Es probable que Pakistán, China y Rusia desempeñen un papel importante en la contención de Is-K (también conocido como IS-KP e ISIS-K). Is-K es la rama del autodenominado Estado Islámico en Afganistán.
IS-K amenaza más o menos directamente a todos los actores estatales que bordean Afganistán. El grupo recluta militantes incluso más allá de las fronteras afganas y recurre a milicias arraigadas en estos países, como Etym, el Movimiento Islámico de Turkestán Oriental (que opera en la región china occidental de Xinjiang) o el ‘Imu, el Movimiento Islámico de Uzbekistán. Pero también hay operaciones de reclutamiento en Pakistán e India. En definitiva, todos estos países comparten el interés de contener a Is-K y estas redes que traspasan las fronteras nacionales. El enfrentamiento en curso entre los talibanes e Is-k plantea serias amenazas para los países vecinos, ya que ‘distrae’ a los talibanes de gobernar Afganistán y hace que la lucha contra el Estado Islámico agote los recursos del país.
En este contexto, Rusia, China, Pakistán e incluso Irán necesitan un Afganistán estable y también podrían establecer un sistema de seguridad conjunto para atacar las fortalezas del Estado Islámico en Khorasan, en lugar de simplemente esperar que los talibanes al final obtengan la ventaja.
Por ejemplo, una forma de colaboración podría ser el intercambio de información de inteligencia sobre los militantes capturados, sus perfiles y afiliaciones anteriores, pero también el desmantelamiento conjunto de las cadenas de suministro con las que se financia el grupo, vinculadas a la economía sumergida y en el mercado negro.
Una de las ventajas clave de Is-K es su capacidad para reclutar militantes de otros grupos transnacionales que siempre están buscando alianzas. Por lo que se necesita de un esfuerzo colectivo que vaya más allá de las operaciones estándar de lucha contra el terrorismo. Estados Unidos, por ejemplo, golpeó posiciones de IS-K con varios ataques aéreos, matando a muchos emires y líderes, pero esto no impidió que el movimiento volviera hoy a la escena y se reagrupara. Rusia, China y Pakistán pueden intervenir en este sentido, desde una perspectiva compartida y regional.