Viajar a China, un reto muy enriquecedor

China es una civilización que ha conseguido sobrevivir al paso de los siglos hasta convertirse en potencia mundial. En la actualidad posee una de las culturas más ricas del mundo, una compleja y extensa historia, y un futuro prometedor basado en un asombroso avance tecnológico y una visión de los negocios fundamentada en la competitividad.

Por todo esto, sea cual sea tu perfil, tus aficiones o tus metas a obtener en la vida, este país siempre puede aportarte algo. Algo que a pesar de los obstáculos y complicaciones que puedan aparecer, es importante luchar por llegar hasta él y dejarse influir por el torrente de  iluminación que te puedan provocar.

A continuación haremos un repaso por algunas de las dificultades principales que pueden encontrarse al viajar a un país tan exótico y diferente como China,  y la mejor manera para convertir estas dificultades en aspectos positivos que te ayuden a crecer en los distintos aspectos de tu vida.

1. Idioma

Evidentemente uno de los inconvenientes principales con los que te encontrarás a la hora de viajar a China es su lengua, oficialmente el Chino mandarín. Actualmente es uno de los idiomas más importantes y con más usuarios: alrededor de 1.200 millones de personas ya lo hablan  en el mundo.

Al contrario de otras muchas lenguas, en el chino no puedes inventarte una palabra esperando que haya suerte y coincida con la realidad, ya que la etimología de las lenguas orientales y occidentales es muy dispar. Por ello, unas nociones básicas de este idioma son siempre necesarias para la comunicación.

La parte fácil es la gramática, ya que no existen conjugaciones verbales, los sustantivos y adjetivos carecen de género y número, y no se utilizan artículos. Su ortografía también es sencilla, ya que escriben sin dejar espacios, no utilizan las mayúsculas y sus signos de puntuación son algo arbitrarios. En el punto intermedio se encuentra la fonética, cuentan con pocos sonidos, pero estos son complejísimos de pronunciar. En el lado opuesto, el complejo, sus caracteres, muy diferentes a los del abecedario occidental, y cuya única manera de aprendizaje es la memorización.

Foto: KanZhongGuo

No obstante, el aprendizaje del chino puede ser muy positivo. Es el idioma de la segunda potencia mundial y por tanto de muchos campos relevantes (tecnología, telefonía, producción y energías, entre otros), además de la lengua más hablada del mundo.

Estas dos razones bastan para saber que tener al menos un conocimiento esencial de este idioma te servirá para destacar sobre posibles competidores en la búsqueda de trabajo, o simplemente  para tener otra visión, más culta e ilustrada de la vida.

2. Cultura y Valores

Es innegable que la sociedad y cultura chinas son completamente diferentes a nuestras homólogas occidentales. Esto hace que usos culturales para nosotros muy aceptados y comúnmente utilizados (saludar con dos besos, por ejemplo) se conviertan en costumbres extrañas y poco habituales en una sociedad tan distinta y compleja como la china. Por el contrario, en la cultura china encontramos multitud de elementos culturales (por ejemplo, el marcado carácter jerárquico de su sistema social) que a priori pueden resultarnos chocantes e incomprensibles, pero no por eso menos enriquecedores.

Otros aspectos culturales pueden resultarnos frustrantes y difíciles de aceptar en un principio, como su costumbre de no realizar filas para esperar, su carácter más grupal y menos individualista, o las dificultades de la población china para comunicarse de forma directa e ir al grano.

Algunos de los principales valores, de los que podríamos tomar nota, de esta sociedad son la importancia de obrar bien y las consecuencias de esto para la familia, el respeto y la veneración a las personas mayores, o la importancia capital de la educación.

Tras conocer de forma general las bases de la sociedad china, se puede decir sin miedo que el contacto con esta cultura puede enriquecer tu vida en general. Resaltando entre sus aspectos positivos el de obtener un mayor grado de apertura y respeto por otras culturas, el anhelo o sed de nuevo conocimiento, o un aumento de la disciplina y de la responsabilidad y un mayor sentido de la estética.

