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Introducción al debate por Alfonso Araujo
Dar clases de idioma en China solía ser el recurso básico de todo extranjero recién llegado. A menos que seas uno de esos expats enviado desde el principio por tu empresa y vivas como maharajá, alguna vez has dado clase de idioma en un salón chino. ¡No mientas! Por lo menos una vez, seguro uno que sí da clases de fijo te ha pedido que sustituyas por él porque ese día no se puede ni levantar.
Quienes me hayan leído saben que desde luego que yo di clase por mucho tiempo y he escrito extensamente acerca de mis experiencias. Pero si no quiere leer ahora mismo de luciérnagas, promesas hechas con manzanas y todo tipo de experimentos estrafalarios que hacía en el salón para hacer que niños y adultos soltaran la lengua, le diré el resumen:
Dar clase de idioma en China, en escuelas desde regiones rurales hasta las más pijas de Shanghai, fue una de las experiencias más importantes de mi vida, que más me enseñó y que más me dio. Francamente, aunque quiero que haya discusión, yo mismo no puedo decir que haya tenido experiencias negativas y eso que di clase desde jardín de niños hasta universidades. Mis alumnos, sobre todo en zonas rurales, siempre fueron volcados y entregados con su profesor, y el haber pasado tanto tiempo en la enseñanza (más tarde en universidad, a extranjeros) es lo que específicamente me abrió las puertas a las relaciones cercanas y a tener verdaderos amigos en este país.
Desde luego debo decir que la “curva de aprendizaje” puede ser muy frustrante mientras se aprende la sensibilidad del salón de clase chino, y el dar clase a niños de menos de 13-15 años es absolutamente desgastante, pero eso es más bien por los horarios infames que a veces hay que tomar. Porque incluso con el caos que puede ser una clase de niños de 5 y 6, es increíblemente gratificante ver sus caritas de asombro y diversión con su profe extranjero. En general puedo decir que las desventajas del dar clase son más relacionadas con la parte administrativa que con la parte de la docencia en sí.
Quizá tuve suerte, quizá me tocó un periodo bueno. Del 2000 al 2004 aún éramos pocos los profes disponibles, la actitud en el salón de clase quizá era aún más inocente. Quienes estén en activo ahora mismo o en años posteriores a los que menciono seguramente pueden aportar a la discusión en cuanto cómo ha cambiado recientemente la actitud hacia el maestro extranjero.
Si han sido profes en China, anímense y digan:
PREGUNTAS:
¿Cuál ha sido tu experiencia de dar clases de idioma en China?
¿Cuáles son las mejores y las peores cosas?
Si alguna vez diste clase y ya no, ¿lo volverías a hacer?
¿Lo recomendarías a alguien que viene por primera vez?
¿Cuál es tu experiencia más memorable?
Alejandro Bueno el julio 6, 2015 a las 10:51pm
No hay todavía comentarios?
Carla Hdez el julio 10, 2015 a las 1:22pm
¡Me he leído su respuesta varias veces y no sabe lo mucho que me ha gustado su forma de narrar su experiencia como profesor en China! Ya que no ha olvidado de poner la parte difícil del proceso al que se ha sometido, siempre he pensado que esas heridas de guerra son las que nos empujan más y más.
Mi experiencia no tiene que ver con la enseñanza de otro idioma. Cuando viví en Taiwán formaba parte del grupo «Love & Care» que se encarga de dedicar algunos fines de semana a personas de la tercera edad, niños con capacidades diferentes y personas con problemas de aprendizaje. Yo era parte del grupo encargado de los niños con autismo, y nuestro trabajo era ayudarlos a integrarse con el ambiente y con las demás personas. Siempre que terminaba mi turno me sentía agotada física y mentalmente… ¿qué hacer cuando el idioma y la cultura no es el problema de comunicación? Es una de los problemas más difíciles ante los que me he encontrado, pero poco a poco encontré la sensibilidad y la empatía para seguir «enseñando».
