En el Pueblo de Piedra y en la montaña «de piedra»

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Después de una semana algo ajetreada, por fin encontramos un momento para escribir acerca de nuestra última excursión por la «China profunda«; el pueblo de piedra, la montaña Cangyan y la capital de Hebei, Shijiazhuang. 

Como todas las excursiónes que solemos hacer en fin de semana, la aventura comienza con un recorrido de varias horas en las literas de un tren de la muerte. Esta vez el recorrido fue de «solo» 4 horas.

Llegamos a la ciudad de Shijiazhuang, capital de la provincia de Hebei y nada más salir de la estación de tren, negociamos un taxi que nos llevaría a nuestro primer destino, Yujiacun.

Yujiacun tambien conocido como Pueblo de Piedra, es un asentamiento de 1.600 habitantes entre la frontera de Hebei y Shanxi a unos 70km. al sureste de Shijiazhuang. La peculiaridad de este pueblo-clan es que prácticamente todo, desde las casas hasta el mobiliario, es de piedra y que el 95% de la poblacion comparte el apellido Yu.

Es un lugar al que llegan muy pocos turistas a pesar de que incluso tienen un ticket de entrada para visitar el pueblo, 30 yuanes. Esta entrada te permite visitar el lugar más característico, el pabellón Qing-Liang y algunos templos y exposiciones.

Este pabellón Qing-Liang, acabado en 1581, tiene una curiosa leyenda. El edificio fué obra de una persona perturbada (Yu Xichun) que quería ver Beijing desde su casa. Lo construyó sin ayuda y de noche durante 16 años. Al no tener ni idea de arquitectura lo construyó sin cimientos y las piedras de diferentes tamaños se mantienen aun sin ser unidas con mortero.

Si paseando por las calles das con la persona adecuada (la que tiene las llaves), puedes entrar a visitar un par de mini-museos que no resultan demasiado interesantes excepto por el gran árbol genealógico de la familia Yu en La Sala Ancestral. En esta sala se exhiben 24 generaciones de Yu remontandose a más de 500 años. En total 5 tapices, uno por cada descendiente de los hijos de Yu que fundaron el pueblo.

Al anochecer el pueblo permanece completamente a oscuras y se camina con linternas. Después de la cena los «aldeanos» se reunen en el patio del colegio con una bombilla y un radiocaset para bailar (como se hace en cada plaza, parque o pequeña explanada de cualquier parte de China al rededor de las 19.00 horas).

Por la mañana a primera hora, el marido de la que regenta la tienda del pueblo nos llevó hasta nuestra siguiente visita; la montaña Cangyan.

Cangyan Shan literlamente «Monte del risco verde», aglomera una serie de templos , pagodas y santuarios en la que destaca sobre todos el Palacio colgante de la dinastía Sui situado a mitad de un barranco.

Nuestra impresión de este lugar no fue muy buena. Masificación de gente, masificacion de plásticos y basura y masificacion de pobres/lisiados en pésimas condiciones inundando los caminos de la montaña. Finalmente acabada la visita y a pesar del caos, los atascos, la gente y el ruido de toda esa zona, conseguimos un chófer que nos llevara de vuelta a Shijiazhuang.

Shjiazhuang de 2,2 millones de habitantes, como hemos avanzado al principio de este post, es la capital de Hebei. En realidad no hay nada destacable en esta ciudad, solamente un par de museos y el Mausoleo de los Mártires Revolucionarios. Antes de volver a la estación, nos acercamos a unos centros comerciales a respirar un poco de ambiente «urbano» que tanto echamos de menos en Liaocheng..

A media tarde volvimos a montarnos en el que es ya nuestro transporte estrella (el tren de la muerte) para volver a Liaocheng. Como viene siendo habitual, un fin de semana completo y sin descanso por la interminable China.