Estudios Cinematográficos de Changchun, la fábrica de los sueños chinos.

Los Estudios Cinematográficos de Changchun (长春电影集 团公司, más conocidos con la abreviatura de Chángyǐng, 长 影) están situados en el noroeste de la ciudad de Changchun, provincia de Jilin. Teniendo en cuenta que fueron la primera empresa de estas características en China de tales proporciones e importancia, están reconocidos como la cuna de la cinematografía del país o, comparándolo con el gigante estadounidense, el “Hollywood chino”.

Los trabajos preparativos para establecer dichos estudios empezaron en el año 1945 después de la rendición japonesa y, un año más tarde, fueron nombrados como Estudios Cinematográficos del Nordeste, donde, a pesar de la situación difícil de posguerra y la escasez de equipos de filmación, se produjeron las primeras películas de la historia del cine chino: un documental científico y educativo titulado La prevención de la peste, la primera película de dibujos animados llamada La captura de Trionix en una jarra, el primer cortometraje bajo el nombre de Que se quede para batir al ejército de Chiang Kai-shek, el primer largometraje titulado El Puente, y la primera película doblada conocida como Un soldado normal. En 1955, se le concedió oficialmente a esta sede el nombre de Estudios Cinematográficos de Changchun.

Desde su fundación, el Chángyǐng se ha dedicado al rodaje y a la elaboración de una gran cantidad de largometrajes, óperas en cine, dibujos animados, películas de doblaje, documentales científicos y educativos, así como multitud de telenovelas, entre las que destacan varias películas de renombre, tales como La chica con cabello cano, La hermana Liu Sanjie, La guerrilla, Batalla en la montaña Shangan, Herederos heroicos, Los visitantes de la sierra nevada, La edad mediana, La guerra Jiawu, etc. Asimismo, se compuso la banda sonora de muchas películas, como Por qué las flores están tan bonitas, El paisaje de Shanxi, Mi patria, El himno de los héroes, etc., las cuales continúan su difusión por todo el país hasta el día de hoy. El símbolo de dichos estudios, el cual consiste en una estatua dorada de un obrero, un agricultor y un soldado, no solamente coincide con las figuras que aparecen en las primeras películas chinas, sino que también se ha incorporado de manera permanente en la memoria de los espectadores durante la segunda mitad del siglo pasado. Los chinos de varias generaciones crecieron en compañía de las películas producidas en el Chángyǐng, por lo que se puede afirmar sin llegar a la exageración que se trataba de la fábrica de los sueños e ilusiones de todo un país. Los intelectuales patriotas recurrieron al mundo cinematográfico para definir sus ideales y perspectivas de la China de aquella época.


A principio de los años 50 del siglo pasado, la mayoría de los chinos aún permanecían en los pueblos apartados y muy mal conectados con las grandes capitales, no tenían acceso ni a la televisión ni a los medios de comunicación, además no existían ni los ordenadores ni Internet, lo que propició que se estableciera una amplia red de distribución y proyección cinematográfica que cubría prácticamente todos los pueblos y aldeas del país. En aquel entonces, era habitual localizar grupos dedicados a este oficio que alternaba la proyección entre pueblos cercanos y transportaban los celuloides, el generador, el proyector y la pantalla en coches o en carros de caballos y, muchas veces, montaban el cine al aire libre. Cuando anochecía, la gente del pueblo, e incluso de otros cercanos, concurría al sitio indicado para sentarse en el suelo y disfrutar de este plato cultural. La expresión china Wànrén kōngxiàng (万人空巷), que significa literalmente “todos los vecinos se vuelcan a las calles”, consiste sin duda en la mejor descripción de lo que ocurría, ya que ni el calor sofocante del pleno verano ni el frío intenso del invierno podía quitar las ganas y la pasión por ir a ver una película al aire libre. Los elementos para dicha proyección eran tan sencillos que incluían nada más que una pantalla, un generador, un proyector de cine, un personal especializado y un foco. El estreno de la película Disparo en la Administración Confidencial Nacional, producida en Changchun, conmocionó a toda la sociedad china de 1979. La recaudación de dicho largometraje ascendió a 180 millones de yuanes con una audiencia de 600 millones de espectadores que pagaron una entrada de tan sólo 30 céntimos, cifras increíbles y milagrosas para esa época. La costumbre de ir al cine se integró de tal manera en la sociedad que supuso un componente más de la vida cultural de los ciudadanos chinos y gracias a las películas nacionales, mayoritariamente producidas en el Chángyǐng, tanto la ciudad de Changchun como su industria cinematográfica se hicieron famosos en toda la nación.

A lo largo de estos 60 años de la fundación de los estudios cinematográficos, se han formado o incorporado numerosos actores de prestigio, desde figuras importantes de la primera época como Guo Zhengqing, Pu Ke, Liang Yin, Fang Hua, Chen Qiang, Bai Yang, Tian Hua, Yu Yang o Ge Cunzhuang, hasta los más recientes ya de fama internacional, tales como Chen Daoming y Jiang Wen. Además, varios actores distinguidos como Lin Qingxia, Qin Han, Zhen Zidan o Jackie Chan, procedentes de Hong Kong o Taiwán, también trabajaron en estos estudios produciendo diversos largometrajes. Este centro también ocupó en su día el primer puesto en la industria de doblaje de películas y durante más de 60 años ha traducido centenares de filmes soviéticos, europeos y americanos, destacando varios profesionales excelentes dedicados al doblaje, tales como Xiang Juanshu, Sun Ao, Chen Rubin y Xu Yan. Cabe especial mención comentar que en 1958 y en 1962 se doblaron respectivamente en estos estudios dos películas clásicas españolas: El Inquilino, protagonizado por Fernando Fernán Gómez, y Muerte de un ciclista, dirigida por Juan Antonio Bardem.

Hasta 2011 se han producido en Changchun más de 900 películas nacionales y se han doblado otras mil. Asimismo, los estudios Chángyǐng han formado a más de un millar de profesionales que han trabajado para otros estudios cinematográficos chinos. Aquí, miles de intérpretes nacionales han realizado su sueño de ser artistas, así han interpretado abundantes personajes, desarrollado los propios estudios, la sociedad, el país y el mundo, influyendo profundamente en el crecimiento de los jóvenes chinos de varias generaciones. Otra contribución de estos estudios cinematográficos consiste en promover el intercambio cultural y comunicativo entre la cultura china y otras extranjeras. La intervención del enfoque mercantil en el cine chino y su apertura al mercado mundial, junto con los desafíos provenientes de los medios de comunicación emergentes, obligaron a los estudios Chángyǐng a tomar medidas para enfrentarse a la nueva situación. Así, en la actualidad, este centro destaca por un desarrollo multidisciplinario que comprende líneas diferentes: producción cinematográfica, turismo cultural sobre el mundo de cine, postproducción de películas y series para televisión, medios de comunicación, representación e interpretación para películas y telenovelas, etc.

Dicen que la ciudad de Changchun y la industria cinematográfica se cruzan y se relacionan tanto en el pasado, en el presente como en el futuro. Si los lectores tienen la ocasión de viajar por esta ciudad, seguramente se darán cuenta de los detalles o elementos que están integrados en Changchun gracias a la cultura del cine. La celebración cada dos años del Festival Cinematográfico de Changchun y el estreno de un canal específico para emitir películas nacionales e internacionales las 24 horas del día constituyen dos ejemplos inmejorables para poner de relieve esta consolidación.

Editado por el Instituto Confucio de la Universitat de València en la revista Instituto Confucio, volumen XIX, nº 4 (julio 2013) por Wang Wen.

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