Una de las cosas que más me han sorprendido de mi experiencia en China es lo mucho que puede variar el concepto de pareja ideal, tanto en lo estético como en lo relativo al carácter. De hecho, uno de los temas más recurridos por los chinos a la hora hablar de los expatriados es su aparente falta de gusto y criterio a la hora de elegir novia, aunque ello apenas les sorprenda ya, dada la “peculiar” inclinación del propio Hollywood por actrices chinas, o de ascendencia china, que lo tendrían muy difícil en el gigante asiático (entre ellas la propia Lucy Liu).
Sin embargo, las chinas también muestran un gusto muy propio hacia los hombres occidentales, a los que tienden a aglutinar y jerarquizar bajo el ideal todavía dominante del WASP (White Anglo-Saxon Protestant), y esto es algo que conviene tener en cuenta a la hora de socializarse en este país.
Así pues, con la intención de que os podáis hacer una idea de lo que pueden apreciar de vuestra apariencia y personalidad, y sin olvidar que se trata de un acercamiento sin base científica, os invito a que echéis un vistazo a estos 7 rasgos que, posiblemente, no están demasiado valorados en los países occidentales, aunque bien podrían suponer una ventaja en el país de Confucio y de Mao Zedong.
Aviso: no voy a hablar de la muy discutida ventaja en lo relativo al tamaño del pene, entre otras cosas, porque servidor ha frecuentado más de una ducha en grupo y no ha salido demasiado airoso.
Una buena napia: ¿Acomplejado por esa moda de las narices de muñequita, tan tímidas, reducidas, y sin personalidad? ¿Cuentas con un apéndice nasal digno del famoso soneto de Quevedo? !No te agobies, hombre! Si te vienes a China, descubrirás que tu prodigiosa tocha sirve para mucho más que mantener el cigarro resguardado bajo la lluvia, ya que es posible que muchas mujeres la vean como un envidiable rasgo genético.
De hecho, una nariz “alta”, o bien huesuda, no sólo constituye una característica física deseable, sino que además conlleva cierto efecto de aura, otorgando a su orgulloso portador un aire majestuoso. Por otra parte, casi da igual lo larga que sea mientras no sea excesivamente gorda, ya que las mujeres chinas piensan mucho en el posible aspecto de los hijos, y ellas se encargan de calcular la napia resultante aplicando una especie de media aritmética entre la longitud de su, generalmente, chato apéndice, y la del posible progenitor.
Piel blanca hasta lo enfermizo: Como tantos otros que nacen con un tono de piel que apenas varía del blanco nuclear al rojo chistorra, vuestro amigo aquí ha sufrido en numerosas ocasiones los chistecitos de blancuchos popularizados desde que el moreno dejó de ser considerado un rasgo indeseable de las clases bajas.
Sin embargo, en China, donde impera una peligrosa mezcla de racismo heredado de Occidente, y la tradicional preferencia por la piel blanca, este controvertido rasgo físico se convierte en uno de los mayores aliados para encontrar pareja. Una vez más, en este caso es muy probable que se aplique una especie de “media cromática” con miras a la prole, y no es extraño que ellas visualicen con entusiasmo, y nos hagan visualizar (con no tanto ardor, seguramente) una carretilla de fotos de bebés y niños de “sangre mezclada”.
Como el oso, cuanto más vello, más hermoso: Para aquellos que también habéis padecido la caprichosa, nociva, y profundamente anti-natural moda del rasurado corporal, os traigo noticias tan buenas como para los narizotas y los paliduchos. Porque, sí, colegas peludos, aquí en China tenemos más probabilidades de que nuestra profusa barba (aunque bien afeitada, eso sí), nuestro felpudo torácico y lumbar, y nuestras engalanadas hombreras sean vistas como un exótico atributo cargado hasta los topes de virilidad.
No importa que luego os echéis a dar saltitos histéricos en cuanto os crucéis con una cucaracha, los pelajes corporales provocan una sana admiración entre los hombres chinos, algunos de los cuales no dudarán en tocar, mientras que a muchas mujeres les sigue despertando una animalesca curiosidad y atracción asociada al supuesto de la mayor fogosidad sexual de los hombres-oso.
Con antecedentes de empollón a ser posible: ¿No te comes un rosco desde que en el instituto te tildaron de come-libros? ¿Harto de que la apariencia física se sobreponga irremediablemente a las capacidades intelectuales? Pues ya estás tardando en venir a China, porque aquí los empollones y los que mayores títulos universitarios acumulan se cansan de que les organicen citas con las mujeres más envidiadas (por ellos).
