La agencia china de Noticias Xinhua publicó hace pocos días, en mayo, la noticia de que China va a prohibir el uso del sistema operativo Windows 8 en los nuevos ordenadores del gobierno. Esta medida se debe a que recientemente Microsoft anunció que dejaría de dar apoyo a los sistemas operativos (OS) Windows XP. Curiosamente, ocurre que la mayoría de ordenadores utilizados por el gobierno chino utilizan dicha versión y se calcula que alrededor de un 70 por cierto de los ordenadores de todo el país utilizan Windows XP, ya sea en su versión original o «pirata».
La falta de actualizaciones supone un peligro para casi la totalidad de la red china de ordenadores, y a pesar de que las grandes empresas chinas responsables en seguridad de software han prometido proporcionar asistencia técnica para evitar posibles riesgos, muchos usuarios de Windows XP se han mantenido temerosos acerca de los posibles peligros y hackers. El gobierno chino, obviamente, no puede pasar por alto los riesgos de que prácticamente la totalidad de su país utilice un sistema operativo sin apoyo técnico garantizado, incluyendo su propia red estatal de ordenadores.
Por esta razón, el Ministerio de Industria e Información Tecnológica de China ha ido promoviendo a los ciudadanos de su país por diferentes medios que dejen de usar Windows XP y que realicen cuanto antes la migración a sistemas operativos libres de fabricación nacional basados en Linux. «El cierre (de Windows XP) generará riesgos directamente a las redes de telecomunicaciones básicas de China y amenazará su seguridad en general», declaró en ingeniero jefe del ministerio, Zhang Feng.
Y es que China, tras los diferentes casos de espionaje ocurridos por EEUU y para evitar que situaciones como estas se repitan en un futuro, está planteándose la creación e instalación de su propio sistema operativo en el país. Y una de las primeras medidas tomadas ha sido prohibir Windows 8 en las oficinas gubernamentales. Según un comunicado online del Centro de Contratación Pública Central, todos los ordenadores de sobremesa, portátiles y tablets que se compren para el uso en los órganos centrales de gobierno no podrán tener instalados la octava versión de Windows. Aunque esta medida por el momento no parece que vaya a afectar en los ordenadores personales.
Entonces todo parece indicar que China se centrará en el desarrollo de su propio sistema operativo basándose en el OS del famoso pingüino, GNU/Linux. Un movimiento necesario según An Yang, experto en seguridad de Qihoo 360 Technology, aunque remarca que de momento los progresos han sido algo decepcionantes. Por otro lado, Qi Xiangdong, presidente de la misma compañía, comenta que esto puede suponer una gran oportunidad para las empresas de IT (Tecnología de la Información) del país. Por ahora, no se sabe si la idea será crear un propio o utilizar software existente, pero actualmente ya hay disponibles diferentes OS basados en Linux desarrollados por empresas chinas, como KylinOS y StartOS, que son totalmente gratuitos, aunque todavía que no gozan de mucha popularidad. Como inciso, muy recientemente se firmó un acuerdo con HP para lanzar al mercado portátiles con Ubuntu KylinOS preinstalado para venderse en el mercado asiático.
Otro dato que nos lleva a pensar sobre los planes chinos es que actualmente poseen el «superordenador Tianhe-2″, albergado en el Centro Nacional de Supercomputación de Guangzhou, el ordenador más potente del mundo, que justamente funciona con una versión de Ubuntu Linux, desarrollada de forma conjunta por Canonical y la Universidad Nacional de Defensa China.
Pero no sólo China es el único país que está desarrollando un sistema operativo oficial basado en Linux. Según Ni Guangnan, especialista de la Academia de Ingeniería de China, los gobiernos de Alemania y Rusia también comenzaron a adoptar sistemas operativos propios.
Finalmente lo que podría parecer para algunos una medida anecdótica de Microsoft, suspendiendo el apoyo de una versión antigua como Windows XP, puede llegar a ser algo «muy gordo». Y es que probablemente en los cálculos de Microsoft se contaba que este cierre pudiera aportar la conversión de usuarios a su sistema operativo más nuevo, pero todo parece indicar que en China no va a ser así. Con esta decisión acaban de desencadenar la posible perdida de millones de usuarios y Linux ya se está frotando las manos con sólo pensar que su «enemigo» acaba de abrirles la puerta de millones de consumidores chinos. Se estima que Linux tiene una cuota de mercado inferior al 1,5 por ciento en todo el mundo, ridículo si lo comparamos con el 91 por ciento de Windows y el ocho por ciento de OS X. Por lo que las cosas pueden llegar a cambiar mucho dependiendo lo que vaya ocurriendo.
Habrá que ir siguiendo de cerca las evoluciones tanto del gobierno como la competitividad de su sistema operativo, ya que promover el uso de su sistema entre los usuarios oficiales es una cosa, pero otra será extender su popularidad entre la población, ya que para esto dependerá mucho sus prestaciones antes las difíciles exigencias del mercado.
5 ideas sobre “Windows 8 queda prohibido en los ordenadores gubernamentales chinos”
Roberto, me alegra que te haya gustado el texto. Estas experiencias tan conmovedoras son las que hacen que el amor por la enseñanza se renueve todos los días.
Están en inglés y Kylin está en español también. Un saludo 😉
Están en inglés y Kylin está en español también. Un saludo 😉
Están en inglés y Kylin está en español también. Un saludo 😉
Están en inglés y Kylin está en español también. Un saludo 😉