¿Qué está pasando entre China y Vietnam?

Desde hace algunos días sois muchos los que me estáis preguntando ¿Qué está pasando entre China y Vietnam? Por lo que me ha parecido interesante volver a escribir sobre un tema que nada tiene que ver con el arte o la cultura y tratar de dar una explicación a lo que está sucediendo en el Mar del Sur de China.

Vista aérea de uno de los arrecifes de las islas Paracelso.

En el Mar del Sur de China, también conocido como Mar Meridional de China, existen varios archipiélagos en abierta disputa entre los diferentes países enclavados en la zona. China se disputa con Taiwán y Vietnam las deshabitadas islas Paracelso. Aunque quizá la zona con mayor confusión de todas, la ocupan las islas Spratly en disputa entre China, Taiwán y Vietnam que reclaman la totalidad del archipiélago además de Malasia y Filipinas que reclaman una parte.

Estas disputas se suman a las que China mantiene con Japón por las Senkaku, situadas en el Mar Oriental de China y que contienen importantes depósitos de gas. Estas disputas han tensado las de por sí siempre complicadas relaciones entre China y Japón en los últimos meses.
Si años atrás ninguno de estos países se preocupó en exceso por esas zonas remotas de su territorio, la cosa cambió cuando hace ya unas décadas se encontraron importantes depósitos de hidrocarburos en la zona. Desde entonces todos los países han centrado su atención hacía el asunto convirtiéndolo en un tema de interés nacional para sus gobiernos.
Las Paracelso y las Spratly:
Las islas Paracelso son un conjunto de islas formado por unos 30 islotes y arrecifes con tan sólo unos 8 kilómetros cuadrados de tierra firme y situadas en la zona norte del Mar Meridional de China. A una distancia equidistante de aproximadamente 180 millas náuticas de Vietnam y de la provincia china de Hainan. Descubiertas por los portugueses en el siglo XVI que las bautizaron como Ilhas do Pracel, de donde procede su nombre. Están deshabitadas en su mayoría aunque la República Popular China mantiene una pequeña posición en la isla Woody y, desde 1997 se da turismo chino en las Paracelso. Se estima que las islas conservan grandes reservas de gas y petróleo.
Detonante:
 
El pasado 2 de mayo la petrolera china CNOCC trasladó una plataforma de extracción petrolífera a las islas Paracelso, en disputa con Vietnam. Para ello utilizaron el apoyo de decenas de buques de la armada china, que desde entonces mantienen sus posiciones en la zona.
Este hecho provocó la indignación de la población vietnamita que considera que los chinos están invadiendo un territorio, pero sobretodo unos recursos, que les pertenecen. Los vietnamitas atacaron diversas fábricas e inversiones chinas provocando, según el gobierno chino, la muerte de dos personas, 135 heridos de diversa consideración y 460 empresas de capital chinas atacadas en tan solo una semana de disturbios.

El gobierno vietnamita, aunque arrastrando los pies, decidió finalmente poner fin a las revueltas desplegando miles de policías y militares en diferentes ciudades del país, ante las protestas de los países vecinos.

Con todo, la tensión no ha aminorado, China mantiene unos 80 barcos de guerra en las Paracelso defendiendo sus posiciones y ha enviado 2 buques a Vietnam para repatriar a sus ciudadanos. Hasta la fecha han sido evacuados más de 7.000 nacionales chinos.

¿Hacia un conflicto armado?

No parece factible. Como bien indica el profesor Shawn MsHale, profesor de la Universidad George Washington de Estados Unidos, para el periódico El Mundo, «La armada de Vietnam es en estos momentos demasiado débil y Vietnam es un país pragmático». Pero además los intereses económicos de ambos países alejan la posibilidad de un enfrentamiento armado. Y es que los intercambios comerciales no han dejado de crecer en las últimas décadas llegando a los 50.000 millones de dólares a finales del 2013, siendo China uno de los principales proveedores de Vietnam, así como el país que más turistas envía cada año a su vecino.

Lo que parece irremediable es que Vietnam, como tantos otros países de la zona, cambie su política exterior buscando un acercamiento hacía Estados Unidos (la verdadera gran potencia del Pacifico) que les proteja de un nacionalismo chino cada vez más apabullante.

¿Qué consecuencias puede tener este conflicto?
En el mejor de los casos esta situación puede servir como catalizador para que los gobiernos se planteen de una vez sentarse a negociar y desbloquear la situación de manera definitiva repartiéndose territorio y recursos. En el peor de los casos los gobiernos puede que sigan ignorando la complejidad del problema y tomando decisiones unilaterales que tensen la situación con sus vecinos y enrarezcan (aún más) el clima de estabilidad en toda la región.
Este artículo fue publicado el 23 de Mayo en Why On White.

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