Además de felicitarlo por compartir su experiencia quería pedirle su colaboración… quiero hacer una guía infográfica para las personas que quieren ir a China como profesor de idioma. Consejos antes (qué hacer si tienen la idea de irse y cómo empezar) después (una vez que les dan respuesta y ya tienen su pase a China, qué necesitan preparar etc.) y al último (una vez que están en China cómo empezar, qué tener en cuenta etc.) Quiero publicarlas aquí en Chinalati y en mi página, y usted también puede publicarla y compartirla en otro sitio web si lo desea.
Este es mi correo: grupocarsa.hdz@gmail.com
¡Saludos!
Alejandro Bueno el julio 6, 2015 a las 11:24pm
Muy interesante las experiencias que compartes con nosotros Alfonso. Lo más curioso es tanto tú como yo tenemos una opinión bastante parecida en cuanto a lo que es dar clase: la clase con niños es bastante gratificante pero la parte administrativa es un caos total.
A continuación voy a intentar contestar las preguntas de una en una.
¿Cuál ha sido tu experiencia de dar clases de idiomas en China? ¿cuáles son las mejores y las peores cosas?
Ha sido desde gratificante hasta un infierno. He de decir que, como ya se ha dicho antes, el principal problema no ha sido en el mayor de los casos los alumnos sino la administración (o desadministración) de dichas empresas y su falta de capacidad de empatía.
Ha sido muy gratificante cuando ves que los alumnos progresan y van mejorando su nivel de inglés, van aprendiendo nuevas palabras y van mejorando su nivel oral. Esto es todavía más enriquecedor cuando en la guardería te encuentras con niños que pasan de no hablar nada en clase a hablar poco hasta luego hablar mucho más.
Pero las aulas no siempre son como piensas. Muchas veces las clases de profesor extranjero no son muy baratas y por tanto no siempre son los mejores niños o adultos los que vas a tener sino los que más dinero tienen sus padres y menos tiempo los mismos pasan con ellos. Muchas veces te ven casi como un segundo padre. Es toda una pena porque te ves a los pobres niños con mucha falta de cariño. Y otras veces te encuentras con rompleclases y niños problemáticos que tienen problemas de adaptación y que en tu clase hacen imposible que la des normalmente.
En cuanto a la administración, qué decir… no son precisamente los mejores organizadores. Siempre están organizando las clases, las festividades, las actividades, las salidas a última hora con lo que no sabes qué va a pasar hasta el último momento.
Esto me ha creado muchos problemas: desde un estrés grandísimo por no saber qué estoy o que voy a hacer hasta una dejadez, porque, para qué vas a hacer algo si no sabes cuándo van a hacerlo o siquiera si lo van a hacer. Esto es el clásico maybe que tantas personas en China escuchamos por parte de los chinso.
O también es bastante frustrante que la administración te diga hoy A y mañana te diga B. Me ha pasado muchas veces. El más doloroso es que me prometieron pagarme el viaje a España para hacer el visado (porque volví a España a hacer el visado, yo estaba bastante contento en China y quería viajar por allá). Total que cuando volví de España me lo descontaron del salario. Imaginad lo contento que estaba yo con esa actitud.
Por otra parte está el tema de que muchas administraciones te van a hacer trabajar más horas del contrato simplemente porque legalmente lo pueden. Y luego esas horas extra, que valen más dinero, te las van a dar en días libres. A ser posible te darán libres esos días que tienes muertos y que no haces nada en la empresa. No voy a hablar de nuevo de las horas extra a última hora… ya que es doroloso.
¿Es aquí donde se habla de las reuniones de profesores? Vale, supongo que sí, pues esta es una de las partes que más duelen. Especialmente en mi empresa actual cuando viene el jefe siempre hace reuniones en los momentos más dañinos para nuestra preparación de clases… y no es realmente una reunión sino es como una forma de briefing donde nos habla un poco de las novedades. No entiende que tenemos email y que nos cuesta mucho menos hacer eso que una reunión. Pero vamos, las reuniones no solo duelen por eso, sino porque a veces se habla de temas dolorosos que realmente se deberían de tratar en el momento y pocas veces se hablan de temas puramente educativos.
