El gigante asiático representa casi la mitad de la capacidad de generación de energía a base de carbón del mundo. China se prepara para alcanzar el máximo de sus emisiones locales de carbono para 2030 y su participación continua en el desarrollo de la energía del carbón en el extranjero ha atraído cada vez más la atención del panorama internacional.
¿Qué está haciendo China?
Por el otro lado, es prometedor que China haya aumentado el financiamiento para las energías renovables en los últimos cinco años, pero esto no ha sido suficiente para frenar la aceleración del aumento de la temperatura global. La última reunión del G20 sobre medio ambiente, clima y energía elevó aún más la urgencia del tema antes de las conversaciones sobre el clima de la ONU en Glasgow a finales de este año 2021.
Por suerte, recientemente estamos viendo una tendencia prometedora. Si bien la demanda mundial de energía se redujo en 2020 debido a la pandemia, la inversión mundial en la transición energética en realidad aumentó. El sector de la energía podría ser una fuerza impulsora importante para impulsar el camino del mundo hacia una recuperación sostenible de Covid-19.
China tiene un papel clave que desempeñar en la transición energética global en sus fronteras y fuera de ellas. Tiene delante la tarea de la rápida eliminación del financiamiento del carbón en todo el mundo y al mismo tiempo, facilitar la transición energética y económica en diferentes partes del planeta. China tiene la oportunidad de asumir el liderazgo climático internacional durante un momento absolutamente crítico.