Otro escándalo empaña la integridad ética de la comunidad científica china.
Algunas publicaciones científicas occidentales han denunciado un número excesivo de investigaciones chinas sobre la elaboración de perfiles del ADN de las minorías étnicas de China, en particular las de los tibetanos y los uigures de Xinjiang. Varios exponentes de la comunidad científica han señalado que estos artículos, publicados en revistas académicas de prestigio, muchas veces no han sido sometidos a una evaluación ética y de las posibles consecuencias sociales y políticas.
China tiene una larga historia de violaciones de derechos humanos en Xinjiang y la recopilación de datos genéticos podría estar correlacionada con el auge del autoritarismo y nacionalismo chinos en estos territorios. En este sentido, Nie Jing-Bao, un bioético chino radicado en Nueva Zelanda, afirma que sería una práctica común en la ciencia china priorizar el «bien común» y las cuestiones ideológicas en la ciencia. A pesar de los indudables beneficios demostrados por la investigación científica de la genética y el reconocimiento facial, especialmente en la lucha contra el crimen, las implicaciones éticas de tales estudios a menudo se subestiman. Las revistas científicas tienen distintas posiciones sobre este tema: mientras algunas dudan en aplicar mecanismos de censura, otras han anunciado la implementación de medidas para verificar la ética de los artículos publicados en sus páginas. [fuente SCMP]