Kamen rider, las copias taiwanesas

Después de haber repasado ya una gran parte del principio de la historia del cine en Taiwan, de haber conocido las etapas más radicales, más aventureras y también más artísticas, hoy queremos hablaros de algo completamente distinto, concretamente de las copias (legales o ilegales) que se hacían en Taiwan de series o películas conocidas (sobre todo japonesas) aprovechando en parte que ese cine no se veía en Taiwan, aunque fuera a tener una fama asegurada, y por otra parte las muchas filmaciones japonesas que se hacían en Taiwan para aprovechar el precio de las localizaciones y de los extras. En una de esas copias, se intentó traer hasta Taiwan a los grandes héroes tokusatsu que inundaban los televisores japoneses en los ’70 y, cómo no, los más conocidos eran Ultraman, Kamen rider o los Super sentai.

Sobre Kamen rider, el famoso superhéroe en motocicleta, se hicieron unas cuantas versiones, entre ellas títulos como Box monster, The five super rider o Super rider, todas ellas robando partes de algunas de las películas originales (no se sabe si con permiso de Toei o ilegalmente) y añadiendo otras propias para que no fuera la misma película (usando actores y medios taiwaneses que no pegaban demasiado con la original).

La película concreta de la que queremos hablaros es The super rider (La guerra de los inframanes como se ha titulado en su edición española), dónde un tipo es atrapado por la Hermandad de Satán y expuesto a una máquina que le convertirá en un superhombre al servicio de los malvados, pero da la causalidad de que su maestro era el inventor de la máquina (por supuesto obligado) y la manipula para que éste obtenga los poderes, pero no el lavado de cerebro, también le contará sobre un compañero que está igual que él, así que irá a buscarlo y entre los dos decidirán combatir a la hermandad y derrotarla. Como no, cuando llevan sus poderes al máximo adoptan un supertraje y se convierten en superhéroes, que podrán luchar contra todo el ejército de los malvados, contra algunos de sus monstruos y también contra sus líderes (aunque no está muy claro el orden jerárquico). Al principio intentarán salvar a científicos para que no los usen más en su malvada máquina, pero pronto se verán obligados a luchar tan sólo por salvar sus vidas.

Esta película ya no os diremos que es una copia o adaptación de Kamen rider, aquí van más allá y directamente es Kamen Rider vs. Shocker y Kamen Rider vs. Ambassador Hell con algunos trozos cortados y otros añadidos usando actores taiwaneses (como los protagonistas o el malvado viejo vampiro), así que, a parte de algunas inconexiones en el guión y de algunos cortes de escena que os dejarán con cara de “¿aquí que acaba de pasar? ¿Esto como se come?” tiene toda la acción y el estilismo de su original.

También el guión es más o menos copiado de la historia original de Kamen rider, cogiendo la misma historia y cambiando sólo pequeños detalles para hacérsela propia, intentando resumir la trama principal a lo mínimo posible y usarla para destacar las luchas; por supuesto lo trajes, motos, los soldados malvados, etc. son los originales japoneses.

Al final se trata de una película para disfrutar de sus tonterías y sus artes marciales, pero casi olvidarse del argumento o de buscarle un sentido a todo lo que está pasando, porque no lo tiene, es más bien una sucesión de luchas y maldades encadenadas porque sí y con un final completamente ridículo, lo que tendría que gustar a los fans de la acción y el kungfu que no conozcan a este personaje. Una de esas películas tan malas que ahora nos parecen muy divertidas, pero cuidado, que hay muchas de estas, esto es solo un ejemplo.

*Este post se publicó originalmente en la sección Oriental Film Bros. en Yuanfang Magazine

Autor: Katanas y Colegialas