¿Lo volverías a hacer?
Sé que todavía estoy en el business así que no debería contestar esta pregunta, pero si me lo permitís la voy a responder. NO, no volvería a hacerlo. Ahora mismo estoy en la fase 5 de mi estancia en China: huye cuando puedas. De momento estoy ahorrando dinero para irme de este país y establecerme en un país mucho más normal en el que se pueda vivir. Suena a fuerte pero no creo que vuelva a enseñar aquí.
Además, veo que mi carrera está totalmente estancada aquí. Y no solo me refiero a que solo puedo ser el profesor extranjero y no tengo capacidad de ascenso, que no es lo importante al fin y al cabo si realmente te gusta la educación, sino que no vas a tener la posibilidad real de evolucionar como profesor de idiomas o generalista en este país.
¿Lo recomendarías a alguien que viene por primera vez?
Solo si esa persona es mi enemigo. Es broma. Realmente es una pregunta bastante difícil.
Por una parte China es un país cojonudo en algunas facetas como es en la desinhibición personal (que no libertad personal) que permite a una persona que es bastante reservada, convertirse en alguien realmente abierta como ha sido mi caso.
Por otra parte te hace crecer como persona ya que vas encontrándote con muchas situaciones y problemas que no tendrías jamás en tu propio país. Te vas a dar cuenta también de que muchas concepciones igual no eran tan universales (aunque deberían). No sé hay cosas que te dan para crecer.
Pero siempre hay una parte negativa, así que, como ya he mencionado arriba, hay mucho pirata en las escuelas, universidades, guarderías… que no saben o no pueden organizar decentemente.
No lo he dicho arriba pero prepárate a ser el guiri y a no estar más de 5 años en este país si realmente quieres desarrollarte profesionalmente. Aquí no se crece; aquí eres un guiri cuya única utilidad es la de dar conocimiento a los chinos. Nada más.
A, y ni se te ocurra quedarte o plantearte quedar en China: es una locura.
¿Cuál es tu experiencia más memorable?
Ocurrió este semestre. Cuando me vine a Mongolia interior desde Wuhan muchos alumnos me preguntaron si iba a regresar en el futuro y que echaban bastante de menos mis clases. Es algo que no se puede describir. Esa clase era mi favorita y estábamos muy en sincronía with each other. Los echo bastante de menos. A ver si en un futuro los puedo ver por Europa.
Alejandro Bronchales Cazorla el julio 7, 2015 a las 5:38am
Llevo 8 años dando clases en China, los primeros dos de forma privada y muy esporádica y los otros seis de forma regular.
En abril de 2009 comencé como profesor de español en MasterD Beijing y más tarde, en 2011, pasé a Jefe de Estudios aunque seguí dando algunas clases. Más tarde, en 2013, abrí mi propia academia MasterD de la que soy laoban y profesor de español.
En MasterD Beijing solo había dado clases a adolescentes y adultos, en mi escuela también doy a niños. Tengo alumnos desde los 4 años.
Doy 30 horas de clases semanales, un mundo.
¿Lo mejor?
Sin duda la complicidad que logras establecer con los estudiantes, especialmente los más pequeños.
Son tremendos, agotadores, a veces desquiciantes, pero son unos soles. Y sí, sus caritas de satisfacción me son muy gratificantes. Verlos ir desarrollando las habilidades en nuestra lengua es cosa grande, sobre todo en esos más pequeños que están aprendiendo conmigo a escribir el alfabeto latino.
¿Lo peor?
Pues algo que Alejandro Bueno comentaba, que al no venir los niños voluntariamente no es fácil tratar con ellos al principio. Ese hecho y el ser consciente de que están cargados de deberes de escuela, hasta las orejas, te pone un sabor agridulce de buenas a primeras que debes combatir para sacar adelante el curso. No es un asunto menor.
¿Lo recomendaría?
Bueno, estoy en ello, así que diría que sí si es la voluntad del interpelante permanecer el tiempo suficiente para conocer los usos chinos. Lo desaconsejo si se trata solo de hacer caja para tirar adelante, pues por la dureza del tema ocasionaría dejadez de funciones del maestro y eso no es aceptable bajo ningún concepto.
