Foto realizada por Isma Ruiz aprendiendo a jugar al banqi (Tainan, Taiwan, 2013)
Cuando uno pasea por los parques de China en seguida se da cuenta que los principales protagonistas del lugar son los ancianos. Mientras unos hacen deporte, ya sea practicando taichi o bailando, otros están tocando música con instrumentos tradicionales o cantando canciones con un micro y un altavoz como si se tratase de un karaoke ambulante. No obstante, otras actividades que también les encantan, incluso a los de edad no tan avanzada, y para las cuales no necesitan de un parque sino que te los puedes encontrar en cualquier lugar llevándolas a cabo, son aquellas con las que pueden apostar dinero. Entre éstas, además del famoso mahjong, el weiqi (conocido internacionalmente como go) o una gran variedad de juegos de cartas, también se encuentran el xiangqi (también conocido como “ajedrez chino” dada su similitud al ajedrez tal y como lo conocemos en Europa) y el anqi, para el cual se utiliza el mismo tablero y las mismas piezas que en el xiangqi. A continuación pasaré a explicar cómo jugar a estos dos juegos.
EL XIANGQI:
Del mismo modo que en nuestro ajedrez, el objetivo del juego es eliminar al rey del color contrario. Además, en el ajedrez chino también existen diferentes figuras cuyos movimientos varían en función de cual se trate, siendo algunas muy parecidas a nuestras propias figuras. Sin embargo, las piezas no tienen la forma de la figura que representan, sino que son fichas planas, más parecidas a las de nuestras damas, sobre las cuales está gravada la figura que representan y el color al que se corresponden, que a diferencia de nuestras fichas negras y blancas, en este caso son negras y rojas. Las figuras que componen cada color son: 2 carros, 2 caballos, 2 elefantes, 2 mandarines, 5 soldados y un rey.
La disposición de éstas sobre el tablero, así como su aspecto, se puede ver en la imagen que he preparado con un tablero y todas sus figuras colocadas justo antes de comenzar la partida.
Tal y como se puede ver, este tablero presenta dos diferencias importantes respecto al nuestro. Por un lado, a pesar de que también está formado por una cuadrícula, sus casillas no son blancas y negras, sino que en el tablero del xiangqi todas ellas son del mismo color. Por otro lado, las fichas no se colocan en el centro de las casillas, sino que se sitúan justo en las intersecciones de la cuadricula.
Además, dentro del tablero existen dos “zonas especiales”, las cuales he pintado de verde y azul, los palacios y el río respectivamente, para facilitar su comprensión. Sin embargo, en un tablero estándar estas zonas suelen tener el mismo color que el resto. En las casillas del palacio, además hay una diagonal que une los cuatro extremos del palacio con el centro del mismo, que serán los “pasillos” por donde se moverán los mandarines del palacio.
El juego puede terminar cuando se mata a uno de los reyes o cuando uno de los dos jugadores no puede mover ninguna ficha, según los movimientos permitidos de cada figura. Para matar a una ficha del color contrario, simplemente hay que colocarse justo en la intersección que esté situada, pasando a ocupar su lugar.
A continuación explicaré como se mueve cada una de las figuras:
Los soldados: se mueven en vertical y hacia delante hasta que cruzan el río. Una vez lo han cruzado, también se pueden mover en horizontal. Mientras que en horizontal pueden moverse tanto hacia la derecha como a la izquierda, los movimientos verticales siguen estando limitados hacia delante, con lo que al llegar a la última línea del tablero, sólo pueden moverse en horizontal. En cualquier caso, sus desplazamientos sólo pueden ser de una en una intersección.
Los carros: se mueven igual que las torres de nuestro ajedrez, es decir, tanto en vertical como en horizontal, y se pueden desplazar tantas casillas como se quiera.
Los cañones: también se pueden mover tanto en vertical como en horizontal tantas casillas como se quiera, sin embargo para matar a una ficha contraria siempre ha de haber alguna otra ficha entre medio, del color que sea, para saltarla por encima. Si no hay ninguna ficha entre medio para saltar, no podrá matar. Además, sólo se puede saltar por encima de una ficha si se mata a otra. En caso contrario, no será posible saltar por encima de otra ficha. Por último, tampoco está permitido saltar por encima de dos o más fichas al mismo tiempo.
Los caballos: igual que los nuestros también realizan un movimiento en forma de L. Sin embargo, a diferencia de nuestro ajedrez, en el caso de que en una intersección contigua a la suya haya otra ficha “cortándole el camino”, indistintamente del color que sea, no podrá saltarla. Con lo que pensar en L puede dar lugar a confusiones, ya que no siempre será posible realizar el movimiento. Así pues, es mejor pensar en que se mueven una casilla en horizontal o vertical, seguida de una en diagonal. Como una imagen vale más que mil palabras, espero que con esta quede más claro, ya que explicado puede resultar un poco lioso. Los puntos verdes son los movimientos posibles y los rojos aquellos que no están permitidos.
Los elefantes: se mueven en diagonal y solamente pueden hacerlo de dos en dos intersecciones, siempre y cuando entre la intersección en la que estén colocados y en la que se quieran colocar no haya otra ficha que intercepte el paso, indistintamente del color de ésta. En ese caso no podrá moverse en esa dirección. En la imagen de la derecha, A es el movimiento que no puede realizar y B el que sí le estaría permitido. Otra restricción que tienen los elefantes respecto a las otras fichas del juego, es que éstos no pueden cruzar al otro lado del río.
Los mandarines: sólo pueden moverse en diagonal, y el desplazamiento ha de ser de una en una intersección. Además, sus movimientos se limitan solamente a la zona del palacio, del cual no pueden salir, con lo que resultan ser bastante limitados.
