La comunicación con China, clave en los negocios

Las diferencias entre la cultura china y las occidentales son numerosas y van desde las más evidentes hasta otras más sutiles. A pesar de la globalización y de las actuales posibilidades en materia de comunicación, que hacen que las tradiciones culturales estén cada vez más extendidas, la idiosincrasia de cada sociedad se mantiene y se ve reflejada en numerosos aspectos que hay que tener en cuenta a la hora de poner en marcha un negocio que implique contacto con los nativos de otro país.

Esa necesidad aumenta cuando hablamos de un país como China, con un nivel de competencia feroz debido a las buenas cifras económicas del gigante asiático que están atrayendo a muchos inversores a exportar su idea de negocio allí o a entablar relaciones comerciales o profesionales con empresarios chinos.

 

A la hora de hacer negocios en China o con ciudadanos de ese país, lo primero que vamos a necesitar es un equipo de profesionales nativos que sean expertos en la gestión de la comunicación entre español y chino para que se encarguen tanto de las traducciones al chino como de las interpretaciones necesarias para llevar a cabo cualquier tipo de negociación.

 

En el primer caso, el de las traducciones profesionales de documentos, sólo el conocimiento del idioma chino a nivel nativo puede ofrecer buenos resultados; en el segundo, la experiencia como gestores entre personas de los dos países se hace imprescindible e irá mucho más allá de la traducción simultánea entre el empresario chino y el hispanohablante: será difícil cerrar una negociación con buenos resultados sin una persona que asesore respecto a las normas básicas de comportamiento y protocolo que se siguen en el ámbito profesional en China.

Si la idea no es llevar a cabo negocios con nativos de nacionalidad china sino exportar una idea o tratar de hacerse hueco en el comercio electrónico chino también será necesario contar con expertos nativos que administren la comunicación online, desde la relación con los medios locales hasta la producción de material audiovisual en chino o la gestión de las redes sociales del país asiático, ya que las peculiaridades del mercado digital chino son considerables:

 

  • Acceso a Internet

Uno de los aspectos imprescindibles a la hora de posicionarte en el mercado asiático son los datos en el acceso a internet. China llegó en 2014 a los 500 millones de usuarios móvil, cuatro veces más que en 2008, y el número de los que accedieron a Internet mediante dispositivos móviles superó el 83%, adelantando por primera vez el porcentaje de conexiones mediante PC (80%). El móvil es también protagonista de cualquier proceso que exija reconocimiento del usuario; de hecho, la mayoría de las webs en China usan el número de teléfono en lugar de la dirección de email como identificador para iniciar sesión o recuperar una contraseña. Una web adaptada al móvil no es por tanto un aspecto opcional en el mercado chino.

 

  • Comercio electrónico

El e-commerce se encuentra en pleno apogeo en China, tanto desde ordenadores como desde móviles. Para la mayoría de las pymes la opción menos arriesgada para la venta online es trabajar a través de portales como Tmall. También hay que tener en cuenta la importancia que tienen en estas plataformas la prueba social y el sistema de rankings, donde una bajada en la valoración de un producto se traduce en una pérdida de las ventas. En cuanto al sistema de pago, en China gran parte de las transacciones se hacen a través de AliPay, plataforma de pago desarrollada por el gigante Alibaba, en detrimento de las tarjetas de crédito.

 

  • Redes sociales

Otra de las diferencias clave está en el ámbito del Social Media. En China cuentan con Youku, versión propia de YouTube que surgió después de que la red mundial de vídeos fuese censurada en 2008; Renren, que nació ese mismo año como un portal móvil y fue creciendo hasta llegar a los 30 millones de usuarios activos diariamente; Firechat, una red que se extendió como la pólvora durante las revueltas del pasado septiembre en Hong Kong porque permite comunicarse a través de bluetooth sin internet; o WeChat, el servicio de mensajería líder en el país.

  • Buscador

Ni siquiera el motor de búsqueda más importante del mundo, la bestia económica Google, que en España supone cerca del 98% de las búsquedas online, se ha salvado de las restricciones en China: allí Baidu es el principal buscador.

 

  • Weibo

Mención aparte merece, por su repercusión y su número de usuarios, Weibo, el equivalente al Twitter en China -aunque con algunos de los servicios de Facebook-. Está disponible en chino y en inglés, lo que no evitará que sea necesaria una traducción al chino para tener un alcance global. La red social más grande en el país asiático ha tenido que adaptarse a las normas y cumplir una serie de requisitos que rozan la censura. Quizás eso esté detrás del parón en su crecimiento: 56 millones de personas dejaron de usar Weibo en 2014. Otra de las causas podría ser la nueva norma del Gobierno chino que exige el nombre real del usuario durante el registro, algo que hasta hace unos meses se podía evitar.

Fuente: Haike Traducciones

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