, influyendo sobre ésta, a la manera que la estrella influye sobre la nave. Norte y Sur son gestos remotos que definen rutas y crean direcciones.”  Es, entonces, el Libro de los Ritos una expresión de esta búsqueda del ideal de Conducta Honorable del Hombre, tal como la concibieron los sabios chinos ya hace más de dos milenios, y que desde entonces extendió su influencia como norte y ruta de la filosofía social china.

Estos dos libros, junto con el anteriormente reseñado LIBRO DE LAS MIL PALABRAS, pueden pedirse en versión impresa ó en PDF, a este correo electrónico:

lmndsxtrn@gmail.com

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