Jay Chou, cantante y actor de Taiwan nacido el 18 de enero de 1979fue descubierto en un concurso de talentos escolar, donde mostró su canto y piano-escritura en 1998, ya que desde los 4 años empezó a tocar piano; en los próximos 2 años fue contratado para componer música para cantantes populares en China.Formado en la música clásica, que combina estilos musicales para producir canciones que fusible R&B, rock, pop y géneros, que abarcan cuestiones como la violencia doméstica, la guerra, y la urbanización.
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Una idea sobre “Jay Chou”
En una ocasión tuve que pasar 20 días en una mini isla al sur de Taiwán, tenía un vuelo que había programado mal y no pude extender más tiempo la renta del departamento donde vivía, así que una amiga me dijo que podía pasar esos días en una pequeña casa que su familia tenía olvidada en el campo. No era la ciudad y para llegar tenía que tomar el tren bala, después un tranvía y luego esperar mucho tiempo a que pasara un camión.
Todavía recuerdo el primer día que llegué, con enormes maletas debido a que después de esos días partiría a otro lugar y con cajas que aún me faltaba enviar por barco. Yo llegué primero a la casa que realmente estaba olvidada y horas después llegó el servicio de mudanza que contraté en la estación de tren. Minutos más tarde empezó a llegar gente… abuelos, niños, adultos, me saludaron y literalmente entraron a la casa para empezar a limpiarla y sacar las cosas de mis maleta para acomodarlas. Después de unas 3 horas llegó más gente con comida y en general entendían que era extranjera y que no estaría mucho tiempo. Con mi chino básico les pregunté por qué hacían todo eso, si la familia de mi amiga se los había pedido o cuál era el motivo para tomarse tantas molestias con un extraño, ellos solo se rieron y me dijeron que habían visto el camión de la mudanza llegar y que era normal acercarse a ayudar. Fue una sensación muy extraña la que sentí que me hizo recobrar la fé en la humanidad.
Me gusta vivir en ciudad, es divertido y siempre hay algo que hacer, pero no me gusta que ese sentido de comunidad que comenta en su historia se pierda. A veces pareciera que el individualismo es es el precio que hay que pagar por tener mayores comodidades. Antes de pasar esos días en esa isla pensaba que ser individualista e independiente eran sinónimos, pero ahora pienso que estaba equivocada. Y a pesar de que fue el mayor tiempo que pasé sin internet, sin aire acondicionado y durmiendo en el piso sin tatami o alfombra, volvería a ese lugar solo por la compañía de las personas que hicieron de mis días una experiencia cálida y reconfortante.
Muchas gracias por escribir esta entrada, me hizo recordar muchas cosas que a veces olvido 🙂
¡Saludos!