Aunque Bruce Lee, tuvo una carrera cinematográfica muy generosa, iniciada en su más tierna infancia, hoy solo analizaremos la etapa comprendida entre 1970 y 1973, y haremos un breve recorrido a través de las cinco películas que le hicieron convertirse en un ídolo de masas, a lo largo y ancho del globo terráqueo.
Corría el año 1970, cuando Bruce Lee desengañado ya del sueño americano tras haber sido rechazado en la serie «Kung Fu» (serie que el mismo ideó), decide regresar a Hong Kong para probar suerte en la industria del cine. Después de ser menospreciado por la Shaw Brothers,es tentado por la Golden Harvest(la competencia directa, capitaneada por Raymond Chow) para realizar el papel protagonista en dos películas. El primer fruto de esta nueva etapa, fue «Karate a muerte en Bangkok», una película de bajo presupuesto rodada en Tailandia, bajo las órdenes del rígido director Lo Wei. Y aunque en medio mundo se exportó en 1971, con el nombre de «The big boss», en nuestro país la casa Incine, decidió rebautizarla como «Kárate a muerte en Bangkok», un título más atractivo para que el público supiera de antemano, que ahí iba a haber tortazos. La película pulverizó todos los récords de taquilla en Asia, y aunque para un servidor, no es precisamente la joya de la corona, descubrió al mundo entero una nueva forma de retratar la violencia en el cine. El público no había visto antes semejante explosión de golpes, i tal fue el asombro, que Bruce Lee se convirtió en una súper estrella.
Borrachos de éxito, Bruce lee, Raymond Chow, y Lo Wei, empezaron a preparar la que sería su segunda película juntos, solo que esta vez contaban, con un presupuesto que doblaba a la anterior producción. Y se estreno en 1972 bajo el nombre de «Fist of Fury», pero como de costumbre el baile de títulos estaba servido… Aquí la conocimos como«Furia oriental», pero más curioso fue el título que le otorgaron en Estados Unidos, «The chinese connection», debido al éxito de la popular «French connection». Aquí, Bruce Lee nos mostraba un estilo de lucha aún más mortífero, esta vez encauzado para humillar al enemigo opresor Japonés, dando vida a uno de los personajes claves en la filmografía china, Chen Zhen, y demostrándonos que no se andaba con rodeos, ya que al menos en la ficción, era capaz de matar con un par de golpes de sus puños desnudos.
Pero no siempre actuaba desarmado, en este film también se dio a conocer mundialmente, el terrible nunchaku, dos palos unidos con una cadena, originalmente utilizados por los agricultores para desgranar el arroz, pero que en manos de Bruce, resultaba un arma letal. Hecho que acabó de desatar la fiebre amarilla, pues ahora las madres de todo el mundo, tenían que vigilar bien sus escobas, para que sus hijos no hicieran de ellas un arma mortal con la que atormentar al resto de la familia. La película batió las cifras impuestas por su antecesora y lanzó a Bruce Lee a la categoría de héroe en china, y icono para todos aquellos que se sentían oprimidos. Para que esto no quede sólo en palabras, podréis comprobarlo vosotros mismos con este trailer promocional donde descaradamente se apropiaron temas de otras películas que seguro que os son bastante familiares:
Cansado, de la forma de dirigir de Lo Wei, Bruce Lee, rechazó la nueva propuesta que éste le ofrecía titulada «El tigre de cara amarilla», y se enfrascó en un nuevo proyecto a modo de hombre orquesta dónde él mismo, se echaría a las espaldas los roles de director, guionista, productor, y cómo no, el de protagonista absoluto. Con el nombre de «The Way of the dragon» aquí«El furor del dragón»,Bruce Lee, nos traía a las pantallas, una película supuestamente desarrollada en Roma. Pero nada más lejos de la realidad… Sólo algunas escenas puntuales habían sido rodadas en la capital italiana. El resto de la película fue grabada en Hong Kong. Sin duda la escena más recordada de la cinta, es la que enfrentaba en combate a muerte, en el mítico coliseo romano ,a dos «gladiadores» de la talla de Bruce Lee, y de Chuck Norris, que por aquel entonces, debutaba en la industria. De dicha escena sólo algunos planos anteriores y posteriores a la pelea fueron grabados en el coliseo, y sin permiso, ya que el equipo de rodaje los registró rápidamente a la apertura de puertas del monumento, a primera hora de la mañana, cuando aún no estaba inundado de turistas. La batalla en sí, fue grabada en el estudio de la Golden Harvest, en Hong Kong, con monstruosos pósters de fondo, simulando las vistas interiores y las estructuras del Coliseo Romano. La película como iba siendo habitual, volvió a mejorar los números de sus antecesoras. Catapultado hacia lo mas alto, Bruce Lee empezó con la que sería su nueva película «Juego con la muerte», proyecto que enseguida dejo aparcado, cuando recibió la llamada de Hollywood para realizar «Operación Dragón» un film producido por la Warner Brothers, que contaba con un equipo y un presupuesto muy generoso. La dirección delegaba en el norteamericano Robert Clouse, con el que Bruce Lee trabajó codo con codo, involucrándose tanto, que esto le llegó a repercutir en su salud. En ella Bruce Lee ejercía de una especie de James Bond de las artes marciales, y acompañado por John Saxon (y su peluquín) y Jim Kelly, nos dejó la que para mí, es su mejor y más destacada obra. Lastima que Bruce, nunca pudo saber el enorme éxito que cosecharía la producción, ya que lamentablemente murió semanas antes del estreno de la película. Concretamente la tarde del 20 de julio de 1973, estando en la casa su amante, la actriz Betty Ting Pei, tomo un fuerte analgésico, llamado Eugenesic, para calmar su jaqueca. Ya no despertó jamás. Pese a que se encontraron restos de hachís (substancia con la que ya había tenido problemas anteriormente, y de la que los médicos le habían recomendado alejarse) en el cadáver del ídolo, la versión oficial sostuvo, que Bruce había muerto de un edema cerebral, causado por una reacción alérgica al medicamento que utilizó para calmar la jaqueca.
En 1978 años, unos años más tarde y movidos por el afán recaudador, Raymond Chow y la Golden Harvest, realizaron la que sería la última película de Bruce Lee. Decidieron aprovechar parte del metraje que él ya tenia rodado de «Juego con la muerte», y terminarla utilizando imitadores, y trucos de montaje, realizados con cortes de otras películas anteriores, creando un resultado, a veces demasiado vulgar, incluso para una película de artes marciales. El resultado fue, una producción morbosa, y curiosa, que acabó enfadando a los fans de todo el mundo, que esperaban ver una película del autentico Bruce Lee, y no otro ejercicio de imitadores. Por si el delito no fuera suficiente, la película fue promocionada con frases del estilo de «La película que ha estado esperando el mundo durante 4 años, ahora retumba en la pantalla», «la última y la mejor», «con Gig Young, ganador de un oscar», y «los mejores actores del mundo». El pobre de Gig Young terminó su carrera con esta película, ya que acabo ese mismo año con su vida y con la de su mujer, a la que había conocido en el rodaje. Las escenas originales de Bruce Lee, fueron alteradas y muy recortadas en el montaje final, pero en el documental «Bruce Lee: a warrior Journey» realizado en el año 2000, se muestran los 34 minutos que Bruce Lee rodó para la película tal y como él, los había pensado.
Albert Rodríguez
Este artículo lo escribí anteriormente para Nosolocine (16/01/2014)
Una idea sobre “Bruce Lee: Los mitos nunca mueren”