La Nueva Regulación China para los Algoritmos de Recomendación

La Administración de Ciberseguridad de China ha aprobado un nuevo conjunto de regulaciones de algoritmos de recomendación que dan pasos significativos para regular cómo se puede usar la tecnología. El reglamento entrará en vigor el 1 de marzo de 2022. 

Si se aplican según lo previsto, las regulaciones tendrán un gran impacto en las empresas que dependen en gran medida de la tecnología, como las aplicaciones de redes sociales, las plataformas de comercio electrónico, servicios (como entrega de comida a domicilio, logísticos…) y los sitios de noticias, lo que les exigirá aumentar la supervisión y realizar ajustes técnicos significativos. Además, cualquier empresa extranjera que opere una aplicación o servicio en línea que utilice algoritmos en China tendrá que cumplir con las regulaciones.  

Las regulaciones son el conjunto de reglas más extenso que se haya creado para la implementación de algoritmos de recomendación en el mundo, que exigen más transparencia sobre cómo funcionan los algoritmos y brindan a los usuarios más control sobre qué datos pueden usar las empresas para alimentar el algoritmo. Pero las regulaciones también van más allá de abordar los derechos de los usuarios, exigiendo que los operadores de algoritmos sigan un código ético para cultivar «energía positiva» en línea y prevenir la propagación de información indeseable o ilegal. 

¿Cómo restringen las regulaciones el uso de algoritmos de recomendación 

En virtud de la nueva normativa, los operadores de algoritmos tendrán que actualizar su tecnología para cumplir con los nuevos requisitos técnicos, desde auditar palabras clave hasta permitir que los usuarios accedan y controlen sus perfiles de datos personales. Además, los operadores tendrán que ajustar la dirección de sus algoritmos de recomendación para adherirse a los «valores generales» y se les prohíbe utilizar algoritmos para una serie de comportamientos ilícitos, como la aplicación de prácticas anticompetitivas y la discriminación de precios.   

En otro movimiento significativo, las regulaciones prohíben directamente a los operadores agregar palabras clave ilegales o indeseables a los perfiles de usuario y usar dichas etiquetas para enviarles información 

Las obligaciones de proteger a los menores descritas en el Artículo 18 probablemente significarán que los formatos de video, como las bromas o los desafíos de Internet que alientan a los espectadores a replicar y compartir contenido similar en las redes sociales, populares entre los usuarios más jóvenes en muchos países del mundo, no serán bienvenidos en las aplicaciones chinas. 

El enfoque chino para regular Internet  

Está claro que el gobierno chino está adoptando un enfoque mucho más contundente que muchos otros países cuando se trata de tomar medidas enérgicas contra el contenido en línea ilegal e indeseable. Aunque el alcance del contenido al que se dirigen las regulaciones de Internet de China cubre temas y áreas que se considerarían aceptables en otros países, también aborda cuestiones directas con las que muchos en todo el mundo están lidiando: noticias falsas, información errónea, abuso en línea, etc.  

Al colocar la responsabilidad de moderar y prohibir dicho contenido en los pies de las propias plataformas, China está adoptando un enfoque muy diferente de muchos países occidentales, donde las plataformas están en gran medida protegidas de repercusiones legales para el contenido alojado en sus plataformas, y la responsabilidad recae en cambio en la persona que publicó el contenido. 

Según las regulaciones de China, los infractores que se nieguen a corregir problemas o cuyas acciones hayan tenido consecuencias graves son responsables de multas de entre 10.000 RMB (1.568 dólares de los EE.UU.) y 100.000 RMB (15.688 dólares de los EE.UU.), una cantidad insignificante para las grandes empresas de tecnología. Sin embargo, dado que muchos de los reglamentos se superponen con los descritos en otras leyes, algunos casos podrían culminar en multas mucho mayores. 

Estas nuevas regulaciones serán difíciles de implementar para muchas empresas, pero es probable que también lo sean para los reguladores. Las empresas más pequeñas con presupuestos de desarrollo limitados pueden tener dificultades para actualizar sus sistemas para cumplir y emplear la mano de obra necesaria para moderar el contenido. Por lo tanto, es probable que muchos no cumplan plenamente a corto plazo y que las multas se impongan de manera incoherente.  Habrá que ver como evoluciona su implementación.

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