La República Popular China califica el acuerdo sobre acero entre UE-E.E.U.U. como una herramienta unilateral que discrimina y viola el principio de equidad y justicia en los mercados.
El Embajador chino en la Unión Europea, Zhang Ming, criticó el reciente acuerdo sobre aluminio y acero entre la Unión Europea y Estados Unidos. Dicho acuerdo establece una coordinación internacional para contrarrestar la contaminación generada por la producción de acero y finaliza la guerra arancelaria entre E.E.U.U y UE en esta materia; guerra desencadenada por las políticas proteccionistas de la Administración de Donald Trump.
Para Estados Unidos y la Unión Europea, este acuerdo representa un paso más en la lucha contra el cambio climático, pues el acero y el aluminio fabricados en sus países producen menos emisiones que las alternativas más “sucias” fabricadas en China y en otros lugares. Asimismo, consideran que China satura los mercados con cantidades excesivas y baratas de acero que afectan a la industria siderúrgica europea y estadounidense.
Aunado a esto, la Unión Europea desea lograr la igualdad de condiciones y la competencia leal para sus empresas al enfrentarse a las chinas, las cuales por lo general reciben subvenciones por parte del Gobierno chino. También desean prevenir la transferencia forzosa de tecnologías a China y fortalecer el monitoreo de las cadenas de suministro para garantizar la ausencia de trabajo forzoso y las violaciones ambientales.
China es el mayor productor de acero en el mundo y, por lo tanto, el principal responsable de las emisiones de gases de efecto invernadero. Motivo por el cual, la República Popular China advierte que este acuerdo es una herramienta hecha a la medida para limitar y discriminar específicamente a China; además de violar el principio de equidad y justicia en los mercados, a pesar, de que se han comprometido a lograr la neutralidad en emisiones de carbono para el año 2060.
Aunque China comprende la búsqueda de la Unión Europea por una mayor autonomía estratégica, el Embajador chino, Zhang Ming, criticó las políticas comerciales de la Comisión Europea, describiéndolas como «cerradas sobre sí mismas», «unilaterales» y destinadas a crear «nuevas barreras comerciales», que en el futuro obstaculizarán «los suministros industriales y empeorará la situación inflacionaria”, por lo cual solicitó a la Unión Europea adherirse a las reglas de la Organización Mundial del Comercio.