China quiere dividir la riqueza de una nueva manera, de ahí salió la propuesta de China de «Prosperidad Común». Ninguna acción se ha tomado con los brazos abiertos. El líder de China, Xi Jinping, rara vez se levantó para defender su política de fortalecer la llamada prosperidad común en la cumbre anual del Foro Económico Mundial (FEM).
Bajo el liderazgo de Xi, China ha reforzado su control sobre las empresas de tecnología y entretenimiento y ha aumentado la regulación en la educación. El año pasado, por ejemplo, China exigió que el servicio de viajes Didi se retirara del mercado de valores de Estados Unidos y que la empresa más valiosa del país, Tencent, siguiese sus pautas.
Las restricciones no han sido bien recibidas en el mercado inversor y los movimientos de China han debilitado el valor de mercado de las empresas.
Algunos ven a China queriendo limitar el poder de los propietarios multimillonarios de empresas gigantes, lo que daría a los empleados y clientes más voz en las operaciones y sistemas de recompensa de las empresas. Mientras que otros ven a China castigando a las empresas de tecnología porque su capacidad para recopilar y controlar la información de las personas amenaza el monopolio del Partido Comunista sobre las vidas de los ciudadanos chinos.
Xi dijo en su discurso que China todavía está abierta a la inversión extranjera. Sin embargo, había una advertencia en la oración al margen.
“Todos los tipos de capital son bienvenidos en China siempre que operen de acuerdo con nuestras leyes y regulaciones y sean un jugador positivo para el desarrollo de nuestro país”, dijo Xi a la BBC .
