Crea un rincón asiático en tu cocina**

Antes de mirar recetas y comprar ingredientes, es primordial tener preparados los “cacharros”. Por eso hoy vamos a crear un rincón asiático en la cocina con seis utensilios, y para finalizar os daremos una sencilla receta de un conocidísimo plato asiático para que podáis usar todo este menaje así que…manos a la obra:

ARROCERA ELÉCTRICA

Desde que se inventó la arrocera eléctrica en Japón en la década de los 50, la preparación regular del arroz es muy cómoda y rápida, ya que además del aparato y del alimento, sólo se necesita agua. Es un aparato ancho, cilíndrico, recubierto de teflón, tapa con agujero para que escape el vapor y un pequeño recipiente a un lado que recoge el agua que sobra después de cocer el arroz. En la superficie interior vienen marcadas las medidas. Las arroceras suelen venir con una taza medidora para agua y arroz, y una espátula blanca de plástico para sacar el arroz. También existen espátulas de bambú. El uso de la arrocera no se queda ahí, también permite cocer al vapor, hervir a fuego lento e incluso preparar sopas.

EL WOK

El wok, un término en chino cantonés que ha dado la vuelta al mundo y que además en España, da nombre a muchos restaurantes, es un utensilio completo y versátil. Abarca las funciones de sartenes y ollas, permitiendo un sinfín de platos: salteado, estofado, frito, al vapor, a la plancha… vamos, ¡un todo en uno! Originario de China, el wok es una especie de sartén de forma semi-esférica y de amplia superficie cóncava, la cual permite que el calor se acumule en el centro y luego se distribuya de manera uniforme por las paredes del wok, mientras se cocinan simultáneamente ingredientes variados. Desde pollo, cerdo o gambas hasta cebolla, zanahoria, tofu, brotes de soja o setas. Ah, y sin olvidar dos detalles: por un lado, se han de cortar previamente los ingredientes en trozos homogéneos para su mejor cocción y por otro, hay que calentar el wok muy bien antes de echar el aceite. Asimismo, se pueden añadir después todo tipo de salsas, que se fusionan con el jugo de los alimentos. El proceso es muy rápido, por lo que conviene tenerlo todo preparado para no quemarse la comida. Por eso, cuando vemos a los cocineros hacer bailar los ingredientes en el wok, no lo hacen precisamente para entretener, sino para distribuir bien el calor y utilizar menos aceite. A menudo apreciamos esas potentes llamas de fuego, y esto se debe a que la característica principal del wok es que se cocina a la temperatura más alta. En los restaurantes se utilizan grandes fogones, pero en casa es suficiente con subir el fuego al máximo ya que no hacemos la misma cantidad de comida.

Ya que hay tantos woks en el mercado…¿con cuál nos quedamos? Los woks tradicionales (y los más ideales) son de acero al carbono, que por sus propiedades, conservan mejor el calor, lo distribuyen mejor y los alimentos no se pegan a las paredes. Aunque pensemos que sólo se curan jamones, los woks deben ser “curados” antes de su primer uso. En cuanto al tamaño, los woks cuentan con un diámetro de entre 30 y 35 centímetros. Esta longitud permite colocar una vaporera de bambú en su centro y cocinar al vapor. Los woks presentan una profundidad de unos diez centímetros (para uso doméstico, particular), llegando a alcanzar unos 15 o 20 si se utiliza en un restaurante, puesto que allí se cocinan más cantidades de comida.

LA ESPÁTULA Y EL CAZO

Acompañando al wok están la espátula (wok chuan) y el cazo (wok hoak). El mango de madera de ambos utensilios sirve para prevenir quemarse uno. La espátula, en forma de pala, permite un uso rápido, fácil y ligero. Los lados abiertos hacia fuera e inclinados se ajustan muy bien con las curvas del wok. Por otro lado, el cazo es profundo y viene muy bien para servir sopas y salsas. Aunque en realidad, los cocineros expertos utilizan solamente el cazo, que permite mayor maniobrabilidad. Los tamaños de ambos utensilios son de 30,5 cm/35,6cm/40,6cm y el más usado en las casas es el mediano. A la hora de freír también tenemos la espumadera, que levanta los alimentos del aceite hirviendo o para colar alimentos hervidos.

LA CESTA DE BAMBÚ

Otra forma tradicional de cocinar al vapor es utilizando la cesta de bambú trenzada. Con los alimentos en el interior y sin tocar el agua hirviendo, se coloca la cesta en un wok o en una olla, permitiendo así que se conserven mejor las vitaminas y demás propiedades de los alimentos, realzando así la frescura y el sabor de la comida. Además, la tapa no es hermética, por lo que no crea excesiva condensación en el interior. Los hay de diferentes tamaños, ya que depende del wok o de la olla que utilicemos y tienen una altura de unos 10cm.

EL MORTERO

Por último, vamos a hablar de unos utensilios esenciales en las cocinas tailandesas e indonesias: el mortero y la maja de piedra de granito. Gracias a este material, duran muchos años, incluso si se utilizan sin parar y diariamente. Con ellos se machacan hierbas de limón, combava o galangal y extraen un sabor, un aroma que un procesador de comida no conseguiría. Vienen especialmente bien para preparar salsas de chili y pastas de curry.

Y después de montar este rinconcito asiático, nos han entrado unas ganas de cocinar… ¿Qué tal si estrenamos los utensilios con una receta fácil de arroz frito tres delicias?

Crea un rincón asiático en tu cocina, fue publicado en la sección «Sabores de Oriente» de Yuanfang Magazine

Deja un comentario