Lo recomiendo además solo si te gusta la enseñanza tanto como para hacer de tripas corazón en un lugar tan arisco como este, arisco al menos hasta que haces amigos, que no es cosa fácil y si estás dispuesto a tragarte muchas cosas por el bien de tu estancia e interacción, cosas aquellas a menudo intragables.
¿Experiencia memorable?
Cuando mi primera alumna, de 17 años, quería ir a cursar un año en la Universidad de Burgos dentro de un programa de intercambio de estudiantes con la Universidad Normal de la Capital de Beijing y me pidió que convenciera a sus padres para que se endeudaran por ella (la embajada pedía un aval por 30000 euros de aquella época y su familia es muy humilde) y le dieran permiso. Yo apenas llevaba tres meses en China, mi nivel de chino era muy, muy lastimoso, pero conseguí convencer a sus padres para ese viaje a España y no solo eso también los convencí para que dejaran a su hija venir dos semanas conmigo al Tíbet como traductora personal.
Ahora esa chica, que es mi mejor amiga, tiene un trabajo muy bien remunerado en CCTV, está en proceso de promoción laboral inmediata y sus padres están muy orgullosos de su hija y a mí me tienen especial aprecio y consideración.
He tenido otras grandes satisfacciones, especialmente con los alumnos que he preparado para salir al extranjero, y las tengo ahora con mis estudiantes más chiquitines, pero sin duda esa primera experiencia es la más remarcable. Además debo señalar que en aquel momento estaba a punto de tirar la toalla en China pues lo veía todo muy negro: el idioma demencial, la vida complicada, la relación con los locales una especie de guerra para que no me engañaran de forma continuada, el mundo mundial en China era, como poco, para apaga y vámonos y tras aquel fin de semana en casa de los padres de mi amiga…la vida me dio un giro de 180 grados. Comencé a hacer planes para agosto, para las vacaciones, disfruté durante casi dos meses de la compañía de varias chicas muy majas con las que compartí grandes y divertidos momentos y finalmente conocí a mi chica.
Sí, esa experiencia «educativa» con Beatriz, así se llama mi amiga, es memorable.
Enseñar español en China es ahora mi pasión. Debo además deciros que de niño quería ser profesor. Ese sueño lo había dejado tras entrar a trabajar en un banco, con 14 años, y recuperarlo de esta forma ha sido extraordinario.
Ahora estoy pensando en cómo expandirme aprovechando los materiales para niños que he desarrollado pues la necesidad me ha obligado por no haberlos en el mercado.
Preparando intercambios de estudiantes.
Buscando la mejor forma de promover el español online en China. Soy tutor de AVE reconocido por el Instituto Cervantes y creo que esa vía hay que desarrollarla.
Ahora mi sueño es llegar a ser un día un «viejo profesor» chino y disfrutar contando mis aventuras a mis ex-alumnos y a sus hijos.
¡Tened un buen día!
Camilo Estrada González el julio 8, 2015 a las 12:44am
Bueno, esto se merece un artículo en vez de un comentario, pero lo haré lo más corto posible.
Mi historia es un poco diferente a la de la mayoría, pues yo llegué a China justamente porque me llamaron a dar clases de español en la Universidad Sun Yat-sen. Sin afán de sonar a «I love China no matter what» lo único negativo que recuerdo fue la larga espera de la visa de trabajo, pero eso fue porque justo tocaban las Olimpiadas de Pekín (2008) y el trámite de visas era un calvario. En cuanto a las clases, los alumnos chinos no están acostumbrados a la participación en clase, pero fácilmente se acostumbran (con las debidas técnicas y buenas vibras). Son sin duda los mejores alumnos que he tenido en mi vida (conste que he dado clases de arte, inglés, francés, español, italiano y mandarín a niños, adolescentes y adultos de muchas nacionalidades). De hecho era un poco frustrante al principio (acostumbrado a alumnos que nunca repasan y ni siquiera hacen la tarea) que era imposible sorprender a los alumnos chinos ya que leían la lección antes de la clase. En cuanto a la administración, tampoco he tenido problemas, lo que podría parecerles a algunos una desventaja a mí me parece una ventaja: absoluta libertad de cátedra. En fin, una delicia ser maestro en China. Lo que me jode un poco (ahora que recuerdo) es que sólo quieren maestros gringos y blancos como maestros de inglés. También me jode que con la crisis en España, ahora hay muchos que se hacen un cursillo y vienen a dar clases, quitándoles o reduciéndoles las oportunidades a maestros de carrera (como yo). No digo que esté mal que alguien lo haga, me parece bien que haya esas oportunidades, pero la oleada sí me jode.
