Infraestructuras chinas en Sudán, ejemplos de la paradoja

Como detallé en mi último post el mes pasado sobre la paradoja de Sudán, mostraré  algunos proyectos concretos en los que China ha invertido. También abordaré brevemente su impacto y polémica generada, puesto que como inversión destinada a la extracción de recursos ha provocado impactos sociales y medioambientales.

En 2010, Sudán registraba el 17º mayor crecimiento económico de todo el mundo. Esto supone una necesidad creciente en las infraestructuras que el país necesita para poder desarrollar su actividad económica y productiva. Podemos observar que dos de los mayores veinte macroproyectos hechos en África y financiados por China fueron construidos en territorio sudanés.

Cabe destacar que los proyectos cuyo coste supera el billón de dólares son habitualmente conocidos como “megadeals”, definición que cumplen los 13 primeros proyectos de la lista anterior.

Empezamos analizando el mayor de todos, la vía de tren y la autopista entre Jartum y el Puerto de Sudán (acceso principal al Mar Rojo), o lo que es lo mismo, la conexión entre la extracción de petróleo y la distribución para su comercialización. La vía fue construida en el año 2007 y su coste ascendió a 1.377.096.789,40 dólares, de los cuales China fue el único acreedor, mediante un crédito blando de condiciones muy favorables. Desde 1906 ya existía una carretera que unía ambos puntos, pero China necesitaba una nueva autopista capaz de transportar volúmenes mucho mayores y mucho más deprisa (en 2009 Sudán exportó 370.700 barriles de petróleo por día). La autopista, que cubre una distancia de 826 kilómetros, actualmente absorbe dos tercios del total de tráfico sudanés.

El segundo mayor proyecto es la central de Merowe Dam (presa de Merowe), cuyo montante fue de 836.149.339,62 dólares, y que fue utilizada por primera vez el 3 de marzo de 2009. Está destinada a la generación de energía hidroeléctrica, ya que la localización geográfica de Merowe (cuarta catarata del río Nilo) es muy propicia para ello. El proyecto fue considerado una prioridad en “National Comprehensive Strategy” porque la provisión eléctrica se estaba mostrando insuficiente en gran parte del país.

Para asegurar que el proyecto saldría rentable, se realizaron varios estudios acerca de su viabilidad, como el de Moneco Agra Company (Canadá, 2003) y el del Hydro-project Institute (Rusia 1999).  Una vez entró en funcionamiento, consiguió doblar la capacidad eléctrica del país.

Otro proyecto relacionado con el anterior y también de mucha importancia serán los Kajbar Dam, Dal Dam y Shereik Dam (presas de Kajbar, Dal y Shereik), que actualmente aún no han sido construidos, y siguen en estado de propuesta, pero que rondan un coste alrededor de 1.500 millones de dólares (entre todos), y serían capaces de generar entre 300 y 400 MW (cada uno). Podemos ver su localización prevista en la imagen.

Destaca también el acuerdo alcanzado entre Sudán y China por el cual los segundos financiaran un aeropuerto en la capital de los primeros (Jartum)  por valor de 700 millones de dólares. Se espera que al principio acoja 80 aviones comerciales y reciba 6.8 millones de pasajeros al año, y será construido en una superficie de 103 kilómetros cuadrados. Las condiciones del préstamo son que será devuelto en 15 años con un tipo de interés inferior al 5%. Los principales acreedores serán el EIBC (Export-Import Bank of China), la CHEC (China Harbour Engineering Company) y la CNPC (Chinese National Petroleum  Company), y otras instituciones crediticias.

Fuente: www.internationalrivers.org

Este tipo de proyectos están generando, en general una gran polémica. A causa de la construcción del Merowe Dam, 50.000 habitantes sudaneses fueron desplazados forzosamente al estar situados sus hogares donde debía ir (y acabó yendo) la central hidroeléctrica. En el caso de la Kajbar Dam, se estima que también serán desplazadas unas 10.000 personas más. En el de la Dal Dam, entre 5.000 y 10.000. Mucho más atrás, en la década de 1960, también lo fueron 120.000 personas no sólo sudanesas sino también egipcias cuando se construyó la Aswan Dam (presa de Aswan). El motivo principal de que la construcción de las presas genera tanta migración involuntaria, es que las presas se sitúan en las bahías del Nilo por el mismo motivo por el que situaban las tribus indígenas: la cercanía de agua.

Por su parte desde China se han hecho algunos pasos, el EXIM adoptó medidas medioambientales y sociales en 2004 y 2007, y el Gobierno de la RPC votó a favor de la Declaración de los Derechos de Pueblos Indígenas (Naciones Unidas, 2007). Esta declaración estipula que los pueblos indígenas poseen una especie de derecho de consentimiento en “cualquier proyecto que afecte a sus tierras.”

En 2010, algunos grupos sudaneses crearon un comité (“Anti Dal-Kajbar Dam Committee”)  para defender sus intereses frente a estos desplazamientos forzosos, y en 2010 declararon su disconformidad y activismo contra el proyecto. Entre este comité y las autoridades chinas se han producido varios enfrentamientos violentos, que llegaron a su cúspide en abril de 2007, cuando las fuerzas de seguridad hirieron por arma de fuego a cinco manifestantes.

Siguiendo críticas de autores africanos, la ayuda china beneficia a las élites en el poder, independientemente de cómo llegaran a él. Esto incrementa la desigualdad (los que tienen reciben más), y consolida su poder, que en el caso de Sudán es antidemocrático, lo cual genera críticas en el ámbito de derechos humanos. Resumiendo, para China es amigo el que le permita explotar sus recursos naturales.

Sobre la ayuda China en sus diferentes programas, siempre va orientada al combate de la pobreza, asistencia médica y agricultura. Tras estudios del African Development Bank se ha visto que estos están presentados en gran parte de África pero especialmente en los más ricos, en los que tienen mejores relaciones o en aquellos donde participan todos los países.

Según los datos  que el banco ha podido recopilar, sus ayudas han tenido algún impacto en la pobreza.  También se ha ayudado en sectores que no lo habían sido por los occidentales, aun así esta cooperación sigue estando limitada. Sobre otras ayudas como el perdonar deudas, no tiene impacto alguno sobre la pobreza. Concluyen, que la ayuda china tiene un impacto positivo y proponen aumentarla.

Por otro lado cabe destacar que China ha comenzado a lanzar programas de ayuda militar para la preservación de la paz, siendo un punto importante el de Sudán. Se han enviado ingenieros, los primeros en Sudán, como fuerzas de la ONU para la construcción y ayuda militar logística.

A través de estos ejemplos más concretos, hemos podido observar como directa o indirectamente se busca la extracción de los recursos, cuyos efectos beneficiosos para la población son colaterales. La polémica para algunos se halla en la sostenibilidad de este modelo, que especializará el país en enviar recursos fuera en vez de producir con estos, y cuanto podrá durar.

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