Face to Face: La importancia de la imagen pública para los chinos

Tiempo atrás a un proveedor amigo  le pedí que enviara unos productos a las bodegas de otra fábrica para consolidar (juntar) una carga, cuestión de logística habitual este tipo de trabajo. Yo le hablaba, chateando por Skype,  sobre esta materia totalmente despreocupado y sin tomar especial atención a mis palabras ya que era un tema de rutina. Me dijo que prefería que fuera el otro proveedor quien le mandara la mercancía a sus bodegas, situación que no me convenía. Le insistí que no, que debía ser tal como lo había establecido desde un principio. Entonces, argumentó que me saldría caro por el transporte, que su propuesta era más barata y otros mil argumentos circulares y sin sentido. Confirmé dicho precio con la fábrica número dos y no era verdad lo del valor más alto. Por lo tanto, de nuevo me negué. Ya me estaba pareciendo rara la cosa. Y siguió en la misma hasta que, al final se sinceró; no quería enviar la mercadería para allá porque creía que ese proveedor era una amenaza para él y le podía copiar sus productos.  Y he ahí que yo  – ignorante de mi contexto –  le digo “pero si opinas eso ¿por qué la otra fábrica no puede creer que tú también les copiarás a ellos?” Shazzzz!!!!  Ardió Troya, quedó la grande.  Se volvió loco de furia: …Que era una “insolencia”, que como le decía eso, que qué me creía, que no seguiría hablando conmigo, que era un desleal y un largo etcétera de epítetos.

Tuve que parar de hacer mis cosas y reaccionar sacudiendo la cabeza… ¿Qué  le había pasado a este chino? – me pregunté-  ¿qué dije de malo?  Leí y releí el chat y no hallaba mi insolencia. Luego, tuve la mala ocurrencia de llamarlo por teléfono y,  por primera vez en la vida, fui gritoneado y vapuleado por un proveedor que estaba hecho un energúmeno, aludiendo a que yo le había dicho palabras terriblemente hirientes, que cómo le decía que el copiaba productos  y todo el rosario de nuevo.

Pues bien, sin saberlo le había quitado el “Face” a un chino.
Nuevamente, por favor no me tomen como experto antropólogo, ni mucho menos, trataré como simple mortal que vive en estas tierras de explicar y ejemplificar a qué se refiere esto del “Face” que es un asunto bien jodido en las culturas orientales, especialmente en China.
Los chinos son extremadamente preocupados de su imagen pública. Es muy importante para ellos que la gente los aprecie como rectos, justos, honorables y, por sobre todo, exitosos. Pero es mucho más importante en esto la cáscara que el contenido, o sea el factor que “se aprecie”. Una latina conocida nuestra que es profesora de una escuela básica bilingüe en Shenzhen nos contaba que para los padres era vital que dichas escuelas tuvieran presentaciones o sea actos de los niños. En ellos, los pequeños mostraban al público como dominaban el inglés, recitaban hasta diez o sabían los colores. Pero en otros aspectos de su educación harto más centrales en que se les pedía colaboración para acompañar el aprendizaje eran por lo común, indiferentes.  Lo importante era mostrar que su hijo sabe, mucho más que si sabe de verdad.
Otra amiga, también profesora de un colegio chino pero de currículum inglés con maestros todos extranjeros,  nos contaba que como en todo grupo de niños a veces se producen peleas y conflictos entre ellos.  Entonces acostumbran llamar a los padres para tratar el conflicto de sus hijos y de esta manera solucionarlo desde el hogar o poder conversarlo entre adultos. Pero en un número importante de los casos los apoderados  piden, por favor, no ser enfrentados con los otros ni asistir al colegio porque afecta su “face” y el de su familia. Piden que por último, se sancione con severidad a sus hijos pero no ser evidenciados ante nadie por la posible “falta”.
Por “Face” ha habido  asesinatos de maridos y novios despechados, peleas varias y conflictos de a montones. Es también la razón por la cual un subalterno debe tener claro como dirigirse a su jefe y un pariente menor, al jefe de familia. Se pueden afectar “Face” personales, familiares o corporativos.
Entonces para definirlo el “face” es una mezcla entre el honor, la autoridad de una persona pero, por sobre todo, su imagen ante los demás. Por ello mucho más importante que cometer una falta moral es que se comente que alguien la cometió lo que se traduce en una pérdida de “face” que es algo gravísimo para muchos chinos, más aún si tienen algún nivel jerárquico en sus empresas, familias, gobierno o el escalafón que sea.
Mentir, por ejemplo, en cierto contexto evasivo no es interpretado como grave incluso puede ser muy conveniente y aceptado socialmente para evitar una pérdida de “face” propio o para impedir que la persona a la cual se le ha mentido se vea enfrentado a una verdad o situación que afecte su propia imagen. Pero ser develado en la mentira, llamado e identificado como mentiroso, es altamente ofensivo.
Llevado entonces al ejemplo con mi proveedor  chino, el problema no era que el pudiera copiar los productos de la competencia, de hecho muchas veces tuvimos reuniones casi completas en que nos dedicamos a analizar a la competencia y ver cómo le copiábamos sus productos, el problema es que despreocupadamente con mis palabras le cuestioné que podía ser  un copión. Si eso mismo hubiese ocurrido en una sala donde estuviesen además sus trabajadores escuchando, capaz que hubiese agarrado una espada y me parte en dos porque hubiese amenazado masivamente su “face” ante quienes directamente debe resguardarlo.
Por eso mismo,los chinos se andan cuidando de “pisarse los callos” todo el tiempo y son tremendamente indirectos, redundantes e imprecisos para plantear cualquier cosa. Nunca te criticarán directo, ni negaran claramente algo que para ti es importante, te lo harán saber de alguna forma que no dañe tu propio “Face”.
Como ven (ufff!!!) no es fácil por acá el “face to face”….