Alejandro Vázquez el julio 10, 2015 a las 2:19am
«También me jode que con la crisis en España, ahora hay muchos que se hacen un cursillo y vienen a dar clases, quitándoles o reduciéndoles las oportunidades a maestros de carrera (como yo)».
Bueno, eso ya no es del todo así, ya que a mí, por ejemplo, me pidieron formación específica para el puesto, como el máster de ELE. Ahora el tema de conseguir el visado de trabajo está más complicado, aunque «facilita» las cosas a la gente que pueda acreditar que es un «foreign expert».
Alejandro Vázquez el julio 10, 2015 a las 2:23am
Yo voy a copiar el contenido de una las entradas de mi blog más recientes (https://califatodexian.wordpress.com/2015/06/19/el-profesor-vazquez…), ya que hablo precisamente sobre mi experiencia como profesor en China:
Llegué aquí con el semestre empezado y con un programa que seguir, por lo que mi “libertad de cátedra” no ha podido dar mucho de sí, aunque, eso sí, cada maestrillo tiene su librillo y a cada contenido intentaba darle mi estilo, proponiendo actividades diferentes e intercalando materiales de sus libros con materiales de mi cosecha.
¿Por qué lo he hecho así? Porque, en primer lugar, los alumnos chinos están acostumbrados a respetar todo lo que el profesor ordena a hacer, por muy aburrido o tedioso que sea. El profesor en China representa una figura de autoridad indiscutible; por muy mal que hagas las cosas ningún alumno pondrá nunca, al menos en público, tu valía en entredicho. Y esa era precisamente una de las primeras actitudes que quería romper en mi clase. ¿Sabéis lo difícil que es hacer participar a gente en una clase donde tanto miedo le tienen al fracaso y a “quedar mal”?
¿Cómo hacerlo? En primer lugar intentando ser uno más, aunque sin llegar a ser uno más. Suena un poco raro, pero el objetivo era que los alumnos perdieran un poco de ese respeto excesivo y me faltaran el respeto participando en clase e interrumpiéndome si era necesario. Para ello adoptaba “aptitudes juveniles”, como entrar a la clase y saludarlos de manera informal, preguntándoles qué habían hecho en el fin de semana (si habían bebido, por ejemplo, que no iba a decírselo a nadie), abandonando esa tarima de cemento de 10 – 20cm que hay destinada para que el profesor explique y dando continuamente vueltas por la clase, a su nivel, llegándome a sentar con ellos si era necesario… ¿Sabéis lo que supone para un alumno chino que un profesor se muestre así con ellos? Sobre todo en una universidad donde no pueden salir del campus entre semana e incluso está mal visto que se muestren cariñosos con sus parejas dentro del campus (un alumno me dijo que estaba prohibido, pero no sé si todavía sigue vigente esa norma).
Y creo que lo he conseguido, si comparo esos primeros días en los que nadie se atrevía a levantar la mano con este mes, donde en algunas clases he visto a alumnos haciendo bromas conmigo y participando voluntariamente… Me puedo sentir bastante satisfecho.
