El Fútbol Chino: Una espinita clavada.

“El fútbol chino tiene mucho potencial, pero en este momento es que como un gigante dormido». Diego Armando Maradona

En China, el deporte más seguido es el fútbol, delante del baloncesto, el ping pong, el bádminton, el voleibol o la natación. A pesar de que cada vez tiene más aficionados, el fútbol chino todavía está muy lejos del nivel europeo, aunque en Asia está empezando a abrirse hueco. Un claro ejemplo de esto, es la proclamación del Guangzhou Evergrande como campeón de Asia en 2013, suceso que sólo lo había conseguido un equipo chino, el Liaoning FC, en 1990. Además, como culminación de la gesta, en el “Mundialito” de Clubes de 2013 celebrado en Marruecos, donde los campeones de cada continente compiten entre sí, el equipo de cantón eliminó al representante africano, el Al-Ahly por 2-0. Por desgracia, el sueño chino acabó cuando cayeron sin tregua ante el representante europeo, el Bayern de Munich alemán comandado por Guardiola, que quedó finalmente campeón del torneo.

Cabe destacar, que el fútbol profesional en China es algo bastante nuevo y no tiene tantos años de historia como en Europa o América. Fue en 1993 cuando se organizó la primera Liga China, llamada China Jia-A. Esta cambió de formato en 2004 por la presente Chinese Super League (CSL). Igual que en otros países disponen de Copa y Supercopa y los mejores equipos del país pueden disputar la AFC Champions, donde compiten los diferentes equipos punteros de Asia, lo que equivaldría a la Champions League europea. Los equipos chinos con más trofeos son el Dalian Shide (8 Ligas y 2 Copas), Shandong Luneng (4 Ligas y 4 Copas) y Guangzhou Evergrande (3 Ligas, 1 Copa y 1 Champions AFC). Curiosamente las dos ciudades más importantes, Beijing y Shanghai, sus clubes no están en el “top 3″ en trofeos profesionales; el Beijing Guoan sólo tiene 1 Liga y 3 Copas y el Shanghai Shenhua 2 Ligas y 1 Copa.

La liga China todavía es bastante desconocida, y de lo poco que se oía no era precisamente positivo. Durante el 2009 se destaparon múltiples casos de corrupción que salpicaron desde árbitros hasta autoridades de la liga pasando por equipos y jugadores. Es a partir de ese momento, dos años después de la investigación, cuando se produce una “limpieza de cara” y la liga china empieza a recibir inversiones millonarias. Lo que se tradujo en grandes fichajes, con la llegada de jugadores de la categoría de Drogba y Anelka, entre muchos otros como Keita, Kanouté, Yakuvu, Lucas Barrios, Dario Conca, el entrenador Marcelo Lippi… La llegada de nuevo talento y promociones, como la que realizó Beckham este año, han ayudado a darle un empujón, no sólo para la atracción de nuevos aficionados y prestigio, sino también de calidad. Pero no todo es de color de rosas, han habido varias quejas de jugadores por mala organización y trato por parte de los equipos, además de problemas de integración. Como ejemplo, está la situación vivida por Drogba, que tuvo que marcharse por impagos, lo que conlleva a que los jugadores tengan ahora ciertas dudas sobre realizar el “retiro dorado” en China.

Lo que está claro es que todavía en China no se vive el “deporte rey” con la intensidad de otros países, no tiene una larga tradición “futbolera” y en consecuencia no tiene un fútbol base fuerte, pero ya es el deporte más seguido y se está expandiendo. Cada vez son más los chinos que lo practican, es muy común el poder ver retransmisiones de partidos en cadenas deportivas y por supuesto se habla más de fútbol, tanto del local como especialmente del internacional. Además, la liga china está recibiendo fuertes inversiones, se están realizando diferentes acciones para impulsar el desarrollo del fútbol en el país y se espera que en un futuro China tendrá un papel mucho más importante en el mundo. Como muestra de este fenómeno está la alianza del Real Madrid con el Beijing Guoan, el acuerdo de implicación del club merengue con las autoridades educativas chinas en la formación futbolística de niños y jóvenes del país este pasado noviembre y las recientes aperturas de escuelas de fútbol en territorio chino por diferentes clubes internacionales.

Pero a pesar de las expectativas, el fútbol chino no acaba de dar ese salto cualitativo que lo destaque como referente en Asia y a nivel Mundial. A pesar de los subcampeonatos de fútbol femenino conseguidos en unos JJOO y en un Mundial, junto con la participación del combinado masculino en el Mundial de Corea y Japón en 2002, las últimas apariciones del equipo nacional chino no han sido muy esperanzadoras. Su último batacazo fue caer estrepitosamente en la fase de grupos para la clasificación al Mundial de Brasil, en un grupo con Jordania, Irak y Singapur. Curiosamente el equipo estaba bajo las órdenes del entrenador español, Antonio Camacho. Estos fracasos cosechados se están convirtiendo en una espinita para China, ya que el fútbol tiene muchos adeptos, pero la falta de unas bases fuertes, junto con los escándalos destapados de corrupción y cierta desesperación para que la nación tenga éxito cuanto antes en uno de los pocos deportes donde no despunta, ha acrecentado esa sensación de que no hay manera de hacer funcionar el fútbol chino.