3. Comunicación

La falta de espontaneidad y la dificultad de decir “no” ante determinadas peticiones directas suponen algunas de las diferencias más importantes de la comunicación china con respecto a la cultura occidental. Quizás éstos sean aspectos poco favorecedores para mantener una comunicación clara y directa, pero deben ser siempre valorados en el contexto de las enormes diferencias entre ambas culturas.

Sin embargo, otros elementos culturales como el guanxi (traducido generalmente y de forma simplista como “red de contactos”) suponen una forma avanzada y más compleja de relacionarse socialmente. A través del guanxi se genera una dinámica muy positiva que favorece mantener relaciones interesantes para ambas partes a lo largo del tiempo. Por ello, dar una tarjeta de presentación y aceptarla con el debido ritual, permite a los individuos acudir al otro en un futuro para obtener un favor o servicio.

Foto: OrangeRed

De la misma manera que la cultura china tiene su propio reglamento para la comunicación verbal, con respecto a la no verbal también existen ciertas peculiaridades. Ésta toma cuantiosa importancia en la sociedad china. Algunas de las costumbres que indican respeto y educación en Occidente, tienen aquí un significado muy diferente. A continuación algunos ejemplos:

– Un contacto visual directo se considera intimidante y agresivo.

– Dar la mano sólo se hace con personas del mismo status. Lo correcto es tender ambas manos o bajar la cabeza haciendo una ligera reverencia, siendo señal de respeto.

-Las demostraciones de afecto (besos, abrazos u otras formas de contacto físico) no están bien vistas en público.

Estas normas de protocolo social son muy diferentes a las costumbres europeas, quizás te parezcan extrañas, pero sin duda implican mayor grado de formalidad y rectitud.

4. Trabajo

Si hablamos de horarios y comidas, las diferencias no son excesivamente destacables. En España, una jornada de oficina comienza en torno a las 8:30h-9h y se extiende hasta las 18h-19h, teniendo a eso de las 14h alrededor de una hora para comer. En China, el horario suele comenzar a las 9h, siendo las 12h la hora de comer, pudiendo durar hasta 2 horas.

La relación entre la vida personal y laboral es muy diferente a la española. En China es habitual hablar por teléfono con familiares y amigos en el puesto de trabajo, utilizando un tono de voz alto, y tras terminar la conversación comentar la situación con los compañeros. Esto es debido a que el lugar de trabajo es un lugar de socialización importante, consiguiendo así unos vínculos con los compañeros que en la mayoría de casos llega a convertirse en amistad.

Con referencia al trabajo en comercios, éstos abren todos los días de la semana, y el horario de apertura comienza muy temprano, a las 7h u 8h. Por el contrario, en España las tiendas abren en torno a las 10h y el pequeño comercio cierra el sábado tarde y el domingo íntegro.

En cuanto a la limpieza del puesto del trabajo, en España todas las grandes empresas disponen de un servicio encargado de limpiar todo el centro de trabajo. En China también existen este tipo de servicios, pero éste suele encargarse de la limpieza de aseos y zonas comunes, con excepción del puesto de trabajo propio empleado, el cual debe ser mantenido por él. De la misma manera, son los empleados los que tienen la misión de mantener un ambiente agradable, convirtiéndose en ocasiones en decoradores de las instalaciones.

Conclusión

Tras este breve pero intenso repaso por las principales diferencias entre las culturas de Oriente y Occidente, está claro que viajar a China es un reto complicado para el cual debes abrir tu mente e ir a por todas. Sin duda, la mejor manera de aprender un idioma es yendo al país donde se habla éste.

Para aquellos interesados en hacer prácticas allí y adquirir un nivel aceptable, puede ser un desafío a priori pero el resultado que obtendrán será positivo y satisfactorio. La motivación necesaria para perseverar hasta lograr este objetivo  está en tener siempre presentes las ventajas generadas por  tener experiencia en el mercado chino y aprender este idioma. Como dice la famosa frase de Confucio:

“No temas ir despacio, sólo teme no avanzar”.

Deja un comentario