El alumnado chino es un tipo de grupo bastante particular, con unas normas morales diferentes a lo que estamos acostumbrados “en Occidente”, conceptos que no enseñan en ningún máster de enseñanza. Conceptos que aprendes por ti mismo, y que convierten al profesor de español (y de idiomas en general) en China en un tipo de profesor con unos desafíos diferentes al resto de profesores. Considero que es un tipo de enseñanza no recomendada para todos los públicos, pero que te forja y te fortalece en tu figura de docente, y te capacita para enfrentarte a cualquier grupo de aquí en adelante. Y, aunque no pueda parecerlo, puede resultar bastante reconfortante, sobre todo si notas una evolución, ya no solo en el aprendizaje, sino en la actitud de los alumnos.
Pero, en resumen, ¿cómo califico esta primera toma de contacto? Si tengo en cuenta que esto era precisamente lo que quería cuando empecé la carrera allá por 2009, dedicarme a esto, a enseñar; si tengo en cuenta que hace unos dos años me embarqué en un máster mientras compartía el tiempo disponible con un trabajo de mierda y todos los días al llegar a casa pensaba: “algún día me dedicaré a lo que quiero, algún día seré profesor”… Y ya lo soy, así que, ¿cómo califico esta primera toma de contacto? Estos meses me he estado dedicando a lo que siempre he querido ser, puedo decir que he cumplido un sueño, así que, ¿cómo pensáis que me siento?
“Encuentra un trabajo que te guste, y no volverás a trabajar ni un sólo día de tu vida.”
Paco Vazquez el julio 11, 2015 a las 2:27am
Hola a todos!
Muy buen tema, no solo para compartir experiencias y saber qué tal os ha ido (u os está yendo) a otros, y también para hacer un poco de balance de mi experiencia personal, que no es poca. Iré ceñiéndome a las preguntas que planteaba Alfonso:
1- ¿Cuál ha sido tu experiencia de dar clases de idioma en China?
Desde septiembre de 2001 a junio de 2014 estuve trabajando como profesor de español en la universidad de Yuexiu de lenguas extranjeras, en Shaoxing (Zhejiang). Mis alumnos fueron jóvenes universitarios entre 18 y 22 años. En estos momentos sigo enseñando español pero, en este caso, en una escuela internacional, también en Shaoxing, con niños extranjeros de 8 a 12 años. Esta experiencia no tiene nada que ver con la anterior, aunque la administración sigue siendo china y, por tanto, nefasta en la mayoría de los casos.
2- ¿Cuáles son las mejores y las peores cosas?
Una de las cosas que más disfruté en mis años enseñando en la universidad era el trato con mis estudiantes. Eran chicos y chicas muy respetuosas y amables. Además, nunca faltaba alguien que te invitaba a su pueblo natal o a ver tal o cual lugar, donde apreciar como florecen los almendros o donde se pescan las carpas más gordas, por poner un ejemplo.
Lo peor, aparte de las trabas administrativas, es ver la falta de creatividad y espontaneidad de esos mismos alumnos a la hora de hablar de sus gustos, sus intereses, sus planes, etc. No era una cuestión del nivel de español; ni siquiera en su lengua eran capaces de salirse del pensamiento homogéneo, y eso me entristecía bastante. Había contadas excepciones, claro, pero la mayoría se mostraban bastante apáticos y sus únicas motivaciones era comprar en Taobao o jugar a los videojuegos. Llega un momento en el que uno llega a aburrirse de escuchar siempre las mismas respuestas año tras año.
Otra cosa que puede desmotivar es lo poquito que valora la opinión del profesor extranjero en algunas universidades. Allí, tanto para mi como para la mayoría de mis colegas «laowais», nuestra función era el mero reclamo. Tener profesores extranjeros es algo que da prestigio y caché a los centros educativos chinos y atrae a los incautos padres que deciden inscribir a sus hijos aquí. Pocas veces tienen en cuenta si ese profesor sabe enseñar y, si es así, qué metodología lleva a cabo en el aula, qué actividades usas, etc. Lo importante es que seas guiri (a poder ser blanco y con ojos azules) y que no critiques mucho las normas y las decisiones del centro.
3- Si alguna vez diste clase y ya no, ¿lo volverías a hacer?