Lo habéis oído bien, aunque no os lo creáis, aquí al empollón le van a buscar las chavalas a casa, y desde la privilegiada atalaya que constituye su masculinidad hegemónica, se limita a elegir, seguro de sí mismo, la moza más despampanante que sus padres consideren apropiada, pues en China todavía pesa mucho el tradicionalismo más machista, y las chicas con estudios y con una una psicología más o menos madura no son vistas precisamente el partido ideal.
Mejor casero, por favor: Una de las cosas que más me ha cansado siempre de las relaciones amorosas en Occidente es que siempre se espera a dar el paso en ambientes de fiesta, como si no fuese humanamente posible emparejarse sin pasar por la estúpida fiesta en casa de Mike, o por la tasca tecno-rural de la Bonifacia. En mi caso, particular, aunque siempre me ha gustado mucho la jarana, reconozco que he sido un patán en esas circunstancias, y por eso mismo, al llegar a China, al igual que los menos aficionados a salir, me alegré de ver que se podía ligar perfectamente en los ambientes más cotidianos.
No en vano, en este país la mayor parte de la población no puede permitirse ir de fiesta con la asiduidad a la que acostumbramos por allí, y muchas chicas lo consideran un rasgo poco deseable para un futuro marido, de quien se espera que pase en casa la mayor cantidad de horas posible, en gran parte para evitar las tentaciones del alcohol, las mujeres, el juego, y la inestabilidad económica a la que pueden ir acompañadas (pese a que beber es casi indispensable para prosperar en los negocios).
Humildad, e incluso timidez, un gran punto a favor: Algo que sabréis quienes hayáis pasado un tiempo en China, es que aquí apenas se valoran las excentricidades y el carácter “echado pa’lante” que tantas gracias causa en el imaginario Occidental. Por supuesto, la seguridad en uno mismo se aprecia igual que en todas partes, pero la humildad sigue siendo un rasgo psicológico crucial para adquirir cierto estatus social a través del sistema educativo y el mercado laboral.
No obstante, si, a pesar de ser ser un tío serio y responsable, acarreas el problema de la timidez, no te preocupes porque habrá muchas mujeres que lo aprecien como una garantía para mantenerte a salvo de las temidas relaciones adúlteras.
¿Que has vivido con tus padres hasta ayer? ¿Y qué?: Esta es una cuestión que puede resultar de lo más peliaguda en cantidad de países occidentales, y que puede llevar al garete cualquier otro punto que contemos a nuestro favor. Sin embargo, en China, donde el frágil Estado de Bienestar apenas ofrece garantías a los jubilados, los hijos que se mantienen cerca de los padres, o conviven con ellos, no son vistos como unos fracasados, sino como píos practicantes de la ética tradicional.
Por ello, aunque el ideal del hijo que crece y hereda la casa de los padres se encuentra en un rápido declive, el hecho de haber compartido vivienda con papá y mamá mientras se estudiaba o trabajaba no va a suponer un problema. Eso sí, como ya he explicado en otras ocasiones, la madre de la novia esperará que el novio se haga cargo de una vivienda independiente para el matrimonio, mientras que él no debería descartar la posibilidad de que los suegros se hagan un hueco una vez llegados a la vejez, por si las moscas.
Bueno, eso es todo por mi parte. Para quienes os interese leer otro artículo menos exclusivo en cuestión de género, podéis pulsar aquí, y cualquiera que quiera compartir su experiencia está libre de hacerlo a través de un comentario.
Espero que os sirva de ayuda, o que os haya resultado entretenido.
4 ideas sobre “7 rasgos inesperados que te podrían ayudar a encontrar novia en China”
Especialmente en la mensajería instantánea, muchos escriben «bye bye» como «88» o «八八«, que suena igual. Entre los occidentales (especialmente alemanes), la acepción numérica no es tan frecuente, pero los chinos en general tienen un gran desconocimiento de la historia europea del s. XX por lo que ignoran esta otra interpretación.
Sobre lo de «cool«, está por supuesto el famoso portal de vídeos «youku», donde el primer carácter no es «you» de «tener», sino 优 que es algo así como «súper», con lo que se podría traducir como: «Súper-Molón». Y también este artículo de NY magazine» sobre la «revolución consumista» china que incluye una interesante infografía («Are you kù?» de Mark Nerys) que adjunto, donde figuran otros «palabros».