Cómo comer con palillos*

Dedicamos esta sección para los amantes de cocina. Nos gustaría llevaros a un viaje para explorar nuevos sabores de Asia Oriental y Sudeste Asiático. Queremos introduciros sus especias de colores vivos, sus ingredientes exóticos y sus infinitas salsas. Esperamos poder despertar vuestra curiosidad y que nuestras originales recetas os abran el apetito!

Los palillos son el máximo representante de la cocina asiática y su origen se remonta al siglo XVI a.C. durante la Dinastía Shang en China. Su nombre chino, kuàizi (筷子), contiene el caracter de kuài 快 («rápido») y sobre él, se posa el de bambú 竹, material del que están hechos normalmente los palillos. Aunque en realidad, este no es su nombre original. Durante las dos últimas dinastías (Ming y Qing) se obligó a que se cambiara el nombre de (zhù) –utensilio para comer, hecho de bambú-, porque se pronunciaba igual que 住(«detener»). Esto constituía un tabú en los barcos ya que podía detener el viaje. Por esta razón, los chinos empezaron a llamar a los palillos “kuài”, para desear velocidad en los viajes.

Originalmente, los palillos no se utilizaban para comer, sino para cocinar; como pinzas para transportar los alimentos al fuego y sacarlos del fuego. Aún hoy día, los palillos siguen presentes entre ollas y cazos.

El uso de palillos es una costumbre extendida prácticamente por toda Asia, pero éstos difieren en forma, tamaño, material y fabricación. En Corea los palillos son de metal que se estrechan en la punta, aunque también los hay de madera. A veces, debido a su deslizante superficie metálica, los 젓가락 juht gah lahgk tienden a ir acompañados de una cuchara, también de metal. Antiguamente, los emperadores Joseon utilizaban palillos de plata, porque se pensaba que la plata se deslustra ante la presencia de veneno. En Japón los hashi 箸 («puente» en japonés y casualmente, el caracter original de los palillos chinos) se usaban exclusivamente en las ceremonias religiosas para ofrecer comida a los dioses, actuando así, de “puente” entre el mundo mortal y lo divino. Y en Vietnam, a diferencia de los otros países, el arroz se puede comer con los palillos y de un plato, puesto que el arroz vietnamita se cocina más glutinoso.

La etiqueta también es importante. La primerísima norma es que nunca se deben clavar verticalmente los palillos en el cuenco de arroz. Esta es precisamente la manera en la que se clava el incienso como ofrenda a los ancestros. Tampoco se pueden golpear los cuencos con los palillos, ya que son los mendigos quienes hacen esto para pedir limosna. La comida puede estar riquísima, pero no se deben chupar los extremos de los palillos porque es de mala educación. Al igual que si has cogido una porción de comida del plato de servir, esa ya es tuya y no debes devolverla al plato.

Como curiosidad, desde 1975 se celebra cada 4 de agosto en Japón, el Día de los Palillos (箸の日). Los japoneses acuden a un santuario en Tokyo (Hie Shrine日枝神社) para rezar a los dioses de la salud, y queman miles de pares de palillos para agradecer la contribución de los palillos en las comidas.

*Cómo comer con palillos fue escrito por Magdalena Kurniashi y Elena Ng en la sección SABORES DE ORIENTE que la semana pasada estreno Yuanfang Magazine.