China es un país que simplemente, no es como los demás. Es el país más poblado, de los más antiguos, de los más exóticos. Y en el imaginario occidental tiene 150 años de ser concebido como el “peligro amarillo” y de ser constantemente atacado. Es un buen malo que nunca pasa de moda: costumbres raras, roba empleos, todo copia, distorsiona la economía, es agresivo y un largo etcétera que siempre viene bien para cuando hay que atacar a alguien. ¿Quién se la pasa denostando a Albania o a Costa de Marfil?
Hay cosas buenas que pasan en China y también hay cosas malas. Como en cualquier lugar del mundo, vamos. Pero cuando pasan en China, son peores. O por lo menos así es la narrativa. Para ser justos, por las dimensiones de este país, cualquier cosa que pase va a ser amplificada por su demografía; lo más probable es que haya “la mayor cantidad de…” de muchas cosas simplemente porque tiene la población más grande. Aunque veremos que no siempre es así.
Ahora bien, hay cosas y cosas. Hay temas que sólo se pueden ver bien si se está en el país; ya antes he hablado de, por ejemplo, cómo decir que el tráfico es terrible es cierto, mientras que lo de comer ratas es propaganda del siglo XIX que ha sobrevivido hasta nuestros días. Pero hay otras cosas que son más torcidas porque son hechos que si bien son ciertos, se presentan de manera sesgada y sin contexto. Ya sabemos que un mismo hecho puede ser presentado por partes opuestas y hacerlo ver como favorable a cualquiera de ellas.
El punto que quiero hacer es que en la reciente narrativa de los medios occidentales, China debe ser criticada por todos los ángulos. Esto es desde su reciente ascenso en la arena global y su consiguiente poder económico, que está usando y haciendo sentir en todo el mundo, y en particular retando al imperio de turno, por lo que el imperio debe responder y entre otras cosas, lo hace con una nueva propaganda de peligro amarillo. Vamos a ver algunos de los más recientes casos de “lo terrible que pasa en China” pero contextualizando un poco.
AGRESIÓN INTERNACIONAL
Una de las noticias que ha causado revuelo es el de la creación de la “Gran Muralla de Arena” en la región de las Islas Spratly; China está reclamando territorios en aguas que han estado más o menos en disputa entre varios países por varias décadas. Por supuesto, esto indica que China está mostrando su agresión, que nada le importa y que quiere pelea.
Si vemos un poco más allá de los encabezados, podemos ver que David Shear, Secretario de Defensa Adjunto de los EEUU dijo en un discurso reciente que en esas aguas, Vietnam tiene 48 reclamos; Filipinas 8; China 8; Malasia 5 y Taiwán, 1. Estos reclamos empezaron a crecer en 1996 y en este tiempo Vietnam pasó de 24 a 48 (con 18 en los últimos 6 años), mientras que China no hizo ninguno y junto con Brunei son los únicos que aún no tiene pistas aéreas ahí.
Esta es parte muy importante de la situación, pero no se menciona mucho en los encabezados.
COMIDA PELIGROSA
Ah, la comida extraña/contaminada/putrefacta. Tema de toda la vida, por supuesto. No que no sea cierto, claro. Yo en lo personal, en 15 años en China me he enfermado de la panza sólo dos veces, y ambas fueron en sendos KFCs. Pero anécdotas personales aparte, es una realidad que en muchas zonas y de hecho en algunas industrias, hay prácticas menos que salubres, en particular en años recientes con los escándalos de la leche en polvo para bebé, que le ha hecho el agosto a productores suecos, noruegos y de otros lados de por allá, que no se dan abasto para enviar los productos que reclaman las madres chinas (mi esposa incluida).
Pero la última noticia de que “en China se vende carne de 40 años” es un ejemplo de amarillismo. El problema es que la gente sólo lee los titulares. Si vemos la noticia con detalle, encontramos que un cargamento ilegal que iba rumbo a Hunan fue interceptado y que, entre las cosas que hallaron, había un compartimiento de carne arcaica que apestaba de tal manera que los inspectores estuvieron a punto de vomitarse. También vemos que rutinariamente se interceptan este tipo de contrabandos y seguramente algunos otros se les pasan; pero de ahí a que “en China se coma carne putrefacta y de cuatro décadas” como estándar, hay mucha distancia.
