Las frutas exóticas del Sudeste Asiático

Una de las cosas estupendas que podéis experimentar cuando viajéis a cualquier país (especialmente a países tropicales), es la posibilidad de probar una enorme variedad de frutas exóticas con sabores completamente nuevos e incluso “raros”  en ocasiones. Para nosotras, saborear las frutas y las verduras de un país es una manera de crear un recuerdo permanente de aquel sitio. ¿No os ha pasado alguna vez que cuando probáis una determinada comida, de repente os viene un recuerdo de un sitio en el que habéis estado?

Magdalena, estando en su país natal (Indonesia), procuró aprovechar al máximo conseguir todas sus frutas favoritas, esas que ha conocido desde que era una niña: “Comerlas y disfrutar esos sabores de nuevo me hizo feliz, y me hizo recordar mi casa, mi infancia y mi familia. ¡Es simplemente estupendo!”

Así que nos gustaría compartir con vosotros 8 frutas exóticas que debéis probar en cuanto tengáis la oportunidad de encontrarlas, ya sea durante un viaje al sudeste asiático, o en un supermercado gourmet donde tengan productos de importación. Espero que os gusten y que las disfrutéis tanto como ella, y si no es así, al menos que os sirva para experimentar nuevos sabores.

1. Fruta de serpiente / Salak.

Proviene de Indonesia, Brunei y Malasia. De acuerdo con su nombre, la aparencia de esta fruta se asemeja mucho a la piel de una serpiente. Es de color marrón y de textura áspera como si fueran escamas. Aun así, es muy fácil pelar la piel. Dentro, encontráis 3 o 4 lóbulos. Normalmente 2 grandes y 2 pequeños. Cada lóbulo contiene una pepita que no es comestible. Esta fruta tiene sabor extraño, curiosamente entre dulce y ácido, bastante parecido a la manzana pero de textura más firme, más seca y más crujiente. Salak se come así tal cual, pero también la empleamos para hacer frutas en vinagre como snack.

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2. Rey de las frutas / King of fruits / Durian.

Esta es una fruta que amaréis u odiaréis, pero en ningún caso os dejará indiferente. Tiene un olor muy fuerte y peculiar aunque la fruta esté intacta, y podéis notar su presencia desde varios metros de distancia. Por este motivo, por ejemplo, en Singapur está prohibido llevarla consigo en transporte público, y en Malasia dentro de ascensores de hoteles (¡confirmado!). La carne del Durian es muy parecida a una natilla suave y cremosa de rico sabor, simplemente se derrite en la boca. Si os gusta esta fruta, no podéis parar de comerla. En el sudeste asiático, el durian se utiliza mucho en elaboraciones de postres y dulces. Para los fans de tal fruta, pueden incluso disfrutar de helado de durian en verano…

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3. Manggis / Mangostán.

Esta es una de las frutas preferidas de Magdalena. Aunque tiene una piel bastante gruesa, es bastante fácil de abrir. Simplemente basta con presionar con los 2 pulgares y abrir su piel. Dentro del Manggis encontráis 6-7 lóbulos y cada uno de ellos (los grandes) tienen una pepita  no comestible  Tiene un sabor entre dulce y ácido, como una mezcla entre melocotón y frambuesa… La textura es muy agradable y suave. El manggis tiene una gran cantidad de nutrientes y produce muchos beneficios al organismo, entre ellos un alto poder antioxidante y agentes anticancerígenos.

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4. Rambutan.

Cada vez se encuentra más rambutan por las fruterías españolas. El rambutan se cultiva en varios países del sudeste asiático. Se parece a un erizo y en su interior tiene una pepita dura que no es comestible. El rambután es un fruto que pertenece a la misma familia que el litchi. Su carne blanca y traslúcida tiene un sabor muy dulce. En Indonesia, empleamos mucha rambutan para elaborar postres o bebidas.

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5. La fruta del dragón (dragonfruit) 

Es el fruto de una planta similar a un cáctus. Tiene un gran contenido en azúcares –avisamos, es muy dulce– que lo convierte en un buen reconstituyente. Es rico, además, en minerales y vitamina C y ayuda a regular la actividad intestinal. Es un antioxidante natural que previene el envejecimiento prematuro. La fruta del dragón tiene sabor entre una fresa y una pera. Empleamos mucho esta fruta para elaborar postres.

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6. Belimbing / Star fruit / Carambola.

Procedente de Indonesia, India y Sri Lanka, esta fruta es muy popular en el sudeste asiático y algunos países sudamericanos. LLama la atención su forma estrellada de 5 ángulos, de ahí su nombre. La textura de la piel recuerda a la cera y el sabor parece una mezcla entre naranja, papaya y pomelo. Contiene vitamina A, C, fósforo y potasio y sólo contiene 30 calorías. Comemos belimbing tal cual pero también la empleamos mucho en cocina para elaborar alguna salsa y también para hacer postres. Es una fruta “cómoda”: No necesita pelarse ni quitarle la semilla. “Carambola” era originalmente un nombre portugués y etimológicamente proviene del sánscrito “karmara”, que significa “aperitivo”.

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7. Kelengkeng / Longan (pronunciación en cantonés).

Esta fruta proviene del sudeste Asiático y su nombre del idioma chino: 龍眼, que significa “ojo de dragón” porque es parecida a la bola de un ojo cuando se abre la cáscara. Tiene una pepita negra que se ve a través de la carne translúcida. El longan pertenece a la misma familia que el litchi. La carne es dulce y jugosa. En el sudeste Asiático empleamos mucho el longan para elaborar postres.

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8. Coco.

Cada vez es más fácil encontrarlo en cualquier frutería de barrio. El agua y la pulpa del coco joven se puede tomar directamente. El coco que está maduro suele tener la pulpa rancia, por eso es mejor emplearla para producir leche de coco. La pulpa se ralla y se mezcla con agua. Después, se exprime de nuevo para conseguir la leche de coco. La leche de coco se utiliza mucho para preparar sopas, postres, cócteles…

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Hemos mencionado menos de diez, pero somos conscientes de que la lista da para largo, así que igual os traemos una segunda parte pronto.

De momento, os dejamos ahora con un vídeo-receta de un postre fácil cuyo protagonista es el coco:

¡Disfrutad de la primavera con una copita fresquita de es teler!

*Este post se publicó originalmente en la sección Sabores de Oriente en Yuanfang Magazine

Autoras: Elena Ng y Magdalena Kurniasih

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