La recolección del té

Hace un par de fines de semana fuimos a Hangzhou a ver las plantaciones de té de la zona. Allí se planta una variedad de té verde muy famoso llamado 龙井 longjing, que literalmente significa «pozo del dragón». Desde finales de marzo hasta principios de verano es la época de la recogida del té y la temporada alta de turismo en la zona. Nosotros fuimos a un pueblo que se llama Meijiawu (梅家坞), en la misma zona que Longjing (sí, hay un pueblo que se llama igual que el té). A Longjing no pudimos ir porque el domingo no podían entrar en esa zona los coches con matrícula acabada en número par.

Lo que más me sorprendió fue que las plantaciones de té están muy cerca de Hangzhou, a media hora escasa. Giras en una avenida con un tráfico de mil demonios, te metes por una carreterilla y a los 3 o 4 kilómetros ya estás en medio del campo.

En la carretera principal que iba por estos campos había un montón de coches y autobuses de viajes organizados, pero si aparcabas y te ponías a andar por entre las plantaciones no había nadie (solo unas chicas haciendo fotos que parecían para la web de una tienda de ropa en Taobao). A los pobres turistas solo los llevan a gastarse el dinero a los restaurantes, casas de té y tiendas de souvenires.

Si ibas por el caminito entre las plantaciones te adentrabas cada vez más entre las montañas. Allí solo estaban los del pueblo recogiendo el té, no había turistas. Todos los del pueblo trabajan en algo relacionado con el té, ya sea recolectando, secando las hojas, abriendo una casa de té…

Visitamos también el pueblo de Meijiawu. Muy tranquilo, excepto por las furgonetas que pasaban por la calle a 80 por hora. ¡Y eso que era bastante estrecha! No sé cómo no atropellan a nadie.

Por aquí iban como locos.

Este pájaro era una pasada, decía hello y nihao con diferentes tonos de voz. Al principio solo hablaba cuando no mirábamos y luego perdió la timidez.

Hojas de té puestas a secar. El hombre está tostando hojas en el wok manual. A la izquierda se ve una máquina que lo hace automáticamente. Dicen que el sabor es distinto si se tuestan en máquina o a mano; yo, la verdad, no noto la diferencia.

Cuando llegas a la parte de arriba de esa calle puedes subir por una colina donde hay más plantaciones de té y más lugareños recolectando. También había huertos con otras cosas, una señora nos explicó que estaba plantando berenjenas. Al otro lado de la colina estaba el cementerio.

Con tanto té por los alrededores no queda otra que probarlo, claro. Nos sentamos en una casa de té que era el segundo piso de una casa con grandes ventanales que miraban a la montaña. Ale, a beber té y comer pipas, cacahuetes y nueces de macadamia.

Té longjing.

Cómo llegar: Meijiawu está muy cerca de Hangzhou; desde la estación de tren un taxi sale por unos 70 RMB. Si dispones de tu propio vehículo puedes moverte por la zona con más libertad, pero también hay varias líneas de autobuses urbanos que recorren las carreteras principales. Hay multitud de hotelitos y habitaciones para alquilar, con precios entre los 80 y los varios miles de RMB. 

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