China «abre» base militar en Tayikistán con la vista en Afganistán

El parlamento de Dushanbe aprueba la construcción de un nuevo puesto que será controlado por Beijing. La presencia militar china, aunque no oficial se ha acelerado después de que los talibanes asumieron el poder en Afganistán. La ocasión es también una nueva respuesta a Aukus y Quad después de la prueba de misiles hipersónicos.

El vaivén entre Estados Unidos y China continúa y desde el ámbito comercial se ha expandido desde hace tiempo al estratégico. El último episodio es la próxima construcción de una base china en Tayikistán: sería la segunda en el extranjero después de la de Djibouti.

China, observando a los talibanes

China, al igual que Pakistán, disfruta de sólidas relaciones con los talibanes, pero históricamente se ha preocupado por la posibilidad de que el caos afgano favorezca a los militantes uigures de Xinjiang, que pueden encontrar refugio y adquirir armas en ese país. China ya había operado una base militar en Tayikistán en la región de Murghab durante al menos cinco años, cerca del corredor Wakhan que se extiende por el territorio afgano hacia la frontera con la provincia china de Xinjiang. Sin embargo, los gobiernos de Beijing y Dushanbe siempre habían negado la existencia de la base.

La nueva base, por otro lado, estará ubicada en el pueblo de Vakhon, en la remota provincia autónoma de Gorno-Badakhshan, y será propiedad del Rapid Reaction Group, un departamento de fuerzas especiales del Ministerio del Interior. El sitio también albergará fuerzas tayikas. La base, según especifica en el aula el diputado Tolibkhon Azumzoda, será financiada íntegramente por China y costará unos 10 millones de dólares.

Las razones de Beijing: asegurar fronteras

La presencia militar de Beijing en puestos de avanzada no oficiales en los países de Asia Central se conoce desde hace mucho tiempo. Además de los movimientos en Tayikistán, en el pasado también se habló repetidamente de una presencia en Kirguistán. Pero es significativo que ahora se haya decidido proceder con el anuncio, que provino directamente del parlamento de Dushanbe. Además de agregar una pieza a la competencia con Washington, la aceleración se produce después de la toma de posesión de los talibanes en Afganistán y los siguientes temores de un resurgimiento terrorista. Sin futuras oportunidades comerciales, la principal preocupación de Beijing es asegurar las fronteras y los activos en la región. Una necesidad común de las ex repúblicas soviéticas, en la que no es casualidad que China participe activamente en los diálogos con los talibanes.

A cambio, Dushanbe pediría apoyo chino para fortalecer los otros puestos militares a lo largo de la frontera. El vacío dejado por Estados Unidos, como en otros casos, lo está llenando China. Pero esta vez, antes de comprender si pueden surgir oportunidades, Pekín primero está tratando de evitar problemas. Sin embargo, sin retroceder en el envío de señales al rival.

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