La Ola Coreana (I): Los Dramas

La «Ola Coreana» o Hallyu (한류 en coreano y 韓流 en chino) es el término con el que se conoce al fenómeno de éxito que vive la cultura contemporánea de Corea del Sur desde finales de los 90. Dicha fama aunque se ha producido fundamentalmente en Asia Oriental y el Sudeste Asiático, se ha extendido por todo el globo dando lugar a legiones de seguidores por todo el mundo. Sin duda se trata de un movimiento desconocido para el gran público en España, pero no así en otros países europeos, EEUU o Latinoamérica. Hace unos meses un artículo de El País mencionaba el fenómeno para hacer referencia a la apertura de un centro cultural coreano en Madrid. Sin duda un pequeño paso más para ese acercamiento de una sociedad, hasta ahora, completamente desconocida en nuestro país.

El término fue acuñado por periodistas chinos en Pekín, quienes sorprendidos por el éxito que los dramas (o telenovelas) coreanos estaban teniendo en su país decidieron llamarlo hánliú ( 韓流), algo así como flujo u ola coreana. Pero el éxito de los dramas no llegaría solo, la música que aparecía en dichas telenovelas también se vio beneficiada del éxito y los espectadores empezaron a interesante por los cantantes y grupos que allí aparecían, coincidiendo con un creciente boom que la musical coreana vivía en su propio país. A este éxito de la música pop coreana se le llamó K-pop.

Por tanto nos encontramos con un fenómeno que engloba principalmente a los dramas televisivos y al K-pop, pero que a su vez ha conllevado el incremento del interés internacional por otros aspectos de su cultura, véase la comida, el cine o la lengua. Pero esto no es fruto de la nada, en estos momentos Corea del Sur (décima mayor economía del mundo) cuenta con una de las mayores industrias tecnológicas y de entretenimiento del planeta, siendo el país de toda Asia con presupuestos más elevados para la producción de películas u otros aspectos de la industria del entretenimiento. Como en tantas otras cosas, cuando una cultura tan atractiva como la coreana ha sabido ser explotada por una industria potente e inversión que la respalda han dado lugar a un producto, que a su vez, ha sabido ser vendido. Un fenómeno inesperado, tal vez, pero los elementos del éxito son siempre los mismos. Un buen ejemplo de cómo la cultura del entretenimiento, si se sabe cómo, puede cumplir con un valor triple: cultural, económico y de imagen, que al final repercute en un beneficio para toda la sociedad. No es sólo cuestión de dinero, sino de tener una visión internacional, unir sinergias y saber hacer.

Dramas coreanos

A continuación me gustaría realizar una breve introducción a uno de los aspectos que integran la mencionada Ola Coreana, los dramas.

Para entender su fama internacional debemos remontarnos a finales de los 90. Por aquel entonces la compra de estas series por las televisiones chinas, japonesas o taiwanesas, se debió a su similitud de éstas con las que provenían de Occidente -hasta entonces referentes también en Asia-, pero a un coste mucho menor. De esta forma se llenaba un interés por la ficción televisiva, pero a cambio de una supuesta menor calidad. La sorpresa fue cuando, contra todo pronóstico la población acogió con un tremendo interés a estas series, obligando a las televisiones a tener que volver a emitir los capítulos ante la demanda de su creciente público. La afinidad cultural de estos países con Corea del Sur, la mezcla de tradición y modernidad, y la importancia de la estética de una sociedad cada vez más superficial, consiguieron lo que nadie había previsto.

Pero ¿cómo son estas series? La temática habitual es sencilla y se podría resumir en dos grandes grupos: temática histórica y amor. Las primeras suelen ser grandes producciones ambientadas en épocas pasadas de Corea en las que destacan elementos como los paisajes, las vestimentas tradicionales o las artes marciales. Las segundas suelen estar basadas en conflictos de pareja del tipo triángulos amorosos, relaciones problemáticas con algún familiar político o problemáticas de tipo económico. Aunque puedan parecer temáticas bastante comunes, hay que conocer un poco la sociedad coreana para entender hasta que punto esta ficción es reflejo o no de la realidad. Aspectos como la jerarquía familiar o el materialismo están muy acentuados en Corea del Sur lo que da pie a muchas situaciones de las que se nutren sus producciones. En este caso, como en tantos otros, lo que se ve es fruto de una realidad social muy peculiar.

Para ir terminando, y aunque la lista de dramas en la actualidad es muy extensa, no quisiera irme sin citar algunas de las series de éxito originarias y que dieron lugar «Ola» en países como Japón, Hong Kong o Filipinas: Sonata de invierno, Una joya en el palacio o Full House.

Y para cerrar el post de hoy, os dejo con un vídeo extraído del blog Coreano por gusto en el que se realiza una breve descripción en tono de humor de los dramas coreanos:

Seguiremos hablando de la Ola Coreana (más sobre los dramas, el Kpop o el cine), sin duda uno de los fenómenos relacionados con la cultura contemporánea de mayor éxito en el mundo.

Artículo original -> La Fiebre Amarilla

por Víctor Rico Reche

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