Recuerdo que cuando estaba aprendiendo inglés en Derry, Irlanda del Norte, mi querido profesor y amigo Tony Gillespie me ofreció un consejo de lo más valioso a modo de apertura de una de sus célebres lecciones: “Si alguien te dedica unas palabrotas en otro idioma, es importante que entiendas exactamente lo que te están diciendo”.
Pero además del interés práctico que pueda tener conocer los bajos fondos del idioma, tan universales y a la vez tan sistemáticamente ignorados por los manuales de aprendizaje, nos encontramos con el interés de analizar a qué o quiénes se menciona en dichas expresiones desde un punto de vista sociológico.
En el caso del mandarín, uno de los rasgos que más llama la atención es la práctica carencia de blasfemias, o “maldiciones” mínimamente populares que hagan referencia a elementos de lo divino.
Esto se debe en parte a que, en China, los procesos de sacralización (entendidos desde el punto de vista de Durkheim) se han centrado más en las figuras sobre las que se proyecta el valor de la piedad filial, como serían los ancestros y los miembros respetados del linaje patriarcal.
Y es precisamente en ese ámbito del parentesco donde podemos detectar algunos de los descalificativos más potentes, sobre todo cuando se combinan con elementos de la sexualidad y de las relaciones incestuosas:
操你祖宗十八代 (cào nǐ zǔ zōng shí bā dài) Traducción: jode a tus 18 generaciones de ancestros.
Podría parecer que se trata de un peso pesado de los vituperios, pero en realidad no es tan terrible como otros que veremos a continuación, posiblemente porque cuenta con cierto aire literario que deviene de la referencia a las 18 generaciones de ancestros como objeto de culto tradicional.
妈的 (mā de) Traducción: imprecisa.
Aunque la traducción literal sería algo así como “tu madre” o “de madre”, su equivalente en español sería un simple “mierda”, aunque en chino suena algo más potente por el hecho de estar mentando a la madre. Se trata de uno de los palabros más recurridos y fáciles de identificar en China, junto con el también popular 他妈的 (tā mā de) que tendría una connotación de sorpresa similar al inglés “what the fuck?”
操你大爷cào (nǐ dà yé) Traducción: jode a tu ¿tío? ¿abuelo?.
Una expresión bastante popular Pekín que apenas llega a considerarse como una irreverencia grave, debido principalmente al elemento cómico que reside en la imagen del receptor de tal dedicatoria, generalmente un hombre, practicando sexo con parientes varones de edad madura o avanzada.
操你妈 (cào nǐ mā)Traducción: jode a tu madre.
Como ya demostró el brillante antropólogo Claude Lévi-Strauss, hacer mención de las relaciones incestuosas siempre supone una opción delicada en cualquier civilización, pero todavía lo es más cuando se hace referencia a aquella que movió a Edipo a arrancarse los ojos.
En su versión “heavy” encontraríamos la también recurrida 你妈了个屄 (nǐ mā le gè bī) que al mencionar expresamente el órgano reproductor de quien nos ha traído al mundo, añade algo más de recochineo al asunto.
La versión “light” del insulto admite también la posibilidad de mencionar al padre en lugar de a la madre, aunque es una opción mucho menos popular y quizás un poco menos seria.
你妈卖屄 (nǐ mā mài bī)Traducción: tu madre vende (su) coño.
Este es, sin duda, el insulto más grave de toda la lista, ya que es el que de forma más clara se refiere a la actitud activa de la madre del afectado hacia la venta de sus órganos sexuales. Como curiosidad os diré que el último ideograma de la expresión constituye casi un objeto de tabú para los chinos, que en los últimos años vienen sustituyéndolo por la “B” latina.
婊子养的 (biǎo zi yǎng de)Traducción: hijo de puta.
Se trata de una especie de versión pasiva del anterior insulto, con el foco sobre el sujeto nacido del ejercicio de la prostitución, por lo que, aún constituyendo una grosería de alto nivel, no llega a las marcas del agravio extremo. En Wuhan (Hubei), por ejemplo, es una expresión que se repite hasta el hartazgo; tanto, que casi ha perdido su significación original.
剁你爸鸡巴 (duò nǐ bà jī bā) Traducción: corta la polla de tu padre.
Para los que estabais cansados ya de tanto insulto dedicado a las pobres madres, aquí va uno que puede suponer una afrenta bastante grave, pues ilustraría un ataque devastador contra una parte de la anatomía masculina tradicionalmente esencial para la continuidad del linaje.
Por otra parte, resulta curioso comprobar como el animal recurrido como eufemismo para el pene es, una vez más, el pollo. Y de forma similar a lo que ocurre con la connotación que se otorga en España al miembro masculino, en China, los adjetivos precedidos por la expresión 真鸡巴 (zhēn jī bā) adquieren una carga extra de énfasis.
Como podéis comprobar, no cabe duda de que nos parecemos mucho a los chinos cuando se trata de faltarnos al respeto, y parece que además recurrimos a la misma simbología cargada de sexismo y machismo heredados de la cultura patriarcal.
Espero estar equivocado, pero ya veréis como al final va a resultar que los elementos que compartimos como humanidad no se sitúan precisamente en las etéreas alturas de los valores universales, sino en los bajos fondos ancestrales de las palabrotas y cochinadas que nos decimos cuando nuestro entorno no nos trata como esperábamos.
Una idea sobre “¿A quién mientan los chinos en sus peores injurias?”
Tienes toda la razón. Yo fui en el mes de junio y desde luego las horas que recomiendo son basándome en una temperatura «agradable». Aun así y como bien dices, si se va en invierno será necesario un buen abrigo, bufanda y luego ya…¡a disfrutar!