Sima Guang desde muy pequeño le gustaba mucho aprender. A menudo se quedaba absorto leyendo libros, incluso a veces se olvidaba de comer o de beber agua. Sima Guang no solamente le gustaba aprender, si no que además era muy inteligente y valiente. Existe una leyenda especialmente famosa, que hoy en día todavía la gente recuerda.
Cuando Sima Guang tenía 7 años, una vez, él y sus pequeños amiguitos estaban en su casa jugando al escondite. Dentro de la casa había una gran tinaja, que estaba totalmente llena de agua.
Uno de sus pequeños amiguitos que estaba a punto de ser capturado, trepó rápidamente encima de la tinaja. Y aunque parezca mentira, cayó dentro de la tinaja de agua.
La tinaja era muy grande, el agua muy profunda, el niño que estaba dentro comenzó a gritar y dar voces, se estaba hundiendo.
Los otros niños miraban, aterrorizados, llorando juntos. Algunos salieron corriendo para ir a pedir ayuda a sus padres.
El pequeño Sima Guang había visto como el niño había caído dentro y rápidamente se estaba hundiendo, pero si esperaba a que vinieran personas mayores a rescatarlo, ya sería demasiado tarde.
Pensó y pensó, buscó por el suelo una piedra grande y la estrelló contra la tinaja.
Nada más oírse el ruido, la tinaja se rompió, el agua de dentro de la tinaja comenzó a fluir saliendo muy rápidamente y el niño que había caído dentro de la tinaja, también pudo salir rescatado.
Cuando los padres del niño se enteraron de este asunto, le dieron las más efusivas gracias a Sima Guang, diciéndole: “Té eres un niño muy inteligente y muy valiente rescatando a nuestro hijo”.
Hoy todavía la gente le admira, preguntádose como un niño tan pequeño eran tan listo y valiente.