Todos los países tienen problemas graves con sus reguladores de comida; recientemente en Inglaterra se descubrió que muchos supermercados se oponen a controlar una bacteria venenosa que afecta el pollo y que en el área muestreada, 79% del pollo está infectado con ella y 19% presenta niveles peligrosos. No por eso pensamos que no se pueden comer unas alitas en Londres.
MANIFESTACIONES
Cada vez que hay alguna manifestación en China es lo mismo: el Partido Comunista está en sus últimos estertores y a punto de caer. Los incidentes con minorías en Tibet y Xinjiang sirven bien para esta narrativa y más recientemente el Occupy Hong Kong, que en otro expliqué que no puede ser fácilmente un detonante de este tipo. Uno de los números más famosos y que a la prensa occidental le encanta repetir es que en China cada año hay “87,000 manifestaciones”, claro indicador de que el país está a punto de la revolución.
El caso es que, en España, un país con menos del 3% de la población de China, se reportaron también 87,000 manifestaciones entre 2013 y 2014. O sea, una proporción de casi 40 veces más.
El problema es cómo se contabilizan esas “manifestaciones”. El ponerlas así en el titular nos da imágenes de la Plaza de Tahrir, pero en realidad el gobierno chino contabiliza todo tipo de incidentes menores, de hasta 20 personas en áreas rurales, como manifestaciones. Están casos de gente haciendo escándalo porque no se abren a tiempo las oficinas para hacer trámites de tráfico, altercados en los mercados por un cargamento de coles, y cientos de cosas más que no son desde luego las manifestaciones que nos quieren hacer imaginar.
DIVISIÓN DE LA RIQUEZA
Otro clásico. Los periódicos como el NY Times ó The Economist no se cansan de decir que en China la distancia entre los ultra-ricos y los más pobres es enorme. Pero tampoco se molestan mucho en decir cuántos ultra-ricos había hace 40 años y cuántos hay hoy; cuánta gente vivía en pobreza extrema entonces y cuánta hoy. La verdad dura es que China ha sacado de la pobreza en cuatro décadas a más personas que ninguna otra nación en cualquier época de la historia. ¿Que faltan aún muchas? Hombre, sí. Millones. Pero es muy mezquino regatearles lo que han hecho, que es un grado menos que un milagro. Cuando Deng Xiaoping rechazó las políticas maoístas y dijo que “hacerse rico es lo más deseable” inaugurando las políticas de la China moderna, dijo también muy claro que “no todos se van a hacer ricos al mismo tiempo”.
Ahora bien, para ser los que más critican esto, EEUU está en la situación de ser el país más desigual de Occidente: el 20% de sus hogares ricos concentra el 84% de la riqueza, y el 40% de abajo sólo tiene el 0.3% del total. Al preguntarle a la gente en general que calcule cuál debería ser la relación ideal de sueldo entre CEOs y trabajadores, se opina que debería ser de 7 a 1, aunque calculan que más bien es de 30 a 1. La realidad es que es de 354 a 1, cuando hace 20 años era de 20 a 1. Para que le dé escalofríos: la familia dueña de WalMart tiene más riqueza que el 42% de la población de EEUU combinada.
PRISIONES
Claro que todos sabemos que China mete a la cárcel a todo ciudadano que le desagrada; a diestra y siniestra van a horribles prisiones por la más mínima ofensa.
O no.
Este es un problema de demografía y esperaríamos que China sí tenga la mayor cantidad de reos, por lo que tendríamos que ponernos a comparar porcentajes de reos contra población total. Pero no, es más sencillo que eso: China no es el país con el mayor número de gente en prisión. Esa distinción va para EEUU también. Sí, EEUU, con la quinta parte de la población de China, tiene más prisioneros en números absolutos: 2.2 millones contra 1.5 millones. Es, con muchísima diferencia, el país con mayor porcentaje de gente en la cárcel: 737 por cada 100 mil habitantes. China está en 118, por debajo de México (196), Brasil (193), Inglaterra (148) y Australia (125).
Y tampoco vayamos al tema de “encarcelados injustamente” que aquí también EEUU se pinta solo para tener casos de lo más inhumano, injusto y tenebroso. Pero esos titulares no se ven tanto.
