¿Conseguir las cosas esforzándose o adulando? El cuento chino de la adulación

Dice un cuento chino que dos hombres caminaban, uno al lado el otro, preguntándose numerosas cuestiones el uno acerca del otro. Uno de ellos era rico. El otro, pobre.

– Si yo te diera el veinte por ciento de todo lo que tengo- comenzó de repente el rico -¿me adularías?

El pobre le miró a los ojos y volvió a bajar la cabeza.

– El reparto sería demasiado desigual para que tú merecieras mis cumplidos, ¿no te parece?- dijo.

El rico pensó que tenía razón, así que insistió con una nueva pregunta.

– ¿Y si te diera la mitad de mi fortuna? ¿Me adularías entonces?

– Si me dieras la mitad, ambos tendríamos lo mismo y seríamos iguales. ¿Para qué necesitaría adularte entonces?- respondió el pobre.

Finalmente, el rico lanzó su última pregunta.

– ¿Y si te lo diera todo?- inquirió.

– Entonces, en todo caso, ¿para qué debería adularte yo si ya no necesitaría ni querría nada de ti? Serías tú, esta vez, el que deberías plantearte adularme para recuperar tus riquezas.

La moraleja de esta historia reside en la inutilidad de la adulación para conseguir nuestros objetivos. El esfuerzo es la única materia prima que siempre será fiable a largo plazo, y aunque la adulación funcione, solo estaremos construyendo con ella castillos de arena que se vendrán abajo con la primera ola de mar.

En 8Belts abogamos por el esfuerzo a la hora de conseguir resultados, y por eso nuestro método no confía sus pilares más básicos en la adulación y las promesas vacías, sino en el esfuerzo tanto de nuestro equipo como de los alumnos que quieren aprender con nosotros. Si las personas se esfuerzan, consiguen resultados. Esa es nuestra máxima, y también la de nuestros alumnos.

Así que recuerda. Esfuérzate. El camino al éxito, como dice Anxo Pérez en “Los 88 Peldaños del éxito”, comienza por la antesala del éxito. Trabaja duro por aquello en lo que crees y quieres, y los resultados siempre estarán garantizados, y lo que es más importante, garantizados por ti mismo, tu evaluador más importante.

¿Y tú, adulas o trabajas?

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