Pues, si os digo la verdad, después de un curso dando clases a niños extranjeros (la mayoría indios, coreanos y de Oriente Medio), dudo mucho que vuelva a enseñar a universitarios chinos. Lo mismo podría aceptar enseñar a niños chinos dentro de ese contexto de escuela internacional (de hecho uno de mis alumnos más aventajados es chino), pero volver de nuevo a dar clases en un aula con 30 cabecitas pensando y haciendo lo mismo, pues como que no.
4- ¿Lo recomendarías a alguien que viene por primera vez?
Por supuesto. De hecho le conseguí un trabajo a mi hermano, sabiendo que iba a ser una gran experiencia para él y, por lo que leo, lo está haciendo. Enseñar aquí es algo que merece la pena y entretiene, al menos los dos primeros años, dependiendo también del nivel de paciencia de cada uno. Pero, como ya han comentado, llega un momento en el que es difícil desarrolarse profesionalmente a menos que uno se lo curre.
5- ¿Cuál es tu experiencia más memorable?
Tengo varias, pero creo que las actividades en las que mejor me lo he pasado fueron los dos concursos de cortometrajes que organicé. Aquí algunos alumnos rompieron los esquemas de homogeneidad que antes comentaba y me sorprendieron muy gratamente. Aquí dejo la entrada de mi blog donde hablo de la primera edición del certamen:
http://www.pasamesachina.blogspot.com/2013/06/luces-camaras-accion….
En el mismo blog podéis encontrar algunas otras entradas donde dejo ver mis vicisitudes como profesor en China, que lo disfrutéis.
Salvador Larios el julio 14, 2015 a las 3:53am
Hola, pues contesto.
Llevo casi 7 años dando clases de Inglés a nivel jardín de niños.
Como alguien ya comentó, para mi lo mejor ha sido la convivencia con los pequeños. Antes de llegar a China yo era una persona muy introvertida, y los niños me enseñaron desinhibición, entre muchas otras cosas. Soy de la idea que uno puede aprender de los niños diariamente.
Lo peor, aunque yo no utilizaré la palabra peor. Sino el reto más grande que tuve. Rendirme a la cultura China. Llegó el momento en el que decidí que estoy aquí para aprender, aprender todo lo que tengan los chinos que enseñarme. Con esto en mente y sin transformarme en un completo idiota, he aprendido mucho de la administración china. Ciertas veces cosas que te hacen ver como muy importantes, no lo son, uno puede simplemente concordar con lo dicho, recordarlo como información de fondo y seguir el camino planteado por uno mismo sin mucha consecuencia.
Trabajar duro y no perder la cabeza cada vez que algo te suene muy complicado. Acallar esa voz que nos dice «Pero hacerlo de esta u otra forma, sería mucho más efectivo.» Mantener, sin embargo, la creatividad en el salón de clases.
Yo recomiendo mucho venir a China a trabajar. Es una experiencia que te hara crecer mucho. Para aclarar mi punto diría «Aquello que no te mata, te hace mas fuerte»
Mi encuentro y aprendizaje de la educación Montessori. Creo que es el regalo más grande que me ha dado mi corta carrera como profesor. Ya se que aquí deberia compartir una pequeña historia. Pero de algo que llamo «Sentido común Montessori» se derivan infinidad de pequeñas anécdotas que quedan marcadas en la memoria.
Saludos a todos
Alfonso Araujo el julio 20, 2015 a las 9:03pm
A Carla Hernandez, Alejandro Bueno, Alejandro Bronchales, Camilo Estrada, Alejandro Vázquez, Paco Vázquez y Salvador Larios:
les agradezco muchísimo sus contribuciones y creo que esta es fácilmente una de las discusiones más fructíferas que he visto en los foros; las experiencias que han compartido creo que han resonado con todos los que hemos tenido esta experiencia y parece ser que la dicotomía docencia-administración es más o menos común.
Me encantaría si pudiesen seguir compartiendo anécdotas memorables, para ponerlas todas juntas y editarlas como un archivo independiente de «enseñanza en China».
saludos a todos.