Wu Yunqing: la personificación del ser perfeccionado**

Tiempo ha, urgando entre la sección de religión y taoísmo de cierta librería de Taipei, encontré un ejemplar que trataba sobre la relación entre el cultivo personal taoísta y el Daode jing. En la tercera página aparece una foto de Wu Yunqing 吳雲青 (leído Wu Yünching), que vivió hasta la edad de 160 años. Arduo practicante de alquimia interior taoísta, Wu nació el 13 de diciembre de 1838 y falleció tras haber presenciado más de siglo y medio de historia. A los 15 años de edad fallecieron sus padres y tres años más tarde comenzó a aprender budismo y taoísmo. Uno de sus objetivos era convertirse en un iluminado, en un sabio, en un ser perfeccionado, en un maestro taoísta.

Ingresó en el templo Qinghua 青化 de la localidad de Ting’an 延安, en la provincia de Shaanxi. Además de por su longevidad, Wu Yunqing también fue noticia ocho años después de su fallecimiento porque su cuerpo se había conservado prácticamente intacto, a pesar del tiempo que había pasado. Algunos dudaban que se hubiera empleado formol para evitar la descomposición, o bien que se empleara otro método de conservación.

Rumores, leyendas e incredulidades aparte, lo que sí es cierto es que vivió hasta los 160 años y que durante 3 meses antes de su fallecimiento estuvo retirado sin ingerir alimento alguno (técnica conocida en el taoísmo como pigu 辟穀: evitar los cereales o ayunar). Xinxuan Zi 心玄子 me dijo en una ocasión que los maestros de alquimia interior no tienen residuos en los intestinos. Así, la piel se conserva como la de un bebé y es más difícil enfermar. Al no haber residuos de los alimentos–y al tomar únicamente verduras, hortalizas, frutas y frutos secos–se evita la enfermedad provocada por la fermentación de bacterias y de toxinas acumuladas en los intestinos. Esto explicaría, en parte, el hecho de que se haya conservado prácticamente intacto el cuerpo durante los primeros meses, o incluso los años siguientes al fallecimiento, pero no explica cómo se ha podido conservar durante tantos años.

Uno de sus discípulos más destacados, Su Huaren 蘇華仁, autor del citado libro, explica que Wu Yunqing había sido vegetariano prácticamente toda su vida y que dormía únicamente de 4 a 5 horas por la noche, además de alguna siesta esporádica de 5 minutos durante el día. Se acostaba al anochecer y se levantaba al alba y casi siempre dormía sentado. Solía caminar descalzo por la montaña y seguía un horario muy estricto de práctica de alquimia. Siempre dejaba lo que estaba haciendo para meditar en los periodos siguiente: zi (23-1), wu (11-13), mao (5-7), you (17-19). Así pues, la imagen del ermitaño, del ser perfeccionado (zhenren 真人) y del iluminado que está en armonía con el medio está personificada en la vida de Wu Yunqing. No es el primero en la historia china que logra alcanzar tal logevidad, pero el hecho de que sea contemporáneo le da más credibilidad. ¿Por qué no aprender de su espíritu de vida sana?

 Para saber más:

Documental de la televisión china: La momia del maestro Wu Yunqing (en chino)

Su Huaren 蘇華仁 (ed.) (2011). Laozi Daodejing yangsheng zhi dao 老子道德經養生之道 [Los principios del cultivo personal según el Daodejing de Lao Zi]. Taipei: Dazhan.

** Este artículo fue escrito para Yuanfang Magazine por Luis Roncero en su columna Dan Dao (丹道)   dedicada a la alquima taoísta

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