北海, 后海, Beihai y Houhai, el encanto de los lagos de Beijing

El verano da ya sus últimos coletazos (en algunos países, apenas si lo hemos visto), así que hoy os traigo un tema refrescante para amenizar los días de descanso: ¡lagos! En Beijing hay numerosos parques, todos con sus respectivos lagos: el Palacio de Verano, Yuanmingyuan, Yuyuantan… Pero hay dos de los que me gustaría hablaros hoy: 北海 (beihai) y 后海 (houhai), que son los que, por distintas razones, han dejado en mí una huella más profunda y duradera.

Beihai se encuentra justo al norte de la Ciudad Prohibida y al oeste del parque Jingshan 景山. En aquellos maravillosos tiempos yo solía bajarme en la parada de la línea 4 平安里 (ping’anli) pero, si mis ojos no me engañan, ahora entre la línea 1 y la circular 2 ha crecido una maravillosa línea 6 que cruza la ciudad dirección este-oeste, y hay una parada que se llama «beihai norte», 北海北. «Blanco es, la gallina lo pone, en la sartén se fríe y con pan se come»… Pues eso, que os bajéis ahí. 🙂

Beihai fue uno de los primeros parques que visité cuando estuve viviendo en China. Debo reconocer que solo estuve una vez, y es que en Beijing hay tantas cosas que ver que es difícil poner pie en el mismo sitio más de dos veces… A menos que venga algún familiar o amigo a visitarte. Pero Beihai, al menos para mí, no es uno de los principales puntos de interés turístico de la ciudad. Es un parque que abarca unas 69 hectáreas de extensión y que contiene una gran masa de agua en forma de lago. Lo normal, vamos. En el centro del susodicho lago hay un islote de unos 30 metros de altura en el que se erige una dagoba blanca de estilo tibetano, 白塔(baita), y que es, junto con el Muro de los Nueve Dragones, lo más puntero que tiene el lugar. Fue construida en el año 1651 sobre lo que antaño fue el Palacio de la Luna, donde Kublai Khan, supuestamente, recibió a Marco Polo. «El Cansino» (aquellos que hayáis leído el El Libro de las Maravillas estaréis de acuerdo conmigo. Es maravillosamente coñazo…).
Foto: Bai Ta, la dagoba tibetana blanca del centro del lago 
Foto: El Muro de los Nueve Dragones
Y es que las cosas son así: pones un lago, una pagoda, un perro Fu y un dragón, y ya tienes el parque chino montado. Si ya puedes meter un señor con la camiseta remangada por encima de la barriga y escupiendo, mejor.
Pero oculta en Beihai hay una bizarrada, una de esas del estilo «pollo colgando de percha» que nadie te cuenta, ni las guías mencionan. Si visitáis el islote de la dagoba y os perdéis entre sus rocas, al cabo de un rato encontraréis unos cartelitos que os guiarán, cual Alicia en el País de las Maravillas, hasta una especie de gruta de carácter religioso. Y dantesco. La gruta, por cuya entrada hay que pagar un precio meramente simbólico (5 yuanes por aquel entonces –2011–) da cobijo a una inquietante cantidad de figurillas de deidades que son, por decirlo de una forma lo más elegante y china posible, hen nankan 很难看, «difíciles de ver». Es el equivalente a la vitrina de cristal llena de figuritas de porcelana de la casa de tu abuela, más o menos.
Foto: Entrada a la cueva 甲子神宫 (jiazi shengong), la cueva de los dioses
   
Foto: La cara de mi amigo Aitor lo dice todo…
Total. Una vez visto lo visto, lo que en encarta es ir a echarse una cerveza. Con suerte, al día siguiente podrás llegar a pensar que todo fue producto del alcohol. Y para dar un paseíto relajado y terminar la noche de fiesta con los amigos no hay sitio mejor que Houhai, el lago que, como bien indica su nombre, está justo «por detrás».
Cuando yo andaba por allí, la línea que solía usar para llegar hasta Houhai era la 2, y me bajaba en Jishuitan. Personalmente me gusta mucho este recorrido, pues permite circunvalar toda la extensión del lago Xihai («del oeste», justo donde la parada) y bajar hasta Houhai, que es el que os delimito en color verde en la imagen de más arriba. Es un paseo muy agradable que permite desconectar del mundo durante un rato. ¡Y hay gente pescando en el lago! No hay nada más chino que eso. De todas formas, tenéis un par de líneas de metro más desde las que podéis realizar un recorrido alternativo.

Houhai es una zona muy popular entre los turistas y los extranjeros. Se pueden alquilar barcas para pasear por el lago, y en invierno se convierte en una pista de patinaje natural estupenda; además, toda la zona está rodeada de cafés y pubs para tomar un refrigerio y pasar una velada con amigos a la luz de los farolillos rojos. En muchos de estos sitios, si no en la mayoría, hay músicos amateurs que amenizan la velada con sus canciones. La amenizan, o te quitan las ganas de vivir, según cómo seas. Yo por ejemplo soy de las que no disfrutan de tener un chino desgañitándose al oído, pero oye, a cada cual lo que le vaya.

Os dejo a continuación algunas fotos de la zona, sacadas en distintas ocasiones.

Foto: Caramelo con formas de animalitos de uno de los puestos de aperitivos (los hacen sobre la marcha)
Y con esta tanda de fotos me despido. ¡Espero que os hayan gustado! Gracias una vez más por leerme, ¡hasta pronto!

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