LOS PERROS
Sí, finalmente, vayamos al tema de los perros, porque también está en boca de todos, con el reciente Festival de Yulin en donde se cocina a 10 mil perros, acaparando encabezados y tuits; y con defensores de los animales occidentales firmando peticiones para mandarlas al gobierno chino para que lo cancele, que es parecido a que si 400 millones de hindús firmaran peticiones para que dejáramos de comer hamburguesas en Occidente.
Primero que nada, no son “los chinos”. Es un pueblo piojoso en el sur de China que hace eso, mientras que la inmensa mayoría del resto del país nunca ha comido perro y hasta le repugna la práctica. Yo en 15 años en China he comido perro una sola vez, y no por remilgoso (estaba muy bueno) sino porque simplemente no es una comida común.
Volviendo a EEUU, la gran mayoría de los firmantes son activistas de allá, que usan una brocha gorda para pintar a los chinos como “salvajes” y llorar por tanto amigo del hombre muerto. Sin embargo, si nos ponemos a ver un poco, en EEUU se practica la eutanasia (muchas veces de forma infame) a alrededor de 2.7 millones de perros y gatos al año. Son animales que son recogidos de la calle y puestos en albergues, para luego ser puestos a dormir; muchos de ellos incluso tienen familias que los quieren adoptar pero se prefiere matarlos porque es menos problema. Desde luego en un problema diferente, pero el número equivale a un Festival de Yulin cada dos días y eso sí, en todo el territorio porque es práctica nacional.
Contexto, contexto.
Para terminar, quiero enfatizar que China como todos lados, en efecto tiene problemas, son muchos y algunos de ellos son muy graves. Pero no nos hacemos ningún favor hablando de las cosas sin contextualizarlas y verlas desde otro ángulo que no sea el de quien quiere demonizarla.
Por cierto, la imagen principal del artículo, son perros y gatos muertos en EEUU.
6 ideas sobre “Ah, pero cuando pasa en China…”
Isma, excelente articulo. una preguntita, respecto al benmingnian, si es en periodos de doce años, no coincide con el año de su animal en el calendario chino? o debo suponer que como ellos cuentan al nacer que están en el año uno, el benmingnian se produce un año antes de que vuelva a ser su animal? (espero haberme explicado bien)
Muy interesante lo que dices, Alfonso.
Solo una cosita: cuando dices la frase «Es un pueblo piojoso en el sur de China que hace eso», ¿no crees que estás siendo un poco despectivo hacia la gente de aquel lugar? Supongo que no todos los habitantes de Yulin apoyan esas prácticas y, como dices tú en el artículo, no se puede generalizar… La costumbre en sí, sí sería piojosa, pero de ahí a afirmar que el pueblo entero es piojoso… No sé yo si a los «yulinianos» les gustaría escuchar esas palabras 😀
Un saludo.
Muy interesante lo que dices, Alfonso.
Solo una cosita: cuando dices la frase «Es un pueblo piojoso en el sur de China que hace eso», ¿no crees que estás siendo un poco despectivo hacia la gente de aquel lugar? Supongo que no todos los habitantes de Yulin apoyan esas prácticas y, como dices tú en el artículo, no se puede generalizar… La costumbre en sí, sí sería piojosa, pero de ahí a afirmar que el pueblo entero es piojoso… No sé yo si a los «yulinianos» les gustaría escuchar esas palabras 😀
Un saludo.
Muy interesante lo que dices, Alfonso.
Solo una cosita: cuando dices la frase «Es un pueblo piojoso en el sur de China que hace eso», ¿no crees que estás siendo un poco despectivo hacia la gente de aquel lugar? Supongo que no todos los habitantes de Yulin apoyan esas prácticas y, como dices tú en el artículo, no se puede generalizar… La costumbre en sí, sí sería piojosa, pero de ahí a afirmar que el pueblo entero es piojoso… No sé yo si a los «yulinianos» les gustaría escuchar esas palabras 😀
Un saludo.
Muy interesante lo que dices, Alfonso.
Solo una cosita: cuando dices la frase «Es un pueblo piojoso en el sur de China que hace eso», ¿no crees que estás siendo un poco despectivo hacia la gente de aquel lugar? Supongo que no todos los habitantes de Yulin apoyan esas prácticas y, como dices tú en el artículo, no se puede generalizar… La costumbre en sí, sí sería piojosa, pero de ahí a afirmar que el pueblo entero es piojoso… No sé yo si a los «yulinianos» les gustaría escuchar esas palabras 😀
Un saludo.