El rey: sus desplazamientos también son de una en una intersección, tanto en horizontal como en vertical, e igual que los mandarines, tampoco puede salir del palacio. Además, entre ambos reyes siempre ha de haber alguna otra ficha entre medio. Por ejemplo, si ambos reyes se encuentran como en la imagen de la izquierda, no será posible colocar el rey rojo en el centro del palacio, ya que éste se encontraría cara a cara con el rey negro. Para ello, tal y como se puede ver en la imagen de la derecha, ha de haber alguna ficha, indistintamente del color, que evite que ambos se vean “cara a cara”.
EL BANQI:
Esta modalidad es mucho más sencilla que el xiangqi y por lo general la duración de las partidas es más corta. Las fichas son las mismas que en el anterior, pero sólo se utiliza uno de los dos lados del río, es decir, la mitad del tablero (“ban” en chino significa mitad). Pero lo peculiar de este juego no es esto, sino que las fichas inicialmente se colocan aleatoriamente, sin una posición asignada como en el xiangqi, y boca abajo, con lo que antes de empezar la partida no sabemos ni la figura ni el color que le corresponde a cada una de ellas, lo que hace que también se conozca como mangqi, (literalmente “ajedrez a ciegas”) e incluso anqi (ajedrez a oscuras, «an» significa oscuro en chino). Además, en esta modalidad, las fichas no van sobre las intersecciones, sino que éstas se colocan en el centro de cada celda, del mismo modo que hacemos en nuestro ajedrez.
Una vez colocadas todas las fichas boca abajo, el primer jugador escoge una de ellas, la gira, y el color que le toque será el color de sus fichas. Una vez girada una ficha no se puede volver a voltear. En el siguiente turno, su contrincante también dará la vuelta a otra ficha cualquiera, pero el color de ésta ya será indiferente, ya que el color que le corresponde a cada uno de ellos ya se habrá decidido en el turno anterior. A partir de la tercera jugada ya son dos las opciones: dar la vuelta a otra ficha sin voltear o matar ficha si es posible. Y a partir de la cuarta jugada, además de las dos posibilidades anteriores, las fichas también se pueden ir moviendo sobre casillas vacías que queden en el tablero. El juego se termina cuando un jugador se queda sin fichas de su color o no pueda realizar ningún movimiento ni quedan fichas por voltear.
Para matar a una ficha del color contrario funciona igual que en el xiangqi, es decir, nos hemos de colocar en la posición que ocupe nuestro objetivo. Sin embargo, en el caso del banqi, todas las fichas se mueven de una en una casilla, tanto en vertical como en horizontal, indistintamente de la figura de la que se trate. La única excepción la encontramos con el cañón, que si bien los movimientos normales los hace igual que el resto, a la hora de matar funciona como en el xiangqi, es decir, para matar a una ficha siempre ha de hacerlo saltando por encima de otra, y nunca puede saltar a más de dos fichas al mismo tiempo, ni puede saltar por encima de una ficha si no es para matar a otra. Sin embargo, sí que puede matar a una ficha que esté situada a varias celdas de la suya, pasando por encima de varias al mismo tiempo, siempre y cuando éstas estén vacías, a excepción de aquella casilla en la que se encuentre la ficha a la que saltará por encima.
Ahora bien, a pesar de que, a excepción del cañón, todas ellas se mueven de la misma manera, cada ficha tiene su particularidad y sus limitaciones, tal y como explicaré a continuación.
En el caso del banqi, las fichas tienen diferentes rangos, donde el rey está en la posición más alta, y el soldado en lo más bajo de la jerarquía. Así pues, la jerarquización queda de la siguiente manera: Rey > Mandarín > Elefante > Carro > Caballo > Cañón > Soldado.
La norma general es que una ficha sólo puede matar a aquellas que están en su mismo rango jerárquico o por debajo de éste. Sin embargo, hay excepciones con el rey, el cañón y el soldado, tal y como se verá a continuación.
El rey: puede matar a cualquier ficha, excepto a los soldados.
El mandarín: puede matar a cualquier ficha, excepto al rey, cuyo rango jerárquico está por encima del suyo.
El elefante: puede matar a cualquier ficha, excepto al rey y a los mandarines, cuyos rangos jerárquicos están por encima del suyo.
El carro: puede matar a otro carro, así como al caballo, al cañón y a los soldados.
El caballo: puede matar a otro caballo, así como al cañón y a los soldados.
El cañón: puede matar a cualquier ficha del color contrario.
El soldado: sólamente puede matar a otros soldados, además de al rey.
En este vídeo se puede ver una partida de demostración, aunque en el caso de esta versión digital del juego, las fichas se han adaptado a la figuras de nuestro ajedrez para facilitar el juego a aquellos que no estén familiarizados con los caracteres chinos. Además llevan un número que indica su jerarquización: 7 Rey > 6 Mandarín > 5 Elefante > 4 Carro > 3 Caballo > 2 Cañón > 1 Soldado
Si no tenéis tablero ni nadie con quién jugar, a través de Google Play os podéis descargar las versiones gratuitas para Android, tanto del xiangqi como del banqi.
*Este artículo fue publicado en Yuanfang Magazine
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4 ideas sobre “Ajedrez chino: el xiangqi y el banqi”
Los dibujos de las frutas son super bonitos!!
Para la segunda edición puedes incluir frutas raras como 龙眼 (casi igual que el lichi), 山竹 (mangostino), 杨梅 (fresa china), 枇杷 (níspero) y otras que yo al menos nunca había comido en España!